La empresa catalana Sateliot lidera un proyecto de la ESA para probar un sistema clave para la defensa europea

Europa está a punto de dar un paso clave en su ambición de romper lazos de dependencia con Estados Unidos, Rusia o China en todo lo que tiene que ver con la tecnología y la defensa. Y dos empresas españolas podrían ser elemento central de la ecuación. Sateliot y GMV liderarán un proyecto firmado con la Agencia Espacial Europea (ESA) para probar su invento: un sistema para esquivar las debilidades de los actuales Sistemas Globales de Navegación por Satélite (GNSS), la tecnología de origen estadounidense que hay detrás de inventos como el GPS.

"Todos estos sistemas funcionan con satélites, que te mandan señales, que triangulan y así saben donde estás", introduce Jaume Sanpera, cofundador y consejero delegado de Sateliot. El problema –prosigue– es que estos tienen una señal muy débil y fácil de interferir. "¿Qué está haciendo Rusia en sus fronteras? Interferir para que los drones no se orienten o dificultar sus operaciones". Así que su propuesta es básicamente disponer de un sistema para que pueda seguir habiendo geolocalización aunque no funcione el GNSS.

¿Cómo? Con mucho cálculo matemático y un juego de suposiciones que permiten al satélite ubicar al elemento en cuestión en un punto del mapa gracias a cierta información que este le transmite. Explicado con un ejemplo muy básico, pero lo suficiente esclarecedor: si se encuentra uno a oscuras en un punto incierto de una casa, y escucha un 'hola, esto es la habitación' desde el cuarto del lado, con la información previa adecuada puede deducir que está en el comedor.

Lo consiga como lo consiga, es un abordaje importante para Europa por razones obvias, visto como está el contexto geopolítico, pero también clave para todos los avances en la Tierra que dependen de internet. "Para que el IoT ['Internet of Things' o Internet de las Cosas] funcione desde un satélite, necesita posicionamiento", contextualiza el consejero delegado de Sateliot. Ellos lideran el proyecto, que tiene una duración de dos años, y GMV es socio técnico.

"Este avance abre nuevas posibilidades en sectores como la defensa y seguridad, donde la autonomía tecnológica de Europa y la operación en entornos 'GNSS-denied' son estratégicas", se explaya el comunicado mediante el cual Sateliot anuncia el acuerdo, firmado este jueves en Madrid, en el marco de uno de los actos de celebración del 50 aniversario de la ESA.

De todos modos, no solo es un avance en términos de autonomía estratégica, sino que, hacerlo de este modo, conlleva menos consumo energético y abaratar mucho el coste del proceso.

Pruebas en laboratorio

"Este proyecto posiciona a España como referente en innovación satelital y conecta a la industria europea con nuevos mercados de IoT ['Internet of Things' o Internet de las Cosas] y servicios 5G", contextualiza Sanpera. "Europa gana posicionamiento y conectividad allí donde antes no había cobertura, y España demuestra su capacidad para ofrecer soluciones de vanguardia: es una tecnología de uso dual, civil y defensa, que permitirá operar con mayor autonomía, resiliencia y eficiencia energética", resume el mismo.

La propuesta se probará, por ahora, en laboratorios que recrean las condiciones reales de la comunicación entre satélites y la Tierra, pero el plan es que se acabe demostrando en órbita con satélites y terminales que se envíen en modo de prototipo.

Sateliot está, de hecho, inmersa en la construcción de una quincena de satélites que prevén lanzar al espacio a partir del año que viene para disponer así de los artefactos suficientes como para empezar a facturar. Esto, que les permitirá, entre otras muchas cosas, hacer llegar cobertura en puntos donde apenas la hay, también redunda en este proyecto que empieza ahora con la Agencia Espacial Europea. "Este proyecto –completa el comunicado– representa un cambio de paradigma y sienta las bases para el desarrollo de la tecnología 6G".

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