Repsol gana un 34,3% menos hasta septiembre por los menores precios del petróleo

Repsol obtuvo un resultado de 1.177 millones de euros en los nueve primeros meses de 2025, un 34,3% menos que en el mismo periodo de 2024, que atribuye principalmente al efecto de los menores precios del petróleo en la valoración de sus inventarios. El resultado ajustado, que mide específicamente el desempeño de los negocios, se situó en 2.173 millones de euros, un 19% inferior que en 2024.

Sin embargo, en el tercer trimestre, registró un beneficio neto que más que duplicó al del año anterior, hasta situarse en 574 millones de euros (el resultado ajustado creció un 47%, hasta los 820 millones de euros).

La petrolera contextualiza estos resultados en un entorno marcado por "la incertidumbre geopolítica y las preocupaciones por la sobreoferta de petróleo", pero con el negocio de refino "en un buen momento" por el "déficit de suministro de diésel" y las plantas industriales recuperando sus niveles de actividad tras las interrupciones causadas por el apagón en la Península Ibérica en el segundo trimestre.

Ese ha sido el resumen realizado por el consejero delegado de la compañía, Josu Jon Imaz, en la presentación de las cuentas ante los analistas, a quienes ha anunciado una actualización de sus proyecciones hasta 2028 en marzo de 2026. El evento tratará de dar "claridad" sobre los indicadores "operativos y financieros" para los próximos tres años, pero los principios estratégicos (reparto de dividendos, fortaleza financiera y gasto de capital prudente) se mantendrán intactos. "No esperen sorpresas", ha avanzado.

Mejor trimestre comercial

Por negocios, el área de exploración y producción de petróleo y gas natural (Upstream) alcanzó 1.214 millones de euros entre enero y septiembre, un 5% más que en el mismo período de 2024, por los mayores precios del gas y los menores costes operativos, y un crecimiento del 10,5% en el trimestre (317 millones de euros). Mientras que el área industrial, que agrupa a las refinerías y el negocio químico, obtuvo un resultado ajustado de 545 millones (-54,7%) en los primeros nueve meses, pero con un crecimiento del 70,3% en el trimestre por la normalización de la actividad tras el apagón en España y Portugal, que ha permitido capturar mayores márgenes de refino.

Por otra parte, el área comercial mantuvo su tendencia de crecimiento, con un alza del 21,3%, hasta 599 millones en los primeros nueve meses del año, y el "mejor resultado trimestral en la historia" de la petrolera, según ha revelado Imaz. El beneficio ajustado del tercer trimestre alcanzó los 241 millones de euros, un 22% más que en el trimestre anterior y un 34% más que en el mismo periodo de 2024 debido.

El consejero delegado de Repsol atribuye el buen desempeño del área comercial a la venta de electricidad y gas en España y Portugal, que sumaba 2,9 millones de clientes a finales de septiembre, y al incremento de las ventas de combustible para transporte por carretera, que crecieron un 14% interanual, alcanzando los niveles prepandémicos, entre otras cosas.

Dividendos

En julio, Repsol distribuyó un dividendo bruto en efectivo de 0,50 euros por acción, que, sumado a los 0,475 euros brutos pagados en enero, asciende el dividendo total en efectivo para 2025 a 0,975 euros brutos por acción, un 8,3% más que en el ejercicio anterior. En la Junta General de Accionistas, celebrada en mayo, la petrolera aprobó la distribución de un dividendo adicional de 0,50 euros brutos por acción, que se abonará en enero de 2026.

La petrolera completa esta remuneración en efectivo con recompras de acciones por un importe total de 700 millones de euros en 2025, con el objetivo de reducir capital. Una primera reducción de capital ya se ha llevado a cabo y la segunda se efectuará antes de que termine el año. En 2026, tras las reducciones de capital llevadas a cabo en 2025, la compañía prevé distribuir un dividendo de "aproximadamente 1,05 euros" en función "del número exacto de acciones que se recompren al finalizar el programa actual", ha afirmado Josu Jon Imaz.

La deuda neta del grupo al cierre del tercer trimestre de 2025 se situó en 6.890 millones de euros, 1.162 millones de euros superior a la del cierre del segundo trimestre debido principalmente al impacto de la consolidación de la fusión con Neo Energy en Reino Unido. Excluyendo el impacto de la fusión en Reino Unido, la deuda neta de Repsol se hubiera mantenido en línea respecto a la del segundo trimestre.

¿Salida a Bolsa en EEUU?

Imaz ha revelado que la empresa busca la manera de monetizar su negocio de exploración y producción en 2026 a través de "una salida a bolsa, una fusión con una empresa que cotiza en Estados Unidos o la entrada de un nuevo inversor privado en Repsol". La petrolera, que comparte esta área con el fondo estadounidense EIG al que le vendió una participación del 25% por 4.800 millones de dólares en 2022 (unos 4.820 millones de euros al cambio en la época), mantendrá en cualquier caso el 51% del negocio. "Mantener el control es evidente que es una línea roja para Repsol", ha afirmado Imaz.

Por si quedaba alguna duda, el consejero delegado de la petrolera ha descartado que vaya a haber ningún tipo de desinversión en este negocio, después de que uno de los analistas le preguntara por los yacimientos de Alaska. "Nos sentimos cómodos con nuestra posición en este sector. Somos una empresa de petróleo y gas. Estamos creando nuevas reservas estratégicas. Y probablemente Alaska es un activo clave para el éxito de la empresa", ha remachado.

Venta de renovables

La compañía, además, ultima la venta de parte de su cartera de renovables en España. En concreto, 700 megavatios (MW) de energía eólica y solar que prevé transaccionar antes de finales de 2025 o principios de 2026. Se trata en su mayoría de megavatios eólicos, "que constituyen un activo bastante escaso, ya que la energía eólica es capaz de captar los precios durante todo el día", según Imaz.

La parte solar es "minoritaria" y está vinculada a contratos de compra de energía a largo plazo (PPA) que se negociaron hace dos años "en el momento álgido de la crisis energética", ha añadido, dando a entender que el precio del contrato será relativamente alto y no tendrá ningún vínculo con los precios negativos que se han visto en los últimos meses en el mercado eléctrico. "Para un inversor es un activo realmente atractivo", ha insistido.

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