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Gabriel Escarrer, el hotelero que apuesta por un nuevo modo de viajar

El presidente de la cadena Meliá, presente en 35 países y con beneficio neto de 162 millones en 2024, defiende que "el futuro no va a ser ya un turismo de masas, va a ser un turismo de experiencias"

Gabriel Escarrer, presidente del grupo hotelero Meliá, el pasado 16 de junio en Barcelona.

Gabriel Escarrer, presidente del grupo hotelero Meliá, el pasado 16 de junio en Barcelona. / Jordi Otix / EPC

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

Barcelona
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Su padre, Gabriel Escarrer Julià, estaba convencido de que un buen empresario debía tener al menos dos dotes: una buena formación financiera y empatía o don de gentes, "lo que ahora se llama inteligencia emocional". "Y solía decir que esto último se aprende todos los días, que la mejor escuela es el día a día. Sin embargo, para las finanzas se tenía que ir a la fuente, allí donde se originaban las ideas", rememora ahora su hijo menor, también Gabriel. Por eso, el ahora presidente de la cadena hotelera Meliá decidió, siendo aún muy joven, poner rumbo a Estados Unidos y graduarse en la escuela de negocios Wharton, en Pensilvania. "Seguí todos los cursos para entrar, pasé el LSAT [Law School Admission Test] e hice mi carrera en Finanzas y Management, de la que me gradué en 1994", recuerda el empresario.

Eso, pese a que Gabriel Escarrer Jaume (Palma, 1971) no estaba inicialmente llamado a llevar las riendas de la compañía. El puesto le correspondía en principio a su hermano mayor, Sebastián, quien, si bien pasó 19 años en el negocio familiar, en 2012 optó por dejarlo y dedicar su tiempo a labores solidarias y filantrópicas. "Yo había vuelto a Mallorca, entre 1997 y 1998, tras trabajar unos años en un banco de inversión en Estados Unidos, el Salomon Brothers; había estado luego un tiempo en una empresa inmobiliaria, también propiedad de la familia, y había pasado un año en Barcelona, estudiando un postgrado en Esade, que resultó muy enriquecedor", cuenta en conversación con este diario, unas horas antes de que la escuela de negocios le entregue el premio anual durante la XXIX jornada Esade Alumni.

Gabriel Escarrer, presidente del grupo hotelero Meliá, en la escuela de negocios de Esade, donde ha recibido el premio anual durante la XXIX jornada Esade Alumni.

Gabriel Escarrer, presidente del grupo hotelero Meliá, en la escuela de negocios de Esade, donde ha recibido el premio anual durante la XXIX jornada Esade Alumni. / Jordi Otix / EPC

El caso es que, Gabriel Escarrer júnior acabó siendo el sucesor de su padre, el empresario que en 1956 había fundado su primer hotel, el Altair de Palma de Mallorca, y llegó a gestionar un emporio que ahora cuenta con 362 hoteles repartidos en 35 países de todo el mundo, lo que suma un total de 93.982 habitaciones. La compañía, que en 2024 ingresó 2.012,8 millones y obtuvo un beneficio neto de 162 millones de euros, emplea a cerca de 47.000 personas. Es el primer grupo hotelero en España y el tercero de Europa. Por todo ello, pero sobre todo por el nuevo modelo que impulsa, Escarrer fue distinguido el año pasado como el referente turístico con mayor reputación de España, según el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (Merco).

"Creo que mi padre siempre fue, además de un gran visionario, un hombre generoso y un excelente planificador, que quería que de alguna forma su legado perdurase con los años, porque sabía que ese es el gran reto de las empresas familiares como la nuestra. Tuvo esa visión largoplacista y quiso profesionalizar la empresa y dotarla de mecanismos de rigor y de gobierno corporativo, que es al fin y al cabo lo que supone la salida a bolsa", prosigue el que fuera sexto y último hijo del iniciador de la saga, fallecido en noviembre de 2024.

"Creo que mi padre siempre fue, además de un gran visionario, un hombre generoso y un excelente planificador, que quería que su legado perdurase con los años"

Viajar por trabajo... y por afición

"Felizmente casado con una mujer maravillosa" y padre de cuatro hijos, de 22 a 13 años, Escarrer se declara un enamorado de los viajes. "Me encanta también ir en barco, es un momento donde no queda más remedio que interactuar entre todos los miembros de la familia y que aprovechamos para realizar actividades acuáticas juntos", explica. Cada año, reserva dos semanas al año para salir a navegar y perderse con los suyos "y otros cuatro o cinco días en invierno para estar juntos y esquiar". "Pero quitado eso, mi principal afición es viajar y conocer mundo". ¡Pues tiene una ocupación que se presta a ello! "Desde luego... Mi trabajo me encanta, yo digo que estamos en la industria de crear memorias, de crear experiencias, y eso es para mí lo que lo hace muy enriquecedor", afirma con una sonrisa.

"Falta mucho por descubrir en este planeta, hay lugares mágicos, lugares fantásticos. A nosotros nos gusta enfocarnos en lo que creemos que es nuestra gran ventaja competitiva: el mundo vacacional", prosigue, antes de poner sobre la mesa datos como las previsiones que hacen la ONU Turismo y la World Travel and Tourism Council (WTTC), "que vaticinan que hasta el 2035 por lo menos este sector va a crecer por el doble, incluso a veces el triple que el PIB mundial". Por eso, asegura, "esta industria es imbatible, ya que, además, es un sector que, al vender experiencias y vender memorias, llega al corazón".

Gabriel Escarrer, presidente del grupo hotelero Meliá, en una imagen tomada el 16 de junio en Barcelona.

Gabriel Escarrer, presidente del grupo hotelero Meliá, en una imagen tomada el 16 de junio en Barcelona. / Jordi Otix / EPC

Ese crecimiento, agrega Escarrer, no debe de estar reñido con el respeto al medio ambiente y a las culturas locales. "Tenemos la responsabilidad de que esos nuevos lugares por descubrir sean abordados de manera sostenible, muy amigable con el medio ambiente, muy respetuoso con la cultura local, porque no va a ser ya un turismo de masas, va a ser un turismo de experiencias", reflexiona.

La necesaria reconversión

En su opinión, España ha desaprovechado una oportunidad única para afrontar esa reconversión. "Se podría haber hecho un PERTE, utilizando los fondos Next Generation, para darle una segunda oportunidad a ciertos destinos, sobre todo los destinos del litoral, que fueron los grandes motores del desarrollo turístico y bienestar social en la costa española en los años 1960 y 1970", lamenta. La idea, prosigue, había permitido actuar "igual que hicieron otros destinos maduros o pioneros, como Miami, Cancún o Río de Janeiro, que empezaron en el mundo vacacional y se han convertido en un destino urbano". Para Escarrer, esa colaboración público-privada que suponen los Next Generation, habría permitido que "la primera industria de este país, que representa casi el 14% del PIB, se asegurase seguir siendo competitiva para los próximos 20 años. Creo que ese trabajo entre administraciones públicas y empresas privadas hubiese sido un efecto multiplicador".

"España ha desaprovechado una oportunidad única para afrontar la reconversión turística, al no haber hecho un PERTE, utilizando los fondos Next Generation"

¿Y dónde se ve este viajero incansable dentro de unos años? "Lo que tengo claro es que nadie en mi organización, y yo el primero, es indispensable", afirma rotundo. "La empresa se ha dotado de elementos de planificación, de gobierno corporativo, de profesionalidad, para que no tenga que depender de las personas, sino de los sistemas, de las organizaciones... Me he sabido rodear de un gran equipo que bajo una gran estrategia remamos todos juntos", agrega. "Por eso -concluye el empresario mallorquín-, no sé si será dentro de 15 años, o dentro de cinco, o dentro de 20, no lo sé... Pero sí que sé que el día en que no me levante con esa pasión, con esas ganas, no debo estar en la posición que ocupo. Y ese día seguro que va a haber gente muy preparada, seguro que más que yo, para poder llevar a cabo el liderazgo de Meliá en el futuro".

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