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Informe del Consejo Europeo

Bronce y plata para Barcelona y Madrid: entre las tres ciudades europeas que más sueldo destinan a la vivienda

Los ciudadanos de estas dos capitales españolas destinan más del 74% de su sueldo a la vivienda, solo por detrás de Lisboa, con un ratio del 116%

En el otro extremo se encuentran Luxemburgo, Fráncfort, Helsinki o Viena

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Un cartel anuncia el alquiler de una vivienda en Madrid.

Un cartel anuncia el alquiler de una vivienda en Madrid. / EP

Sabina Feijóo Macedo

Sabina Feijóo Macedo

Barcelona
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Ni Luxemburgo, ni Fráncfort, ni Helsinki, ni París. Las tres ciudades donde los ciudadanos destinan un mayor porcentaje de su sueldo a la vivienda están en la península ibérica, y dos de ellas son españolas. Pocas horas antes de que comience la cumbre de Bruselas —que reúne este jueves a los 27 Estados miembros de la Unión Europea para debatir los objetivos climáticos y la crisis del acceso a la vivienda—, el Consejo Europeo ha difundido un informe elaborado por su departamento de investigación y análisis, a partir de datos del instituto de investigación del Deutsche Bank.

Según el documento, los habitantes de Lisboa destinan el 116% de su salario a la vivienda, seguidos de Madrid y Barcelona, ambas con un 74%. De este modo, las tres grandes urbes ibéricas se sitúan muy por encima de ciudades como Luxemburgo y Fráncfort (ambas con un 34%), Helsinki (35%) o Viena (37%), según una clasificación de referencia que abarca 22 ciudades europeas.

Un problema estructural

El informe reconoce que la crisis de la vivienda es un “problema estructural” de la Unión Europea, aunque con características locales y variaciones regionales. Es estructural porque los precios de la vivienda se han encarecido de media un 58,3% entre 2015 y el primer trimestre de 2025.

El único país donde los precios bajaron durante este periodo fue Finlandia. En el resto, el incremento fue generalizado: Hungría (237%), Portugal y Lituania (147% en ambos casos) lideran las subidas, según los datos de Eurostat.

Y, aunque pueda parecer paradójico, España registró un aumento del 72%, que la sitúa —junto a Italia y Chipre (13%) o Francia (26%)— en la parte baja de la tabla. Sin embargo, ese alza, si se compara con la evolución de los salarios, resulta mucho más grave.

El documento contextualiza esta tendencia en un marco de urbanización acelerada, donde en últimos 30 años, las ciudades del mundo han crecido en extensión en una superficie equivalente a la de Rumanía. En este contexto, la Unión Europea afronta una etapa de transformación, ya que sus áreas urbanas —hogar del 70% de la población— se enfrentan a desafíos estructurales, sociales y ambientales. "Con una urbanización que alcanzará el 83% en 2050, las ciudades deberán hacer frente a la escasez de vivienda, la resiliencia de las infraestructuras, los cambios demográficos y las exigencias climáticas para garantizar un crecimiento sostenible e inclusivo”.

Esto explica por qué el precio de la vivienda ha aumentado en prácticamente todas las grandes capitales del continente.

La vivienda pesa un 5,3% del PIB europeo

“Al mantener un debate estratégico sobre la vivienda, el Consejo Europeo subraya su importancia fundamental, no solo para el bienestar de los ciudadanos, sino también como un factor clave para una Europa más competitiva y cohesionada”, señala el informe, que recuerda que el sector representa el 5,3% del PIB de la UE.

El análisis insiste en que la capacidad de actuación europea es limitada, ya que “muchas soluciones dependen de los Estados miembros”, lo que dificulta diseñar “políticas ideales aplicables a todos”. No obstante, el Consejo identifica preocupaciones comunes: el coste de la vida, la presión del alquiler sobre la oferta y los tipos de interés.

“La acción europea puede complementar los esfuerzos nacionales para mejorar el parque existente y corregir fallos de mercado, pero algunas medidas plantean dilemas”, añade el texto, que advierte de que las políticas de asequibilidad deben “evitar agravar desigualdades, frenar la construcción o generar cargas financieras duraderas”.

El documento subraya también que hay factores externos que podrían aliviar parte de la presión, como la movilidad laboral, la planificación territorial o la política energética. Recuerda, además, que el 85% de los edificios europeos fueron construidos antes del año 2000 y que el 75% tiene baja eficiencia energética.

Propiedad, precios y alquileres

Más de dos tercios de los residentes de la UE son propietarios de su vivienda: el 51,7% vive en casas y el 47,7% en apartamentos. Los precios, según el Consejo, se han mostrado volátiles en los últimos años, con un pico antes de 2022, una caída en 2023 y seis trimestres consecutivos de subidas desde 2024, mientras que los alquileres han mantenido un crecimiento sostenido.

La demanda creciente, especialmente en las regiones urbanas y económicamente dinámicas, ha presionado los precios al alza. Las diferencias nacionales son notables: los alquileres se han encarecido un 28,8% de media en la UE entre 2010 y 2025.

Los países del este y bálticos, como Hungría (+277%) y Estonia (+250%), lideran las subidas, seguidos de Letonia (+162%), Chequia (+155%) y Portugal (+141%), reflejo de las disparidades regionales. En el extremo opuesto, Italia (-1%) y Grecia (-9%) son los únicos donde los alquileres han bajado.

El informe concluye que “los jóvenes, estudiantes y hogares de bajos ingresos tienen mayores dificultades para acceder a viviendas estables”, y que muchos optan por alquilar ante la imposibilidad de financiar una compra, incluso en países donde la propiedad era la norma. La edad media de emancipación en la UE se sitúa en 27,4 años, y supera los 30 años en España, Italia y Grecia.