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Derechos laborales

Ignacio de la Calzada, abogado, aclara los despidos improcedentes: “No se puede sancionar lo que nunca se prohibió"

El experto laboralista advierte que este error formal es la causa de muchos despidos improcedentes en España

El abogado Ignacio de la Calzada aclara los despidos improcedentes: “No se puede sancionar lo que nunca se prohibió"

El abogado Ignacio de la Calzada aclara los despidos improcedentes: “No se puede sancionar lo que nunca se prohibió" / INF

C. Suena

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Un error frecuente que cuesta caro a las empresas. Cada año, cientos de despidos y sanciones laborales acaban siendo declarados improcedentes por los tribunales. La razón, según explica el abogado laboralista Ignacio de la Calzada, conocido en redes como Un Tío Legal, no suele ser una cuestión de fondo, sino un error de forma: la falta de información previa al trabajador sobre las normas de la empresa.

En su análisis, el letrado recuerda que muchos empresarios se quejan de que “no pueden sancionar ni despedir a nadie” porque los casos terminan anulados. Y, en realidad, la clave está en cómo se comunica. No se trata de no poder sancionar, sino de no haber avisado antes.

El poder disciplinario del empresario exige una base clara

De la Calzada lo resume así: el poder disciplinario del empresario, es decir, la facultad para sancionar o despedir por motivos justificadossolo es válido si se ha informado previamente al trabajador de sus obligaciones y de las normas de conducta de la empresa.

Y ese aviso no puede hacerse “de viva voz”: debe quedar por escrito. Sin esa comunicación formal, el despido o la sanción pueden considerarse nulos o improcedentes, ya que el empleado no fue advertido con antelación de que su comportamiento podía tener consecuencias.

Normas por escrito: del uso del móvil al registro horario

Entre los errores más comunes que cita el abogado se encuentran las sanciones por uso del teléfono móvil, falta de fichaje en los descansos o incumplimiento del registro horario.

Son situaciones que, si no se han comunicado previamente, no pueden castigarse de forma válida, aunque sean evidentes. La recomendación es sencilla: avisar por escrito antes de sancionar. Un correo electrónico genérico con las normas básicas, recordatorios sobre el uso del móvil o el fichaje en los descansos puede evitar muchos conflictos laborales.

Avisar primero, sancionar después

El procedimiento correcto, subraya De la Calzada, es avisar primero y sancionar después, siempre de forma proporcionada. Por ejemplo: si un trabajador utiliza el móvil sin permiso, se le envía un aviso formal. Si reincide, se impone una sanción. Y solo si continúa, podría llegar el despido.

Actuar de otra manera, tolerar la conducta durante meses y despedir de repente, es lo que provoca que los jueces declaren el despido improcedente. El principio es claro: no se puede castigar lo que nunca se prohibió formalmente.

Lo que dice la ley y la práctica judicial

Los tribunales laborales aplican el principio de proporcionalidad y de información previa. Si el empresario no demuestra que el trabajador conocía las normas, se considera que no hubo dolo ni culpa, y el despido se declara improcedente.

De ahí la insistencia del abogado: un simple documento interno o un correo electrónico puede marcar la diferencia entre una sanción válida y una pérdida judicial costosa.

Una lección de prevención

El mensaje final de Ignacio de la Calzada es directo: “Primero se informa, después se sanciona.” Una práctica tan básica como comunicar por escrito las reglas del juego puede evitar demandas, indemnizaciones y años de litigio.

El derecho laboral, recuerda el letrado, no está para impedir sancionar, sino para garantizar que todo despido se haga con garantías, información y proporcionalidad.