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Sector bancario

El mundo empresarial catalán contiene la respiración ante el final de la opa

Empresarios y directivos viven con preocupación –y cierto hartazgo– el resultado de la opa en que el Banc Sabadell se juega su existencia

El Sabadell se revaloriza casi el doble que el BBVA en Bolsa desde que hace 17 meses se filtró la opa

¿Por qué el BBVA calcula que superará el 50% de aceptación y el Sabadell duda de que llegue al 30%?

El presidente del Sabadell, Josep Oliu, junto al del BBVA, Carlos Torres, en una imagen de archivo.

El presidente del Sabadell, Josep Oliu, junto al del BBVA, Carlos Torres, en una imagen de archivo. / RICARDO RUBIO / EUROPA PRESS

Albert Martín

Albert Martín

Barcelona
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La plaça de Maragall de Terrassa era un hervidero en la tarde noche de este lunes. La capital vallesana acogía el acto anual de la patronal Cecot y atrajo a centenares de empresarios y directivos hasta el Teatre Principal de la localidad. Entre los invitados, claro está, diversos directivos del Banc Sabadell. Uno de ellos, avistado por un empresario entre el tumulto, exhibía su rapidez de palabra: 

-¡No me lo preguntes! Ni idea. 

Se refería a sus novedades respecto al resultado de la opa, y la escena ilustra el grado de ansiedad y la curiosidad ante la inminente resolución que ha suscitado en el mundo empresarial catalán la resolución del intento de adquisición del Banc Sabadell por parte del BBVA. Porque en efecto este mismo viernes podría cerrarse la que ha sido una de las pugnas empresariales más sonadas de las últimas décadas en la economía española. 

El lunes, en pleno gentío, destacaban las figuras de Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, la patronal de la gran empresa catalana, y de Antonio Garamendi, el influyente presidente de la CEOE. “Ya hemos dicho muchas veces que no queremos que pase”, afirmaba el primero. “Y somos optimistas, creemos que la opa no saldrá”, añadía. Garamendi, a su vez, guardaba silencio, mientras que desde su entorno recordaban que la postura de la patronal española es de “neutralidad”. 

El resultado de la opa, que anunciará la Comisión Nacional del Mercado de Valores este viernes, ha centrado esta semana muchísimas conversaciones empresariales. Un importante directivo catalán explicaba este lunes a EL PERIÓDICO sus temores al respecto: “Se ha dicho mucho que caerá el crédito para las pymes, pero sinceramente pienso que el problema no será de las pymes, sino de la gran empresa”. Este temor ha sido argumentado por Foment, por Pimec y por la inmensa mayoría de las entidades catalanas, que han hecho frente común contra una opa en que el BBVA a penas ha encontrado aliados. Este estado de opinión también se comprueba viendo la mayoría de accionistas particulares que han dado la espalda a la propuesta del BBVA. A la espera de saber todos los números, el Sabadell anticipaba esta semana que más del 97% de los accionistas minoritarios que tenían sus títulos depositados en la entidad han dado la espalda a la propuesta.

¿Ha estado solo el BBVA en Catalunya? No. En primer lugar porque a raíz de la compra de CatalunyaCaixa, el BBVA es la segunda entidad financiera más grande en la comunidad. Además, Torres es consuegro del empresario Carles Sumarroca, que ha utilizado esa palanca para acceder a determinados entornos empresariales catalanes y exponerles su proyecto.

En este conflicto empresarial ha tenido también un papel del Govern de la Generalitat, tanto con Pere Aragonès (ERC) como con Salvador Illa (PSC). El actual conseller de Empresa, Miquel Sàmper, lo resumía así en declaraciones a este diario: “No queremos la opa, por razones de concentración bancaria y por razones de identidad, y lo mejor es que no prospere”. Sàmper, a su vez, admitía la cierta impotencia del Govern a la hora de frenar la operación que el BBVA lanzó en mayo de 2025. “Hemos hecho todo lo que podíamos hacer; con lo que han dicho Competencia y CNMV nosotros ya no tenemos ninguna herramienta contra la opa, más allá de dar nuestra opinión”, exponía. 

El resultado de la opa puede suponer el adiós al Banc Sabadell, fundado en 1881 y que se cuenta hoy entre las cinco empresas más grandes de Catalunya por facturación y con una influencia enorme por su condición de entidad financiera. La trascendencia de la resolución ha estimulado también los pronósticos, y prácticamente desde mayo de 2024 hay voces convencidas de que el BBVA se saldrá con la suya, del mismo modo en que hay voces que aseguran lo contrario. En los últimos días, sin embargo, el optimismo parece estar más del lado del Sabadell: “Irá por los pelos”, decía un directivo. “Pero por los pelos el 30%, no el 50%”, añadía. 

Distintos empresarios consultados por este diario confirmaban la impresión mayoritaria de que “la opa no es beneficiosa para Catalunya” y añadían un segundo factor: el de un cierto hartazgo tras meses de bombardeo publicitario. “El gasto en publicidad es una vergüenza, casi parece una cuestión personal entre Torres y Oliu”, afirma un empresario en relación a los presidentes del BBVA y el Banc Sabadell. 

“Hay hartazgo y la sensación de que es una cuestión personal de Torres”, afirma un influyente directivo. “Dijo que si no sacaban el 50% se irían a casa y ahora ya están con la posibilidad de rebajar al 30% por una pura cuestión personal”, añade. 

“Los que sí tienen que estar preocupados son los trabajadores del Sabadell y los del BBVA en Catalunya”, tercia otra voz, en relación a la expectativa de que la plantilla de un eventual banco fusionado pierda cerca de 5.000 trabajadores. Se da la paradoja, sin embargo, de que las buenas condiciones que ofrece la banca en prejubilaciones y bajas incentivadas hacen que uno de los pocos colectivos que apoyan la opa sea, justamente, el de parte de los empleados de las dos entidades. El precedente más reciente es el de la fusión de CaixaBank y Bankia, que fue uno de los EREs más grandes de la historia de la empresa española, y en el que se apuntaron a las listas de afectados más trabajadores de los que el acuerdo entre empresa y sindicatos podía absorber. 

Mientras los principales despachos de Catalunya contienen la respiración ante el desenlace de la opa, existe un último factor a tener en cuenta y es la cierta animadversión existente entre los dos bancos tras año y medio de pugna. Este mismo lunes en Terrassa se vio una prueba de ello. 

“¿No has visto a los directivos del BBVA? Búscalos, son los que están en un corrillo y no hablan con nadie”, sonreía un ejecutivo del Sabadell. 

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