OPA

El Cercle rechaza frontalmente una fusión BBVA-Sabadell para frenar el excesivo poder de Madrid

La entidad cuestiona las conclusiones de Competencia y se declara partidaria de imponer desinversiones

Jaume Guardiola, presidente del Cercle d'Economia, durante las recientes jornadas de la entidad.

Jaume Guardiola, presidente del Cercle d'Economia, durante las recientes jornadas de la entidad. / Cercle d'Economia

Albert Martín

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Barcelona
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Si el Gobierno central buscaba un argumentario para oponerse a la opa del BBVA sobre el Banc Sabadell, el Cercle d'Economia se lo ha servido en bandeja este martes. La entidad barcelonesa ha hecho público su posicionamiento ante la consulta lanzada por el ejecutivo central para que particulares y empresas pudieran dar su opinión sobre una operación que reduciría de cuatro a tres el número de grandes entidades bancarias en España. Y su conclusión es meridiana: "Habría que imponer como condición el mantenimiento de Banc Sabadell como entidad con personalidad jurídica propia (...) con órganos de supervisión y dirección independientes de cualquier otra entidad". Con estas palabras el Cercle pide al Ejecutivo que prohíba una fusión entre bancos si la opa planteada por el BBVA saliera adelante.

La entidad que preside Jaume Guardiola justifica este rechazo frontal a la operación en el artículo 138.1 de la Constitución Española, que se refiere a la garantía del equilibrio territorial como bien jurídico de interés general. El Cercle entiende que este factor, el equilibrio territorial, quedaría muy descompensado en beneficio de Madrid si la operación prospera. "Para el mantenimiento de este equilibrio resulta esencial evitar que, a través de operaciones de integración económica, los centros de decisión y la red de servicios asociados a los mismos queden localizados en exceso en una determinada ubicación", afirma la nota, en alusión a la capital española.

El texto hecho público recuerda que a raíz del proceso de fusiones bancarias que arrancó con la Gran Recesión del año 2008 se produjo una "fuerte concentración de los centros de decisión en Madrid". Asimismo, apunta que esta concentración, "unida a la presencia de la administración central del Estado y de los reguladores sectoriales, comporta la atracción a la metrópolis central no sólo de los directivos y servicios centralizados de las grandes entidades, sino también de los colaboradores externos".

Pese a la promesa del BBVA de mantener alguna sede en Catalunya, el Cercle asegura que la desaparición de la empresa "como entidad autónoma con un centro de decisión propio supondría el traslado de este centro de decisión a la sede de dirección efectiva del BBVA", que se encuentra en Madrid pese a que la sede histórica del banco está en Bilbao. La nota de opinión recuerda que el mismo BBVA integró Banca Catalana primero y CatalunyaCaixa pero que en ambos casos acabó centralizando la dirección en la sede operativa en Madrid.

Críticas a Competencia

El Cercle d'Economia también ha sido duro con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que hace unas semanas dio luz verde a la operación por unanimidad y sin plantear medidas estructurales al BBVA. Además de pedir que el informe de Competencia sea público, el Cercle cree que el análisis realizado es "insuficiente" y en consecuencia "también lo son las condiciones propuestas para preservar la libre competencia". La nota recuerda que "entre los grandes países europeos, España es el que tiene un nivel de concentración bancaria más elevado" y alerta de que una fusión BBVA-Sabadell "aumentaría aún más la concentración bancaria en España, sobe todo en el mercado de crédito a autónomos y pymes".

Por esta razón, la entidad considera que "serían necesarias medidas estructurales de desinversión" que garantizaran que se mantuvieran, al menos, "los niveles actuales de competencia en el conjunto del mercado".

El Cercle ha insistido en que el gran problema de una eventual fusión está en la reducción de entidades bancarias, que impactaría en una cuestión "crítica" como es el acceso al crédito. Pero no sólo impactaría en los clientes de la entidad, sino en el conjunto de las empresas españolas. "Con la opa lo que está en juego no es únicamente al acceso al crédito por parte de algunas empresas, sino el de todas ellas, porque la fusión afectaría a las condiciones generales de competencia en el mercado".

La conclusión de la entidad es clara: "El Cercle considera que la única forma efectiva de hacer frente a estos impactos no deseados de la opa habría sido la imposición de medidas de corrección estructural, es decir, de desinversión, o si eso se hubiera considerado operativamente inviable, la no autorización de la operación".

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