Auge tecnológico
Catalunya ya tiene nueva estrategia espacial: el Govern prepara nuevas misiones y una inversión millonaria en el sector
El plan se ha puesto de horizonte 2030 y pone el foco en ganar reputación en Europa, en traer a profesionales de fuera y en que las empresas tengan mucho más protagonismo
La hoja de ruta se ha orquestado junto a compañías como Airbus, GMV, Indra o Telespazio
Del Ebre a Alguaire: así es la infraestructura que sostendrá la nueva estrategia espacial catalana

Las oficinas, en Barcelona, de Open Cosmos, una empresa que ha fabricado varios de los satélites que ha lanzado la Generalitat / Zowy Voeten / EPC

Corría 2018. El acrónimo covid aún no se había combinado, ‘metaverso’ era un término más propio de la ciencia ficción, y la inteligencia artificial (IA) solo era una más de las tecnologías que algún día cambiarían nuestras vidas. Por no existir, no existía ni una Agencia Espacial Española –la entidad ha cumplido este año su segundo aniversario–, pero Catalunya lanzó su primer satélite al espacio. Era el resultado de mucho tiempo trabajado sin mucha atención pública, y también fue el chispazo que hizo al Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC), a la Cambra de Comerç, o a la mismísima Generalitat, entre otras instituciones del estilo, empezar a moverse para hacer de aquello uno de los fundamentos del auge tecnológico de Catalunya.
Lo que empezó a moverse entonces y que ha ido creciendo en segundo plano durante el último lustro, ha eclosionado ahora. Y, según ha podido saber EL PERIÓDICO, el actual Govern de la Generalitat tiene ya listo un nuevo plan estratégico de actuación para darle el empujón definitivo a este sector.
El documento que así lo confirma ha empleado como base lo que publicó y se propuso el antiguo Govern en 2020. Sin embargo, hay cambios sustanciales, como que ya no hablarán de ‘New Space’, que es como se identifica actualmente a todo lo que gira en torno a la innovación y a las start-ups espaciales, sino de 'espacio' a secas. La estrategia se llama Catalunya Espai 2030.
Será un plan con varios millones de euros de inversión asociados –una cantidad, además, que pretenden ir ampliando–, se presentará "inminentemente" y gira alrededor de cinco líneas de actuación: conectar el ecosistema catalán con otros de Europa, contribuir más directamente a los objetivos nacionales y europeos de defensa e industria aeroespacial, hacer campañas activas de atracción de profesionales, impulsar un nuevo modelo en el que las empresas tengan mucho más protagonismo (porque el sector espacial depende mucho de las misiones públicas) y hacer de Catalunya una marca global en este sector.
Actuaciones concretas
Esto significa, entre otras cosas, hacer antes de que termine el año un viaje a Toulouse (destino de referencia en esta industria) con empresas y entidades catalanas, hallar el modo de que Catalunya tenga más influencia en los centros de decisión del espacio (sea a través de la Agencia Espacial Europea o de las reuniones ministeriales), explorar formas de que la tecnología espacial acabe aplicada en la industria del automóvil o en cualquier otra, o, sin ir más lejos, seducir a las empresas para que colaboren en planes como este.
En este Catalunya Espai 2030 han participado “muy estrechamente” –asegura una de las partes implicadas– una veintena de entidades entre las que figuran 15 empresas de la talla de Airbus, GPAInnova, GMV, Indra, Telespazio, Open Cosmos o Pangea.
Otra de las cosas que tiene en mente el Govern en el marco de este plan es el lanzamiento de varias misiones en los próximos cinco años. Su ambición es lanzar más satélites al espacio que den mejor capacidad de observación de la Tierra y, sobre todo, que refuercen la capacidad de sus comunicaciones.
El auge del negocio de la defensa
“Lo que buscamos es poner en valor las capacidades de Catalunya, reforzar la base competitiva industrial y empresarial del sector espacial [local] y aprovechar el momento y el dinamismo y crecimiento de las empresas que ya se han ido desarrollando en el sector”, explican fuentes del Govern. Son conscientes de que hay empresas como Pangea, Open Cosmos, Sateliot… que llevan años ya jugando, que han crecido considerablemente y que cuando empiecen a comercializar a lo grande y necesiten infraestructuras más grandes para hacerlo, pueden no encontrarlas en Catalunya.
“Queremos que no tengan que irse para desarrollar sus proyectos”, coinciden estas fuentes, a sabiendas de que lanzar el mensaje de que el sector público apuesta decididamente por esta industria puede ayudar al aterrizaje de gigantes del sector o a la atracción de grandes sumas de capital que les permitan crecer aquí.
También influye el momento. Primero, en cuanto a que industrias como la del automóvil, históricamente muy importante en Catalunya, está perdiendo peso y relevancia, algo que influye (opinan desde el sector) en que la Generalitat decida apostar por otro caballo ganador. Segundo, el giro en la relación con el negocio de la defensa. “Ha habido un cambio a nivel global, estamos en un mundo totalmente distinto al de hace unos años, y ahora lo que quiere Catalunya es jugar en la primera división del espacio y contribuir, así, a los esfuerzos que se están haciendo a nivel europeo”, sostienen desde el Govern. Se refieren al empeño de Europa por convertirse en una potencia tecnológica a la altura de Estados Unidos y China, pero lo más autónoma posible de ellas. “Es un momento de oportunidad global”, zanjan.
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