Perfil

El ‘last dance’ de Jaume Guardiola

El financiero barcelonés ultima su adiós a la vida pública tras las jornadas del Cercle d'Economia celebradas esta semana

Jaume Guardiola en un momento de la 40a Reunión Anual del Cercle d'Economia

Jaume Guardiola en un momento de la 40a Reunión Anual del Cercle d'Economia / Cercle d'Economia

Albert Martín

Albert Martín

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

-¿Estás muy hundido? -preguntaba un asistente en la mañana del miércoles a Jaume Guardiola, presidente del Cercle d’Economia y reconocido barcelonista, tras la derrota europea en Champions. 

El interpelado no dudaba en su respuesta: 

-Sí. Mucho. 

Para Guardiola no era un día más, sino algo parecido al último. Era la última de las tres fechas de la 40º encuentro del Cercle d’Economia, que se ha celebrado este año bajo el eslogan Europa: wake-up call? Era, asimismo, la tercera y última edición en que será presidente de la institución, ya que los mandatos son de tres años y Guardiola presidió estas jornadas por primera vez en 2023.

Ciertamente Guardiola no afrontó en el mejor estado de revista una jornada con ecos de despedida, a pesar de que formalmente no abandonará el cargo hasta el próximo mes de junio. “No he dormido”, admitía. El plato fuerte en su last dance era la entrevista al president de la Generalitat, Salvador Illa, y entre ese compromiso institucional y los disgustos futboleros, el presidente del Cercle d’Economia explicaba a EL PERIÓDICO, que no había tenido tiempo ni de pensar en su legado en la institución, ni de hacer balances de ningún tipo. Con Illa, ciertamente, hubo choque: Guardiola le reprochó algunas políticas alejadas de lo que el Cercle entiende por “centralidad política”. Illa replicó con contundencia: “El Govern hará cosas que al Cercle le parecerán bien y otras que le parecerán mal, pero el Govern de Catalunya no será espectador”. 

A Guardiola no le cuesta elegir el que en su opinión ha sido el acto más interesante de las presentes jornadas. Cita la mesa redonda El despertar de la UE, donde, tras la intervención inicial de António Costa, presidente del Consejo Europeo, se produjo un duro encontronazo entre Li Cheng, director del Centre on Contemporary China and the World de la Universidad de Hong Kong y Paula Dobriansky, miembro del Belfer Center de la Universidad de Harvard. “Fue un buen reflejo de dónde queda Europa dentro de esta confrontación entre Estados Unidos y China”, explicaba Guardiola. 

Guardiola estrenó presidencia en 2022 y en su primer año celebró las jornadas anuales en el hotel Vela de Barcelona. Durante su mandato, la institución ha vivido un momento de gran dificultad política, que fue su petición pública de facilitar la amnistía a los políticos condenados por su papel en el 1-O; Guardiola asumió ese papel como a su predecesor, Javier Faus, le tocó pedir los indultos para ellos. 

El financiero barcelonés también destaca de su mandato en el Cercle los informes elaborados por Mario Draghi y Enrico Letta, así como la irrupción de Trump y sus políticas proteccionistas. En el balance de Guardiola al frente de la institución hay un último logro del que se siente orgulloso: la creación de la Iniciativa por la Productividad y la Innovación (IPI), un think tank para orientar la economía catalana hacia estos dos aspectos. 

Pero la vida profesional de Jaume Guardiola arranca mucho antes de ese ya lejano 2022. Tras estudiar en Esade, entró en el mundo de la banca, donde pasó por una decena de bancos siguiendo la estela del crecimiento del BBVA. Este camino, que comenzó en el bilbaíno Banco del Comercio a mediados de los 80, le llevó a ser una figura clave en el crecimiento del actual BBVA, ya que fue el directivo elegido para desembarcar en países como Puerto Rico, Argentina (donde vivió en primera persona el corralito de 2001) y, sobre todo, México. El país norteamericano es aún hoy la gran gallina de los huevos de oro del BBVA -supone un 44% de su margen bruto-, en un hecho que se ha convertido en una de las acusaciones más recurrentes de los directivos del Sabadell en plena opa. 

Tras su periplo por el extranjero, Guardiola fue el número 3 de un BBVA donde Francisco González era el indiscutido presidente y José Ignacio Goirigolzarri su consejero delegado. Fue desde ese cargo donde fue espectador de primera línea de sus épicas trifulcas: “Había rayos y truenos”, recuerda. Pero su etapa en el banco de origen vizcaíno acabó en 2007, cuando regresó a su Barcelona natal para convertirse en el primer ejecutivo del Banc Sabadell a las órdenes de Josep Oliu.  

Oliu y Guardiola se convirtieron en el tándem más estable de toda la banca española, habituada a las luchas de poder en sus cúpulas y donde presidentes como Francisco González, Emilio y Ana Botín o Isidre Fainé iban sumando muescas al revólver de los consejeros delegados cesados. Fueron Oliu y Guardiola los encargados de que el Sabadell sobreviviera a la monumental crisis que estalló en 2008 y que se alargó en España durante prácticamente una década, y lo hicieron con una política de adquisiciones que acabó dejando al Sabadell como cuarto banco más grande de España. 

En 2020 Guardiola abandonó el Sabadell con dos notas amargas. En primer lugar, nunca llegó a presidir la entidad catalana, algo que durante años se dio por seguro. En segundo lugar, puso fin a su carrera en la banca en un momento en que la acción del Sabadell se despeñó hasta los 26 céntimos por acción, cosa que comprometió seriamente la continuidad en solitario de la entidad y que abrió la puerta al primer intento del BBVA. 

Ya fuera de la primera línea política, Guardiola se refugió en el Cercle d’Economia y en el patronato de la escuela de negocios Esade. También presidió la comisión económica del Barça en una época especialmente compleja para el clubm entre 2021 y 2022. Si sus planes siguen adelante, Guardiola abandonará la vida pública este mes de junio

Pero este miércoles, el veterano directivo no pensaba en nada de eso. 

-Siento lo de ayer -le decía el abogado Miguel Trías Sagnier, en obvia referencia futbolística. 

-Muy duro, muy duro -replicaba Guardiola. 

Amistad de la infancia

De Jaume Guardiola (Barcelona, 1957) es poco conocida su amistad con Artur Mas. Banquero y político se conocieron de niños en Vilassar de Mar y han mantenido una íntima relación a pesar de los años y de las diferencias ideológicas, y a la que con los años se han sumado sus respectivas esposas. En ocasiones se van de vacaciones juntos y Guardiola fue uno de los primeros invitados a la casa que el expresident de la Generalitat en Fornells, Menorca. Quien fuera consejero delegado de Banc Sabadell tiene también una pasión poco conocida: es un genealogista amateur que ha dedicado horas a reconstruir su propia dinastía, hasta remontarse varios siglos en el tiempo.