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Informe de la Oficina Europea de Patentes (OEP)

España es el país europeo que más ha incrementado el número de patentes procedentes de la investigación pública

Es el mercado con el porcentaje de crecimiento más alto, un 365%, en las dos primeras décadas de los 2000, aunque sigue a mucha distancia de Francia y Dinamarca, y todavía no rebasa a Países Bajos ni Bélgica

Las universidades catalanas propulsan la solicitud de patentes académicas en España

Un equipo de investigación en microscopía de fuerzas vinculado al CSIC, principal centro de España en patentes académicas

Un equipo de investigación en microscopía de fuerzas vinculado al CSIC, principal centro de España en patentes académicas / Ángela R. Bonachera/ICMM-CSIC

Paula Clemente

Paula Clemente

Barcelona
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La red de centros de investigación y hospitales públicos de España (y/o sus profesionales) registraron un total de 2.994 patentes entre los años 2000 y 2020. Dicho de otro modo, en las primeras dos décadas de los 2000, se solicitaron 2.994 escudos para proteger avances científicos o tecnológicos relacionados con la biotecnología, los fármacos, tratamientos de salud, tecnología computacional, semiconductores… Así lo muestra un informe que la Oficina Europea de Patentes (OEP) y Fraunhofer ISI publican este miércoles y que coloca a España como el país que más ha acelerado en una carrera que, especialmente ahora, resulta crucial para Europa: la de convertir su propia innovación en negocio.

España es, así pues, el mercado que más ha incrementado el número de patentes en este periodo. Registró 57, en 2001, y llegó a las 265 en 2020, un 365% más. Hay, sin duda, un elemento de volumen (el resto de países con los que compite partían de cotas más altas), pero lo cierto es que el mercado ibérico no está tan lejos de Bélgica o los Países Bajos, y creció el doble y triple, respectivamente, que ellos.

En el balance total, España figura en quinta posición. Ganan, a muchísima distancia, Francia (25.300 patentes procedentes de investigación pública) y Alemania (18.200). Y completan el ránking los Países Bajos (3.800) y Bélgica (3.084). En definitiva, España se mantiene en la misma quinta posición que ocupa en el listado de mayores economías de Europa, mientras que Reino Unido o Italia, más grandes que ella, van por detrás en el número de investigaciones públicas que empiezan el camino para llegar a mercado.

Liderazgo del CSIC

Asimismo, este ecosistema destaca por ser el tercero en el que más peso tienen las patentes procedentes de los centros públicos: son el 11,9% del total, solo superado por el 13,9% de Francia y el 13,5% de Portugal. El resto se mueven, mayoritariamente, entre el 2% y el 4%. También por lograr que uno de sus centros de referencia, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), aparezca entre las 10 instituciones más activas de Europa. Entre esta decena han producido casi dos tercios del total de patentes, aportando algo más de 1.000 el CSIC, que queda el noveno en la lista. El primero es el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS, por sus siglas en francés), que supera las 10.000.

Otras instituciones españolas que también menciona el informe son la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA) y el Consorcio Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER). Del lado de los hospitales, España se coloca en séptima posición, con 726 solicitudes de patentes procedentes de este tipo de centros entre 2001 y 2020.

Creación de 'startups'

La rama española de la OEP enfatiza, además de todo esto, que más de la mitad de las patentes académicas solicitadas desde estas instituciones incluyen varios solicitantes, de las cuales casi una cuarta parte son con investigadores europeos o extranjeros. “Los organismos públicos de investigación españoles demuestran un notable espíritu de colaboración”, remarcan, agregando a esto que el país cuenta con casi un centenar de ‘startups’ vinculadas a centros de investigación a través de las patentes.

Tal como refleja la Estrategia Europea de ‘Startup’ y ‘Scale-up’ –reza el informe de la OEP–, en tanto que Europa busca cómo ser más competitiva, la investigación pública es un elemento clave en el futuro de Europa. “Las patentes son centrales en esto, transformando los descubrimientos científicos en activos que atraigan inversión, impulsen a las ‘startups’ y maximicen su impacto”. “Para aprovechar al máximo el potencial [de la investigación pública europea], debemos intensificar la colaboración y acelerar la transferencia de la investigación a tecnologías con aplicación práctica”, concluye el presidente de la OEP, António Campinos, en un comunicado vinculado al lanzamiento del informe.  

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