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Empleo

Gonzalo Bernardos sobre la jornada laboral: "Que en 22 años solo se haya reducido siete horas es una minucia"

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Patricia Páramo

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La propuesta para reducir la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales sin disminución salarial ha sido rechazada en el Congreso de los Diputados. Con los votos en contra de PP, Vox y Junts, la medida impulsada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, queda vetada. En el programa 'Más Vale Tarde', el economista Gonzalo Bernardos ha analizado esta decisión y ha lanzado una crítica contundente: "Que en 22 años solo se haya reducido siete horas es una minucia".

Una propuesta "de sentido común"

Bernardos considera que esta propuesta no solo era razonable, sino también “de sentido común”. Según explica, entre 2003 y 2024 la jornada laboral anual apenas ha pasado de 1.753 a 1.746 horas, lo que representa un cambio irrisorio en más de dos décadas. Para él, esta falta de avance en la mejora de las condiciones laborales es una muestra de cómo el crecimiento en productividad no ha repercutido ni en salarios ni en tiempo libre para los trabajadores.

El economista destaca que reducir la jornada laboral tendría tres efectos positivos inmediatos: un aumento del salario por hora, una disminución de la brecha entre empleados públicos y privados (ya que los funcionarios trabajan 37,5 horas) y una mayor apropiación de la productividad generada por parte de los empleados. “Los trabajadores producen más, pero no ven una mejora significativa ni en su salario ni en su tiempo libre”, insiste Bernardos.

Desde su punto de vista, el problema radica en que gran parte del tejido empresarial español, especialmente en las pequeñas empresas, sigue anclado en un modelo poco productivo, basado en largas jornadas y bajos costes.

Más allá de los efectos inmediatos de la propuesta, Bernardos ve en ella un intento por cambiar el modelo productivo del país. “Se trata de trabajar menos horas pero con mayor calidad, mejorar la eficiencia y tener empleados más felices. Y eso, siempre suma”, explica. Para lograrlo, también insta a los sindicatos a adoptar un papel más combativo: “Durante años han priorizado el empleo por encima de los salarios, pero ahora que en muchos sectores hay pleno empleo, toca apretar en los convenios”.

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