Nuevo indicador

El precio de la vivienda y la masificación debilitan la reputación del turismo en España

La percepción de la sociedad sobre la actividad turística es cada año más baja, según un nuevo índice que trata de medir el descontento a partir de los mensajes en redes sociales y medios digitales

Málaga se "solidariza" con Canarias en contra del modelo turístico actual

Europa Press

Sara Ledo

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Madrid
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España recibe cada día más turistas. En los primeros cinco meses de este año llegaron al país más de 35 millones de extranjeros, un 5,5% más que en 2024, que fue el año que más visitantes recibió en su historia. Pero la percepción de los españoles sobre esta actividad, que representa más del 13% del PIB, es cada año más baja, con la subida del precio de la vivienda y el auge de manifestaciones contra el turismo masivo que hacen mella en su reputación.

Así lo constata la consultora LLYC, que trata de medir ese descontento a partir de los mensajes publicados en redes sociales (básicamente X, antigua Twitter), foros especializados y medios digitales. Igual que el Reino de Bután no mide su PIB, sino su Índice de Felicidad Nacional Bruta para buscar un turismo más responsable y sostenible; la consultora LLYC ha desarrollado lo que denominado Barómetro de Percepción Turística para medir el sentimiento de la población sobre el turismo.

El análisis se realiza trimestralmente desde 2022. Y la conclusión, como cabría esperar después de las manifestaciones y el clima en las ciudades más turísticas, no es buena. España suspende con una nota de 4,7 sobre 10 en su percepción sobre el turismo, según los datos del segundo trimestre de este año. Es la peor puntuación desde que se ha empezado con estas mediciones en el primer trimestre de hace tres años, cuando obtuvo un notable (7,2).

La gentrificación, la seguridad y la masificación son los principales temas de conversación y de preocupación alrededor del turismo. Y de hecho, desde 2023 la temática que más crece es la gentrificación, entendida aquí no tanto como la pérdida de la vida de barrio, sino como un problema de acceso a la vivienda. No en vano, el alza del precio de la vivienda en los centros de las grandes ciudades y las manifestaciones contra el turismo masivo han protagonizado el debate público en los últimos meses.

No obstante, el clima social -igual que el ambiental- difiere en función de la zona geográfica. Así, mientras las comunidades del norte y del interior del país muestran una conversación bastante positiva, a excepción del País Vasco, con el foco de discusión en ámbitos culturales o la naturaleza; en las zonas costeras y grandes urbes (Catalunya, islas Baleares y Canarias, Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid) la saturación y el impacto social del modelo urbano eclipsan otros activos turísticos y arrastran a la baja la temperatura global de la conversación digital sobre estos destinos.