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Sector vitivinícola

Corpinnat cierra una vendimia que califica de excelente y que duplica en volumen a la de 2024

Los agricultores que venden sus uvas a las bodegas de la marca han ingresado esta campaña entre 7.000 y 7.300 euros por hectárea, un 50% más que el año pasado

Pere Llopart, presidente de Corpinnat: "Nuestras bodegas merecen ayudas equiparables a las que reciben las DO"

Un momento de la pasada vendimia en una bodega de Corpinnat.

Un momento de la pasada vendimia en una bodega de Corpinnat. / Corpinnat

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

Torrelavit
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En torno a ocho millones de kilos de uvas recolectadas, de las que un 48,5% son propiedad de los bodegueros y el resto, el otro 51,5%, pertenece a viticultores independietes que les venden sus cosechas. La superficie cultivada ha sido de 1.200 hectáreas con un rendimiento de 6.600 kilos por hectárea. Estos son los grandes números de la campaña de 2025 en las empresas adheridas a la marca colectiva Corpinnat, que este año ha prácticamente duplicado los resultados de la pasada, gracias, en buena medida, a un invierno que propició la aparición de brotes muy regulares en las vides y una primavera lluviosa como de las que no se veían hace años. Las altas temperaturas de la segunda mitad del verano, eso sí, han obligado a que la recolección se hicieran de manera acelerada porque los frutos estaban madurando muy rápido.

"Ha sido una vendimia compactada, que empezó el 31 de julio y el 30 de septiembre estaba ya terminada", ha explicado este viernes Roc Gramona, vicepresidente de la entidad. Con todo, Corpinnat habla este año de satisfacción. "Podemos calificar esta cosecha como de excelente, incluso excepcional en algunas variedades de uvas como el xarel·lo", ha afirmado Gramona, en el acto de presentación de los resultados de la vendimia, previo a la Festa de la Verema a la que está previsto que asistan unos 350 invitados. Según sus cálculos, teniendo en cuenta que el precio medio que han percibido los agricultores con los que trabajan ha sido de 1,10 euros por las uvas destinadas a espumosos y de 1,05 euros de promedio por el conjunto de la producción, "esta campaña han ingresado entre 7.000 y 7.300 euros por hectárea, lo que supone un 50% más que el año pasado".

Xavier Nadal, a la izquierda; Pere Llopart, en el centro, y Roc Gramona, a la derecha, brindan tras la presentación de los resultados de la cosecha de Corpinnat de 2025.

Xavier Nadal, a la izquierda; Pere Llopart, en el centro, y Roc Gramona, a la derecha, brindan tras la presentación de los resultados de la cosecha de Corpinnat de 2025. / Blai Carda / Óbal Estudi

"Tenemos uno de los reglamentos más exigentes en cuanto a la producción de vinos espumosos y, aun así, nuestra previsión es la de seguir creciendo", ha destacado por su parte el presidente de la marca colectiva, Pere Llopart, que ha celebrado que ya son "más de tres millones las botellas que se van a elaborar bajo el paraguas de Corpinnat". Eso ha sido posible, sobre todo, gracias a la incorporación de siete nuevas bodegas en el último año, "con lo que la marca ha pasado de 12 a 19 asociados, más uno nuevo, el número 20, que ingresará a principios del año próximo", ha indicado Llopart, que ha recordado que hay otra decena de compañías que están ya en proceso de auditoría para adherirse a la entidad.

Las lecciones de la sequía

Pese a que va a ser difícil determinar el alcance que tuvieron sobre los viñedos los tres años y medio de sequía que vivió recientemente el Penedès, "no hay cálculos exactos, aunque la estimación general es que pudieron morir alrededor de un 15% de las cepas", ha dicho el presidente, "es cierto que hay que tomar nota y que no nos podemos relajar", ha proclamado Xavier Nadal, cofundador de Corpinnat, ex vicepresidente de la entidad y anfitrión, en su finca de Torrelavit (Alt Penedès), de la fiesta de la vendimia de este año.

El no bajar la guardia ante un cambio climático cada vez más evidente pasa, según los viticultores, por plantear riegos de apoyo para las vides, "que seguirán siendo consideradas de secano, porque esa agua será estrictamente de supervivencia", ha avisado Llopart, que ha reconocido, sin embargo, que la instalación de un sistema de regadío en esta zona topa con e problema "de la falta de fuentes de agua". Otra opción que se podría barajar es la reducción de la densidad de las plantaciones, para que cada planta pueda disponer de más agua cuando la haya, y la creación de cubiertas vegetales, para retener el líquido en el suelo. Hay técnicas, asimismo, como la poda en vaso, que supone volver a las prácticas de cultivo más tradicionales, que también contribuirían a que la viña combatiera mejor el calor.

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