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SECTOR INMOBILIARIO

El Gobierno pagará a Anticipa (Blackstone) e Hipoges (KKR) por cada casa que traspasen de Sareb a la nueva empresa pública de vivienda

La decisión de' 'banco malo' ha sido cambiar las comisiones que recibían los servicers por la venta de un inmueble por otra que se abonará cuando se complete la trasferencia del activo a Sepes

Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda, cartera de la que depende Sepes, junto a Carlos Cuerpo, ministro de Economía, accionista de refrencia de Sareb a través del Frob

Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda, cartera de la que depende Sepes, junto a Carlos Cuerpo, ministro de Economía, accionista de refrencia de Sareb a través del Frob / Moncloa

Gabriel Santamarina

Gabriel Santamarina

Madrid
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Decisión salomónica para contentar a todas las partes. Sareb ultima una renovación en los contratos de gestión que mantiene con los servicers Anticipa e Hipoges, contratistas encargados de los servicios de gestión y comercialización de la cartera de inmuebles y préstamos valorada en un inicio en 25.300 millones de euros. La prohibición del Gobierno de vender más viviendas del 'banco malo' —ya que estas pasarán a manos de la nueva empresa pública de vivienda, actual Sepes— obligó a renegociar las comisiones que cobraban los servicers propiedad de los fondos Blackstone y KKR, respectivamente, que recibían una parte importante de su contraprestación en el momento que el inmueble se vendía a un tercero.

El Ministerio de Vivienda y el de Economía acordaron frenar la venta de viviendas de Sareb en marzo, con el fin de decidir cuáles eran susceptibles de ser traspasados a este gran casero estatal que quiere crear el Ejecutivo. En julio, la cartera liderada por Isabel Rodríguez anunció que cambiarán de manos 40.000 viviendas en diferentes fases y 2.400 suelos con capacidad para construir otras 55.000, activos valorados en 5.900 millones de euros. Estos inmuebles, en la mayoría de casos, requieren de un proceso antes de pasar a manos de Sepes: ejecutar la deuda asociada al mismo, tomar posesión del activo o adecuarlo con una reforma hasta que ya se pone en mercado para que sea adquirido por un particular.

Esa última fase que ya no se llevará a cabo era el quid de la negociación entre Sareb, Hipoges y Anticipa. Según confirman fuentes conocedoras a EL PERIÓDICO, el acuerdo al que han llegado ambas partes es que esta comisión por venta será sustituida por otra de importe similar cuando se produzca el traspaso a Sepes, algo que supondrá un win-win para ambas partes: los servicers de Blackstone y KKR mantienen volumen de negocio y Sareb puede extender estos contratos en vigor sin necesidad de tener que licitar uno nuevo, más cuando en teoría debería disolverse como empresa en menos de dos años. En la práctica, Sareb dejará de vender pisos para repagar su deuda avalada por el Estado y que computa como deuda pública para traspasar inmuebles al parque estatal. Consultadas fuentes oficiales de Hipoges, Anticipa y Sareb sobre el acuerdo, han declinado hacer comentarios a la información.

Acuerdo hasta 2027

La licitación de la gestión y comercialización de la cartera de inmuebles y préstamos de Sareb se firmó en 2022, después de una intensa puja en la que participaron, además de Anticipa e Hipoges, otros servicers como Servihabitat, doValue, Intrum, Solvia o Haya Real Estate. La duración del contrato era de tres años, prorrogable dos más, hasta sumar cinco. La sartén por el mango la tenía inicialmente el 'banco malo', pero el cambio de condiciones en el contrato dejaba margen de negociación de las compañías participadas por Blackstone y KKR. Ninguna de las dos partes quería romperlo porque, a pesar de que en un inicio costó la integración de todos los sistemas, el volumen de ventas en el canal minorista que experimentó Sareb gracias a esta licitación ha sido récord en su historia.

El cambio de condiciones es que Anticipa e Hipoges pierden una parte relevante de su actual negocio y uno de los más dinámicos, la venta de las viviendas. Por el contrario, seguirán trabajando en la adjudicación y adecuación de las mismas, que se esperan que sean traspasadas las primeras 13.000 durante el próximo 2026 y el resto irán cayendo de forma escalonada, según fuentes consultadas. Independientemente, los servicers podrán seguir vendiendo las casas que no cumplan con los criterios fijados por el Ministerio de Vivienda: aquellas en municipios de menos de 5.000 habitantes o aquellas que tengan más de 150 metros cuadrados. También podrán seguir traspasando a privados suelos no residenciales, activos logísticos o comerciales, además de aparcamientos.

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