Sector bancario

El Sabadell matiza que sólo venderá TSB si llega una buena oferta

Josep Oliu y César González-Bueno, presidente y consejero delegado de la entidad, exhiben optimismo respecto a la opa del BBVA en un encuentro con accionistas

Banco Sabadell activa la venta de su filial británica TSB mientras BBVA presiona con su OPA hostil

Sabadell nombra a Marc Armengol nuevo CEO de TSB en plena opa del BBVA

El presidente del Sabadell, Josep Oliu, en una imagen de archivo.

El presidente del Sabadell, Josep Oliu, en una imagen de archivo.

Albert Martín

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Barcelona
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En un auditorio de la sede del banco en Sant Cugat y con 1.500 accionistas conectados por 'streaming', el Banc Sabadell ha celebrado hoy una sesión para explicar a sus inversores su posicionamiento respecto a la opa hostil planteada por el BBVA en mayo de 2024.

Josep Oliu, presidente, y César González-Bueno, consejero delegado del banco, han aprovechado la convocatoria para mostrar optimismo ante una operación que amenaza con finiquitar la historia de un banco fundado en 1881. Pero a todo ello han añadido un factor de actualidad: el interés existente por su filial británica, TSB, que se conoció este mismo lunes y que afecta también al futuro de la opa.

Ha sido Oliu quien ha abordado el asunto, admitiendo que han recibido una "notificación de interés" para comprar el banco británico a la cual se suman otras entidades que anteriormente habían sondeado esta posibilidad. Pero el presidente del Sabadell apuntó que por el momento no hay ninguna oferta concreta. En cualquier caso, insistió en que se plantearía la venta sólo "si generara valor para los accionistas", es decir, si el precio fuera elevado. En ese caso apuntó que convocaría una junta general de accionistas para debatir y aprobar, en su caso, la operación.

Esta posible venta dificulta un poco más la operación que plantea el BBVA, porque el Banc Sabadell sería una empresa más pequeña si se desprendiera de una filial que en sus últimos resultados supuso el 14% del beneficio del banco.

Argumentario de resistencia

González-Bueno, por su parte, ha explicado a los accionistas las razones por las que la dirección del banco de origen vallesano es contraria a la opa. El banquero madrileño recordó que el Sabadell fue la primera empresa del Íbex-35 en dividendos el pasado año, y que es desde 2021 la compañía del selectivo español y el banco europeo que más se ha revalorizado. A día de hoy la entidad catalana es la única de entre las españolas sin recomendaciones de venta.

El consejero delegado del Sabadell ha recordado que el 77% del negocio del banco está en España, marcando distancias con el BBVA, que tiene su principal foco de negocio en México, en Turquía y en distintos países latinoamericanos.

Oliu le ha cogido el relevo para indicar que si un accionista hubiera comprado 10.000 euros del Banc Sabadell en 2020 hoy esa inversión valdría más de 94.000 euros, incluyendo los 9.900 euros que habría cobrado en dividendos. En este tiempo, la revalorización de la inversión del BBVA ha sido inferior: si un accionista hubiera comprado 10.000 euros de títulos, hoy valdrían 48.000, incluyendo un dividendo de 6.000.

El banquero catalán, además, se ha mostrado convencido de que el Sabadell puede aumentar su valor en los próximos meses hasta valer 3,03 euros por acción, una cifra marcadamente superior a los 1,74 euros por acción en que estaba justo antes de la presentación de la oferta del BBVA. "¿Nos hemos revalorizado más que el BBVA por culpa de la opa? Pues no, ha sido por su exposición a países emergentes", defendía Oliu ante los accionistas.

Prima negativa y riesgos de la operación

Oliu también recordó que la distinta evolución de las acciones y del pago de dividendos hacen que con la oferta planteada en su momento -que no es la definitiva- si un accionista del Sabadell aceptara la propuesta del BBVA perdería un 8% de su inversión, en lo que se conoce como 'prima negativa'.

El presidente del Sabadell quiso enumerar los distintos riesgos existentes con una operación que cuenta con una oposición casi unánime de empresas, patronales, sindicatos y gobiernos. Entre estos riesgos citó la posibilidad de que no haya fusión, las dudas respecto a las sinergias y costes de reestructuración, la pérdida de negocio en algunos sectores, el impuesto gubernamental y las competencias que fijó Competencia más las que pueda fijar el Gobierno español.

El banco catalán cita los tres últimos escollos previos antes de que los accionistas puedan dar su opinión y decidir si la operación prospera o no: en primer lugar, el gobierno se tiene que manifestar en los próximos días y precisar si por interés general pone objeciones a la opa. En segundo lugar haría falta ver si el BBVA se mantiene en su objetivo de hacer la opa. Y por último el Sabadell deberá decidir qué ocurre con el TSB. En última instancia, la previsión es que el periodo de canje se alargue de julio a septiembre.

La última diapositiva que apareció en pantalla durante el encuentro incluía la siguiente frase: "La operación propuesta, actualmente, no ofrece valor para el accionista".

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