El AVE entre Barcelona y Madrid arrancó el 20 de febrero de 2008. La alta velocidad unía por fin las dos principales ciudades del Estado. En estos 15 años, 140,66 millones de personas han viajado en este transporte.

Textos: Cristina Buesa
Foto y vídeo : Ferran Nadeu
Infografías: Francisco J. Moya

Cuando se estrenó la alta velocidad entre Barcelona y Madrid el trayecto se cubría en dos horas y 38 minutos. Pocos deben recordar que no hubo ceremonia alguna: entró en servicio, aquel día con 17 trenes por sentido, y ya está. El tren veloz, que llegaba con años de retraso, no tuvo inauguración oficial por expreso deseo de la temperamental ministra de Fomento del momento, Magdalena Álvarez. Con ese debut ferroviario acababan 12 años de calvario, con obras eternas y un sinfín de despropósitos que se cebaron en Rodalies, con una interrupción del servicio que duró meses.

La Alta Velocidad Española (AVE) de Renfe irrumpía de esa manera en las relaciones de todo tipo entre la capital española y la catalana. Hasta entonces, las casi siete horas de tren eran inviables para hacer negocios o desplazarse por ocio un fin de semana, por poner un ejemplo. No era la primera línea de alta velocidad del Estado, porque el Madrid-Sevilla se había abierto en 1992 dejando de lado los criterios de viabilidad económica, pero sí la que más iba a transformar el transporte.

El trayecto en tren era competitivo por primera vez y el transporte aéreo perdía la hegemonía

El primero que tembló fue el avión. Las comunicaciones ferroviarias entre las dos urbes eran competitivas por primera vez. Aquel tren que se ponía a 300 kilómetros por hora y dejaba a los pasajeros en el centro, en Sants y en Atocha, había llegado para arrebatar la hegemonía del puente aéreo: blandía fiabilidad en los horarios, comodidad, rapidez, se podía hablar por teléfono (con una cobertura entonces mejorable)…  

Cuando se estrenó el AVE entre Barcelona y Madrid ya había otras líneas en funcionamiento en España, como la que iba a Sevilla

Actualmente, la red de alta velocidad, con una filosofía radial desde Madrid, une numerosas ciudades

El plan de infraestructuras del Ministerio de Transportes prevé una mayor capilaridad entre comunidades autónomas

En sus primeros 10 años, el AVE transportó de una a otra capital a 35 millones de personas. Tras partir en 2008 de una cuota de mercado frente al avión inferior al 40%, el enlace ferroviario fue ascendiendo gradualmente hasta alcanzar el 63,6% en el 2017, con un total de 4,1 millones de pasajeros, el doble que el año de su arranque. En esa primera década, el transporte aéreo perdió 1,1 millones de clientes (de 3,4 a 2,3), una caída que se redujo en los cinco siguientes, más allá de la pandemia que en 2020 lo paró todo. El responsable de los servicios AVE-Avlo del corredor Barcelona-Madrid de Renfe Alta velocidad, Ricardo Rivera, explica que el estreno de 15 años atrás sirvió para remontar una imagen del tren que estaba muy devaluada.

“Cuando irrumpimos en el corredor Barcelona-Madrid en 2008 fue todo un hito, porque ir de centro a centro se transformó la movilidad por ocio y trabajo. Creo que con la alta velocidad cambió la vida de la sociedad”, defiende Rivera.

Tras partir en 2008 de una cuota de mercado frente al avión inferior al 40%, el enlace ferroviario fue ascendiendo gradualmente hasta alcanzar el 63,6% en el 2017

Sin embargo, los precios fueron el primer talón de Aquiles del AVE. Era considerado un transporte para ricos, para empresarios, para unos pocos, aunque la operadora siempre se defendía asegurando que había tarifas para todos los bolsillos. El gobierno del PP, con la ministra Ana Pastor, no dio su brazo a torcer y aplicó rebajas en los billetes hasta enero del 2013, cinco años después, aunque encontrarlos no siempre era tarea fácil. En 2008 el trayecto más barato costaba 34 euros y, el más caro, unos 120. Hoy en día, con la competencia de Ouigo e Iryo en marcha, se pueden recorrer los 667 kilómetros en alta velocidad por siete euros. “La liberalización ha sido un acicate para mejorar”, sostiene el responsable de operaciones de Renfe del corredor Madrid-Barcelona-Figueres, Ramón Rosa.

De hecho, conscientes de que perdían la hegemonía del servicio con la llegada de las operadoras extranjeras, la empresa española creó la marca Avlo, para atraer a otro tipo de público, con menos exigencias. Mantenían el buque insignia del AVE pero el 23 de junio de 2021 ponía ocho trenes Avlo al día.

“La liberalización ha sido un acicate para mejorar”, sostiene el responsable de operaciones de Renfe del corredor

Renfe, Ouigo e Iryo no son amigos de dar detalles sobre el volumen de clientes que atesoran. Lo evitan para ahorrar detalles a los demás. Sin embargo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sí los publica. Los últimos datos son del tercer trimestre del 2022, cuando los italianos aún no habían arrancado. La CNMC afirmó en junio de 2022 que los precios de los billetes de tren entre Madrid y Barcelona se habían reducido un 25%.

Esas cifras revelan que los AVE y Avlo de Renfe superan de mucho a la alta velocidad de SNCF. Ouigo copa el 29,4% de los trayectos entre las dos capitales mientras que Renfe se lleva más de la mitad con sus AVE (concretamente el 56,5%) y otro 14,1% con los de bajo coste de Avlo.

El presidente de la compañía, Isaías Táboas, cree que la liberalización “es la segunda gran oportunidad de Renfe para hacer un salto adelante cualitativo y la primera fue el AVE”, ha recordado en una conferencia esta semana en Madrid.

Los modelos de tren

Renfe S100

  • Fabricado por Alstom
  • 2 cabezas tractoras y 8 remolques
  • 200 m
  • 332 plazas
  • 300 km/h

Renfe S103

  • Fabricado por Siemens
  • 8 coches
  • 200 m
  • 404 plazas
  • 350 km/h

Renfe S112

  • Fabricado por Talgo-Bombardier
  • 2 cabezas tractoras y 12 remolques Talgo
  • 200 m
  • 353 plazas
  • 330 km/h

AVLO s112

  • Fabricado por Talgo-Bombardier (s112 adaptado)
  • 2 cabezas tractoras y 12 remolques Talgo
  • 200 m
  • 438 plazas
  • 330 km/h

OUIGO Euroduplex

  • Fabricado por Alstom
  • 2 cabezas tractoras y 8 coches de 2 pisos
  • 200 m
  • 509 plazas
  • 320 km/h

Iryo ETR-1000

  • Fabricado por Hitachi-Bombardier
  • 8 vagones
  • 202 m
  • 419 plazas
  • 300 km/h

El 20 de febrero de 2008 un total de 34 trenes estrenaron una infraestructura que había costado 9.000 millones de euros y cambiaron para siempre la conexión entre Barcelona y Madrid, desbancando al avión solo cinco años más tarde. Hoy, hacen este recorrido 96 trenes: 54 de Renfe, 10 de Ouigo y 32 de Iryo. Las tres empresas tienen los surcos asignados para crecer hasta un total de 112 trenes al día, que irán ocupando en función de la demanda y del material móvil que incorporen.

Desde octubre de 2011, el viaje dura dos horas y media, a pesar de que la tecnología de la vía permitiría ir a 350 kilómetros por hora y reducir ese tiempo. No obstante, el coste de la energía y el mayor mantenimiento de los trenes no lo hacen aconsejable porque repercutiría en el precio del billete, algo que nadie quiere. “Éramos como un hijo único y con la llegada de otras empresas hemos tenido que aprender a compartir la habitación, pero todos los hermanos mayores se acostumbran”, describe Ramón Rosa.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos:
Cristina Buesa
Fotos y vídeos:
Ferran Nadeu
Infografías:
Francisco J. Moya
Coordinación
Rafa Julve