ENERGÍA
Las eléctricas buscan el apoyo del Gobierno en su choque frontal con Red Eléctrica por el miedo a otro apagón
La patronal de Iberdrola, Endesa y EDP lanzan un duro ataque contra REE en una carta al Ministerio para la Transición Ecológica por su gestión antes del ‘cero eléctrico’ y por sus nuevas medidas para evitar otro colapso

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, y la presidenta de Red Eléctrica de España, Beatriz Corredor. / Carlos Luján / Europa Press

Seis meses después del gran apagón que paralizó España, el choque frontal entre Red Eléctrica y las grandes energéticas a cuenta del colapso no deja de enconarse. A la espera aún de que se concreten oficialmente todas las causas y se señalen los culpables del desastre, continúa el cruce de acusaciones entre unos y otros sobre la responsabilidad en el origen del colapso y ahora se amplía con un nuevo choque entre eléctricas y Red Eléctrica a cuenta de los episodios de inestabilidad en el sistema de las últimas semanas y las medidas urgentes para atajarlos. Y en este nuevo frente del enfrentamiento entre los agentes del sector, las grandes eléctricas buscan ganarse el apoyo del Gobierno frente a Red Eléctrica.
La patronal Aelec -que integra a Iberdrola, Endesa y EDP- ha trasladado por carta al Ejecutivo un duro ataque contra Red Eléctrica por su gestión antes del apagón del 28 de abril y por sus nuevas medidas para evitar otro colapso y por la falta de transparencia para compartir información sensible, y reclaman adoptar reformas urgentes para mejorar la estabilidad del sistema eléctrico y evitar más riesgos. “Seis meses después del incidente, el operador del sistema (REE) aún no ha determinado con precisión la causa de las variaciones de tensión ni ha comunicado la implementación de medidas preventivas”, se queja la patronal eléctrica en la misiva remitida la pasada semana al secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, y a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO.
La asociación de Iberdrola, Endesa y EDP se queja de que Red Eléctrica sigue sin facilitar “información esencial y que debería ser pública” para poder analizar las causas del apagón, y “esta falta de transparencia dificulta la evaluación rigurosa del suceso y limita la posibilidad de diseñar medidas eficaces que eviten su repetición”. Las grandes eléctricas señalan que REE es el responsable de asegurar al seguridad del sistema y REE denuncia que las grandes centrales eléctricas no cumplieron con sus obligaciones legales de actuar para estabilizar. Y entre acusaciones y autoexculpaciones, el sistema eléctrico está registrando ahora un funcionamiento inestable que ha desatado la preocupación sobre la seguridad del suministro.
Medidas de urgencia
En las últimas semanas han saltado las alarmas tras detectarse numerosos cambios bruscos de tensión en el sistema eléctrico y por la urgencia con que los reguladores se han lanzado a poner parches temporales para evitar males mayores. Red Eléctrica, el operador del sistema eléctrico, alertó al Gobierno y a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) de que se están registrando variaciones bruscas de tensión y pidió la adopción de medidas urgentes para controlarlos y garantizar la seguridad de suministro eléctrico.
La CNMC ha aprobado ya aplicar algunas de estas reformas urgentes del funcionamiento del sistema de manera temporal (al menos durante un mes y ampliable hasta tres) y estudiará más en profundidad otras propuestas de REE y el Gobierno para fortalecer aún más el control de la tensión. El regulador dejó fuera del paquete de medidas urgentes precisamente una reforma clave que reclamaba Red Eléctrica -y que rechazaban las compañías eléctricas- que implicaba elevar al máximo la disponibilidad de las centrales eléctricas convencionales (centrales nucleares, de gas e hidroeléctricas) para actuar de instantánea para evitar problemas de tensión si lo exigía el operador del sistema. La CNMC ha creado un grupo de trabajo para estudiar más en profundidad los efectos de adoptar medidas de mayor intervención de las instalaciones del sector eléctrico.
“Estos fenómenos reflejan un problema estructural de la red y no un incumplimiento individual de las instalaciones, que han seguido prestando correctamente el servicio de control de tensión” conforme a la normativa vigente. Aelec denuncia que la pretensión de Red Eléctrica de obligar a todas las centrales nucleares, de gas e hidroeléctricas a reaccionar de manera instantánea para controlar la tensión del sistema son un riesgo para la seguridad de las propias instalaciones y que sólo buscaban “endurecer los requisitos sin abordar e problema de fondo, trasladando responsabilidades del operador a los generadores”.
Señalar a las centrales eléctricas
“Se planteaba [por parte de REE] un enfoque más orientado a evidenciar incumplimientos de la generación síncrona que a proporcionar soluciones operativas al control de tensión”, denuncia la patronal. En este sentido, Aelec asegua que las centrales nucleares, por ejemplo, operan dentro de límites técnicos de seguridad comunicados por las empresas, validados por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y conocidos por REE “desde hace más de dos décadas”, pero que “no pueden ser habilitadas para consignas dinámicas de tensión por razones de diseño y seguridad”. Esto es, las nucleares no pueden garantizar una reactivación instantánea de los reactores si están paradas. Sin embargo, las centrales de gas sí que habrían demostrado mayor capacidad de reaccionar con rapidez en caso de ser necesario.
Las grandes eléctricas alertan de que lo problemas de tensión del sistema eléctrico no son un fenómeno puntual, sino que es un problema estructural, que pone en riesgo la estabilidad del sistema eléctrico por el modelo obsoleto de control de Red Eléctrica. Las eléctricas denuncian el caso particular de España cuyo sistema eléctrico opera con mucho menos margen para evitar problemas de desconexiones masivas.
En España, las tensiones han ido aumentando año tras año y, según Aelec, la solución de Red Eléctrica fue considerar “normal” tensiones hasta 435 kilovoltios (kV), cuando el estándar europeo es 420 kV. En la práctica, esto significa elevar el umbral de normalidad en lugar de reducir las tensiones. En Europa, las centrales eléctricas están protegidas para desconectarse automáticamente si la tensión supera los 440 kV, lo que deja un margen operativo de 20 kV (de 420 kV a 440kV). En cambio, en España, el margen sería de solo 5 kV, un rango tan pequeño que cualquier desviación puede provocar desconexiones masivas.
Aelec busca el apoyo del Gobierno frente a Red Eléctrica para redefinir los procedimientos de operación del sistema eléctrico que sean “factibles y proporcionados” y que ajusten el límite de tensión de 435 kV a 420 kV, en línea con los estándares europeos. Y la asociaicón de las eléctricas también reclama un refuerzo del control dinámico de tensión, mediante inversiones en la red y la participación progresiva de renovables (fotovoltaica y eólica) en el control dinámico y amortiguamiento de oscilaciones, algo no que está previsto que suceda hasta entrado 2026 tras una reforma activada tras el apagón.
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