Cierre de planta

ERE en RDM de Castellbisbal: la plantilla rechaza la última oferta y los 228 despidos apuntan a los juzgados

La multinacional papelera quiere clausurar su centro de Vallès Occidental y despedir a 228 trabajadores

Acuerdo en el ERE de Freixenet: 154 despidos e indemnizaciones de hasta 100.000 euros para los más veteranos

Fábrica RDM Group, en Castellbisbal.

Fábrica RDM Group, en Castellbisbal.

Gabriel Ubieto

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Barcelona
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Los trabajadores la planta de RDM Group en Castellbisbal han rechazado la última oferta de la dirección para saldar con acuerdo el expediente de regulación de empleo (ERE). La compañía productora de cartón, que pretende cerrar su factoría y despedir a 228 personas, no ha logrado que la plantilla le valide el preacuerdo cerrado con los sindicatos y el expediente apunta a una posible judicialización. Se alarga así un proceso que arranco en enero con el anuncio de la multinacional papelera de su intención de clausurar su planta vallesana.

Fuentes sindicales de CCOO explican que sobre las tres de la madrugada de este pasado miércoles la dirección y los sindicatos lograron cerrar un preacuerdo asumible por ambas partes. Preacuerdo que, posteriormente, en una asamblea que comenzó pasadas las cinco de la tarde y que finalizó pasadas las nueve y media de la noche, fue tumbado por una mayoría de trabajadores.

Un total de 123 empleados, sobre un total de 199 participantes, consideraron insuficientes las condiciones ofrecidas por la empresa. Según confirman fuentes de RDM Group, el preacuerdo contemplaba indemnizaciones de 33 días por año trabajado, con tope de 24 mensualidades, el equivalente a un despido improcedente. También la recolocación de 27 personas en otra planta de la corporación en Paprinsa (Mollerussa).

Desde RDM trasladan que esas condiciones son "el esfuerzo máximo asumible por parte de la empresa, teniendo en cuenta las condiciones económicas actuales de la planta de Catellbisbal y las complejas condiciones de mercado". La corporación da por finalizadas las conversaciones, pone a trabajar a su "gabinete legal" y comunicará "la decisión final y las medidas que correspondan en los próxims días".  

Se abre ahora un escenario incierto, en el que si no hay un acuerdo 'in extremis' el ERE acabará en los juzgados. En otros expedientes, como el que vivió Eurohueco, una empresa que cerró hace unas semanas y que estaba en el mismo polígono justo delante de RDM, también se tumbó un preacuerdo y finalmente se acabó salvando con nuevas reuniones.

Negociaciones tensas

RDM Group anunció a mediados de enero su intención de clausurar la fábrica de Castellbisbal, alegando causas económicas, con una demanda a la baja y unos costes al alza. Meses después, en mayo, formalizó el inicio de las negociaciones del ERE con los sindicatos y este miércoles no ha logrado cerrarlas con acuerdo al respecto.

Las conversaciones no han estado exentas de tensión entre las partes, con lanzamientos de huevos a directivos por parte de trabajadores indigandos que iban a perder su empleo, lo que acabó requiriendo la mediación del Departament de Treball. De hecho, el acuerdo se ha acabado firmando ante la autoridad laboral tras una maratoniana última reunión.

Repunte de ERE

RDM GRoup se suma así a la lista de empresas que a lo largo de este año han efectuado un ERE entre sus filas en Catalunya, como la papelera Eurohueco, ubicada justo en frente de los terrenos de RDM, en el propio polígono de Castellbisbal y que acordaron in extremis el cierre de su factoría a mediados de marzo.

Otras firmas que han registrado expedientes en Catalunya este año han sido el 'call center' CPM, la moderadora de contenidos de Meta, Telus, o la empresa del cava Freixenet, entre otros.

Hasta el mes de abril, según los últimos datos disponibles recabados por el Departament de Treball de la Generalitat, un total de 2.182 empleados han sido despedidos de manera colectiva. Cifra que aumentará sustancialmente en las próximas revisiones, una vez se sumen los últimos expedientes acordados pero todavía no contabilizados en las estadísticas oficiales. Lo que, presumiblemente, ilustrará un cambio de tendencia y provocará que 2025 cierre con más afectados por expedientes de regulación que el año anterior.

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