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Energía

¿Por qué se produjo el gran apagón en España? Las causas que se conocen seis meses después del incidente

Medio año después del corte eléctrico que dejó sin luz a millones de personas, los informes oficiales apuntan a un origen multifactorial, con fallos concatenados en el control de tensión y desconexiones automáticas de varias plantas

Competencia cuestiona el mandato del Gobierno de realizar informes periódicos sobre las eléctricas tras el apagón

Foto de archivo de las escaleras de una estación de Metro de Madrid iluminadas con las luces de emergencia tras el apagón eléctrico del pasado 28 de abril.

Foto de archivo de las escaleras de una estación de Metro de Madrid iluminadas con las luces de emergencia tras el apagón eléctrico del pasado 28 de abril. / Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

Marcos Rodríguez

Marcos Rodríguez

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El 28 de abril de 2025, sobre las 12:33 horas del mediodía, España y Portugal quedaron prácticamente a oscuras. Durante casi tres horas, buena parte de la península ibérica quedó desconectada del sistema eléctrico europeo en lo que se considera uno de los apagones más graves de las últimas décadas. La magnitud del suceso —y la falta inicial de explicaciones claras— obligó al Gobierno a abrir una investigación técnica que hoy, casi seis meses después, ofrece algunas conclusiones oficiales.

Un origen "multifactorial", según el Gobierno

El Informe del Comité para el análisis de la crisis eléctrica, presentado por el Ministerio para la Transición Ecológica el pasado 17 de junio, concluye que el apagón no tuvo una única causa. Se trató de un encadenamiento de fallos técnicos entre Red Eléctrica y las energéticas que afectaron al sistema eléctrico en distintos niveles, desde el control de tensión hasta la protección automática de varias instalaciones.

El documento —consultable en la web oficial de La Moncloa— reconstruye el episodio en cinco fases:

  1. Inestabilidad eléctrica previa, detectada horas antes.
  2. Oscilaciones de tensión entre las 12:00 y las 12:30 horas.
  3. Desconexión automática de varias centrales generadoras.
  4. Colapso general del sistema peninsular.
  5. Reposición gradual del suministro a partir de las 15:00 horas.
MADRID, 09/09/2025.- La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, interviene en el primer pleno ordinario en el Senado del segundo período de sesiones de 2025, que comienza con las preguntas e interpelaciones del control al Gobierno, este martes en la Cámara Alta en Madrid. EFE/Juanjo Martín

La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen. / JUANJO MARTIN / EFE

El Gobierno ha descartado algunas hipótesis que circularon en los días posteriores, como la posibilidad de un ciberataque —aunque durante un tiempo mantuvo viva esa hipótesis—, un error humano o un evento meteorológico extremo. Ninguna de ellas cuenta, de momento, con respaldo técnico o evidencia verificable.

Lo que se sabe del fallo inicial

Las conclusiones del informe apuntan a un problema de oscilaciones de tensión que se originó en el suroeste de la península. Según datos de Red Eléctrica de España (REE), el suceso comenzó con un mal funcionamiento en una planta fotovoltaica de Badajoz, que desencadenó una alteración eléctrica capaz de propagarse con rapidez a otras zonas del sistema, lo que hizo que el Gobierno apuntase a Red Eléctrica y a las empresas eléctricas como culpables del gran apagón.

El fallo, unido a una planificación insuficiente de generación de respaldo —ese día una de las centrales térmicas clave estaba fuera de servicio—, dejó al sistema con escasa capacidad para absorber perturbaciones. La desconexión automática de algunas plantas, cuyos sistemas de protección se activaron de forma "indebida", agravó el desequilibrio. En apenas segundos, la red se desestabilizó por completo.

Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) admiten que el sistema no contaba con suficiente capacidad de control dinámico de tensión para reaccionar ante un evento de esa magnitud. La transición hacia un modelo eléctrico con alta penetración renovable —más descentralizado y sensible a cambios súbitos de carga— ha puesto de relieve la necesidad de modernizar las reglas y los mecanismos de protección.

Las incógnitas que persisten

A pesar de los avances, todavía quedan zonas de sombra. El nombre de la instalación que provocó la primera alteración no se ha hecho público "por motivos de confidencialidad". Tampoco se ha determinado aún si hubo negligencia técnica o fallos de supervisión por parte de los operadores privados.

Vecinos de Pontevedra, en Galicia, durante el apagón del pasado lunes.

Vecinos de Pontevedra, en Galicia, durante el apagón del pasado 28 de abril. / ALBERTO PAREDES / EUROPA PRESS

El propio Ejecutivo reconoce, además, que existen discrepancias entre REE y el Gobierno sobre la secuencia exacta del fallo y el papel que desempeñaron algunos agentes del sistema. Mientras tanto, la investigación europea, coordinada por Entso-E, sigue su curso y ya han emitido recientemente un informe que apunta a la falta de control de tensión en el sistema eléctrico, como venimos diciendo.

Un aviso sobre la fragilidad del sistema eléctrico

El gran apagón de abril ha servido como advertencia técnica y política. España dispone de una red robusta y bien interconectada, pero la creciente complejidad del sistema eléctrico —más digital, más renovable y más expuesto a perturbaciones instantáneas— exige nuevas herramientas de control.

Seis meses después, las causas se van esclareciendo, pero el mensaje es claro: incluso en una red moderna y segura, la estabilidad eléctrica es un equilibrio delicado. Lo ocurrido el 28 de abril fue un aviso, y sus lecciones marcarán buena parte del debate energético de los próximos años.