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El futuro de la instalación extremeña

Mujeres por Almaraz pide por carta a Yolanda Díaz que “interceda” ante el Gobierno para evitar el cierre

En la misiva, firmada por la portavoz de este colectivo, Virginia Aizkorbe, se solicita a la vicepresidenta que “mire más allá de la ideología”, porque “una transición energética justa no puede construirse sobre el sacrificio de miles de familias”

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Dí­az.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Dí­az. / Salvador Sas / Efe

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La portavoz de Mujeres por Almaraz, Virginia Aizkorbe, ha remitido este martes una carta a Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, en la que le solicita que interceda ante el Ejecutivo para que se reconsidere el cierre de la planta cacereña. “Plenamente conscientes de que el pacto de Gobierno entre Sumar y el PSOE recoge de forma expresa” la clausura de las nucleares, en la misiva se pide a la vicepresidenta que “mire más allá de la ideología”, porque “una transición energética justa no puede construirse sobre el sacrificio de miles de familias”.

Igualmente, el texto recoge el deseo de este colectivo de mantener una reunión con Yolanda Díaz para explicarle “con más detalle y en persona nuestro punto de vista”. Este es el contenido íntegro de la carta, a la que ha tenido acceso este diario:

Señora vicepresidenta,

Le escribo desde el corazón del Campo Arañuelo, desde una comarca que vive con esperanza, pero también con el miedo de volver a quedarse atrás. Le escribo como mujer, como madre y como portavoz de tantas familias que hoy sienten que el cierre de la central nuclear de Almaraz puede convertirse en una herida irreparable para esta tierra. No es una carta política, sino profundamente humana. Porque detrás de cada decisión energética hay personas, empleos, aulas, comercios y hogares que dependen de que esta tierra siga teniendo futuro.

Reiterado compromiso con las familias

Usted, vicepresidenta Díaz, ha reiterado en numerosas ocasiones su compromiso con los trabajadores y con la defensa de los derechos de las familias. Por eso me atrevo a pedirle que interceda ante el Gobierno para que se reconsidere el cierre de la central de Almaraz. Le pido que escuche el clamor de los sindicatos, de los técnicos, de las pequeñas empresas y de las mujeres que sostenemos cada día esta comarca. Que su voz —tan necesaria en otros debates sociales— sea también la voz de Extremadura.

Somos plenamente conscientes de que el pacto de Gobierno entre Sumar y el PSOE recoge de forma expresa el cierre progresivo de las centrales nucleares, y entendemos la voluntad política que hay detrás: avanzar hacia un modelo más sostenible aunque la descarbonización no se entiende sin nucleares. Por eso, le pedimos, ministra, que reconsidere esa decisión porque una transición energética justa no puede construirse sobre el sacrificio de miles de familias.

No dejar atrás a los trabajadores

Un cambio de modelo no puede dejar atrás a los trabajadores, a las familias y a los territorios que han sostenido durante décadas el suministro y la estabilidad energética de España. Por eso creemos que es momento de detenerse, escuchar y dialogar con realismo y humanidad, antes de apagar una fuente de empleo y futuro que da vida a una región.

Le pedimos, ministra, que mire más allá de la ideología. Usted también es madre, y quizá por eso pueda entender lo que sentimos. Cuando se nos dice que en 2027 o 2028 se apagará la central, lo que oímos no es una fecha técnica, sino una fecha de partida. Será el momento en que muchos jóvenes tengan que marcharse porque aquí no quedará trabajo. Nos piden aceptar que nuestros hijos se vayan, y eso no es transición ecológica: es abandono.

Hablar con Aagesen

Por eso le ruego que hable con la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, y le pida que se siente con las empresas propietarias de Almaraz (que ya han hecho público en varias ocasiones su deseo de seguir operando la central) para dialogar y negociar su continuidad. Necesitamos ese diálogo. No para negar la transición, sino para construirla con rigor, sin improvisaciones, sin condenar a la comarca a la despoblación. Queremos ser escuchados con respeto, sin guiones previos, con la seriedad que merece un territorio que durante décadas ha aportado energía firme, empleo y estabilidad a toda España.

Afecta a miles de personas

El cierre de Almaraz afectará a 4.000 personas. No solo a los trabajadores directos. Miles de empleos indirectos desaparecerán: talleres, comercios, transportes, servicios, hostelería… Si se apaga la central, se apagan también partidas enteras de los presupuestos locales. Y cuando eso ocurre, las consecuencias se sienten durante generaciones.

Manifestacion por la continuidad de la central nuclear de Almaraz.

Manifestacion por la continuidad de la central nuclear de Almaraz. / Toni Gudiel

Los sindicatos ya han expresado su oposición al cierre, precisamente porque ven el daño social y económico que supondría. Usted, que ha defendido siempre el papel del trabajo digno y la justicia territorial, comprenderá que aquí no estamos hablando de cifras, sino de vidas. Extremadura no puede ser siempre la tierra que da sin recibir, la que aporta energía al país y a cambio ve marcharse a su gente.

Por eso le pedimos que use su autoridad moral y política para defender el equilibrio territorial. No pedimos privilegios; pedimos justicia y tiempo.

Ya pasó en Galicia

Sabemos que usted conoce bien lo que significa el abandono territorial. En su tierra, Galicia, lo vivieron con las reconversiones industriales y el cierre de fábricas que sostenían comarcas enteras. Aquí está ocurriendo lo mismo. Por eso apelamos a su sensibilidad y a su memoria, porque lo que está en juego no son solo reactores, sino comunidades enteras, familias enteras, el alma de una región que no quiere volver a vaciarse.

Evitar desiertos demográficos

No hay transición verde si deja a su paso desiertos demográficos. No hay justicia social si se apagan los motores de la España rural. Y no hay política feminista si se condena a miles de mujeres a perder su empleo, su autonomía y su tierra.

Por todo ello, ministra Díaz, le pedimos que interceda ante el Gobierno, que promueva una mesa de diálogo real con la ministra Aagesen y que defienda públicamente la necesidad de reconsiderar los plazos de cierre de Almaraz.

Vicepresidenta, el grupo de Mujeres por Almaraz, quisiéramos también poder reunirnos con usted para explicarte con más detalle y en persona nuestro punto de vista, así como los próximos pasos que vamos a dar. Y, sobre todo, para pedirle que nos ayude en nuestra causa, pensando primero en nosotras como mujeres y madres y también en nuestros hijos y en su bienestar. Confiamos en que pueda recibirnos en los próximos días; por nuestra parte, nos adaptaremos a cualquier hueco que puedas hacer en tu agenda, por pequeño que sea.

Fotogalería | Así ha sido la presentación del manifiesto Alianza por Almaraz

Imagen tomada hace unas semanas durante la presentación del manifiesto Alianza por Almaraz / Carlos Gil

No pedimos eternidad, pedimos tiempo. Tiempo para la esperanza no se apague. Usted puede hacerlo. Puede tender puentes, abrir conversaciones y demostrar que la política puede ser, también, una forma de cuidar.

Con respeto, pero con la urgencia de quien ama su tierra,

Virginia Aizkorbe

Portavoz de Mujeres por Almaraz