Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Educación

“No somos multiusos”: una educadora social denuncia la precariedad de la profesión en redes

La creadora del perfil ducadorasocial busca visibilizar la falta de reconocimiento y los bajos salarios de un sector imprescindible en la atención a menores y colectivos vulnerables

Estas son las carreras universitarias que cuentan con menos alumnos en España

¿Cuándo caducan los vales escolares del curso 2025/2026?

Menores en una escuela.

Menores en una escuela. / Bianca Bufi

Duna Márquez

Palma
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una educadora social mallorquina ha encendido el debate en redes sociales tras denunciar que, pese a tener estudios universitarios, idiomas y una amplia experiencia profesional, su trabajo “no está ni reconocido, ni valorado, ni bien pagado”.

La joven ha abierto un perfil en Instagram bajo el nombre ducadorasocial, con el que pretende “dar información, sin pelos en la lengua, sobre la educación social” y explicar desde dentro cómo es la realidad de una profesión que, según asegura, vive en la precariedad y la invisibilidad institucional.

Un nombre con historia

El título de la cuenta no es casual. Tal y como explica en uno de sus primeros posts, ducadora fue el apodo que le dio un niño recién llegado a un centro de menores en el que trabajaba que “no podía aprenderse los nombres de todos los que estábamos allí”. Ese bautizo improvisado se ha convertido ahora en su seña de identidad digital.

En sus publicaciones, la educadora critica que a menudo se les asignen funciones que no les corresponden. “No somos multiusos, somos educadores sociales. Uno de los retos más importantes es poner límites y decir que ‘no’”, sentencia en uno de los mensajes.

Un reflejo de la precariedad

El eco de sus denuncias ha generado comentarios de apoyo, pero también de resignación entre quienes comparten situación laboral. “Jolines macho. Entonces qué nos queda a los que no tenemos 2 carreras, 3 másters, 7 especializaciones y 13 años de experiencia”, le respondía una usuaria, dejando entrever que la falta de reconocimiento es transversal en el sector.

Más allá de la ironía, la iniciativa de la mallorquina pretende abrir un espacio de reflexión y debate en redes sobre el papel de los educadores sociales en la atención a menores, familias en riesgo y colectivos vulnerables, y reclamar que el esfuerzo formativo y profesional tenga un respaldo real en condiciones de trabajo dignas.