Almirall encara los 1.000 millones de facturación pese a la tormenta de los aranceles

La farmacéutica catalana Almirall dice comenzar una etapa “muy ilusionante”. Y no hay “entorno geopolítico complejo” que la vaya a aguar. Este entorno –ha reconocido el presidente y consejero delegado de la compañía, Carlos Gallardo, en la junta general de accionistas celebrada este viernes– “afecta directamente al crecimiento y a las oportunidades de expansión del sector salud”, pero a ellos les blinda el tamaño aún pequeño de su empresa en Estados Unidos, país epicentro de la guerra arancelaria. La situación concreta del mercado norteamericano, ha dicho, les supone un “impacto neutro”, de ahí que mantengan una previsión de crecimiento global a doble dígito que, si todo va bien, les llevará a superar este año los 1.000 millones de euros de facturación.

De hecho, Gallardo ha explicado en un encuentro posterior con los medios de comunicación, que en su hoja de ruta está reforzar su presencia en Estados Unidos en el futuro, pues este mercado supone actualmente apenas un 5% de sus ventas. Lo pretenden hacer maximizando allí el potencial de su catálogo de productos, buscando productos que puedan incorporar a medio plazo a su red de ventas, desplegando estrategias comerciales concretas y lanzando en ese mercado productos que ahora están en desarrollo una vez demuestren su éxito en Europa.

En este sentido, el empresario ha detallado que tienen 4 “activos” en pruebas de concepto, es decir, en pruebas ya sobre pacientes reales. Son un mecanismo biológico contra la hidradenitis supurativa (una enfermedad “devastadora”) que, según Gallardo, de llegar a mercado sería el producto con mejor perfil para tratar la enfermedad. También un fármaco biológico contra enfermedades inflamatorias inmunomediadas; otro que no le funcionó a Novo Nordisk contra la diabetes y el asma, pero que quieren probar contra determinadas enfermedades dermatológicas; y un último contra la epidermólisis bullosa.

Plan de inversiones

Según cálculos preliminares van a invertir unos 60 millones de euros en esta segunda fase de desarrollo de los cuatro fármacos. La ambición global para el año es mantener el ritmo inversor que han marcado en 2024: un 12% de las ventas que en 2024 equivale a algo más de 100 millones de euros y que en 2025, si cumplen con el objetivo de crecimiento de ventas, equivaldrá a unos 130 millones.

Almirall reafirma su apuesta por la dermatología como motor de crecimiento acelerado a partir de 2024

Lo harán siempre centrados en la dermatología médica, área en la que esta farmacéutica decidió centrarse hace ya unos años. Lo cierto es que si la compañía ha ingresado 990 millones de euros en 2024, más de la mitad (548 millones) ya corresponden a este negocio. “La decisión estratégica de centrarnos en el campo de la dermatología médica ha sido clave en nuestro crecimiento, y esto nos ha llevado a que Almirall sea hoy un referente clave en este sector”, ha afirmado Gallardo en la junta.

Reparto de dividendos

La reunión ha servido para aprobar un reparto de dividendos de 40 millones de euros y las cuentas de 2024. Fueron 990 millones de euros que implican un crecimiento del 10% respecto a 2023 (entonces marcaban un avance mucho más discreto, del 3%) y unos beneficios de 10 millones de euros frente a las pérdidas de 38 millones de euros con que terminaron 2023. Es la mejor cifra en cuatro años, ya que venían de otros 40 millones de pérdidas en 2021 y de unos discretos 4 millones de beneficios en 2022, pero aún están lejos de los más de 100 millones de euros que llegaron a ganar en 2019.

En cualquier caso, este balance les permite “proyectar un futuro de crecimiento sostenido y expansión de márgenes”. “2025 marca el comienzo de una etapa muy ilusionante, marcada por sólidas perspectivas de crecimiento y una clara consolidación de nuestro liderazgo”, ha concluido Gallardo.