Adquisición empresarial

El grupo estadounidense Novanta compra la tecnológica catalana Keonn

La operación está valorada en 90 millones y supone a esta empresa barcelonesa socia de Zara, H&M o Decathlon ampliar capacidad de fabricación y abrirse a nuevos modelos de negocio

Keonn diseña desde Barcelona para todo el mundo la nueva tienda del futuro

Ramir de Porrata-Dòria, consejero delegado de Keonn.

Ramir de Porrata-Dòria, consejero delegado de Keonn. / Zowy Voeten

Paula Clemente

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Barcelona
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La tecnológica catalana que ha hecho llegar los sistemas de identificación y monitorización de productos a Zara, Lefties, H&M o Decathlon pasa a ser de capital estadounidense. El grupo Novanta informó ayer, en su presentación de resultados trimestrales, que había comprado a Keonn Technologies. Y este miércoles, el boletín que recoge las novedades mercantiles de la provincia de Barcelona ya lo anuncia también. La operación roza los 90 millones de euros si se suma lo que ha desembolsado el grupo americano, la parte que dependerá de que se cumplan los objetivos marcados y los incentivos para los trabajadores.

Keon es una empresa nacida en el seno de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) que desarrolla tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) para el mundo del comercio. Es decir, tecnología que permite tener localizados objetos dentro de un establecimiento. La utilizan para que las prendas de ropa se puedan pagar en cajas registradoras automáticas, para sistemas antirobo menos invasivos y visibles que los actuales, para hacer inteligentes los probadores de ropa o para soluciones de inventario automático. Cuenta su director general que están desplegando ahora mismo, de hecho, un proyecto "enorme" para que una marca bien conocida obtenga información cada 5 minutos de donde está cada uno de sus artículos.

La cuestión es, precisamente, que tan grandes empezaban a ser sus proyectos que vieron claro que necesitaban mayores presupuestos y mayor capacidad de inversión y fabricación. Novanta, uno de sus proveedores, ha sido la solución.

Se trata, según avanza 'La Vanguardia', de un grupo que desarrolla productos de alto componente tecnológico para salud e industria. En concreto, se centra en sectores como el médico (sobre todo pensando en cirugías no invasivas) o el robótico, suministrando placas electrónicas de alta precisión para sus motores. Para ellos, la adquisición de Keonn supone entrar en el mundo de la moda, un negocio que crece mucho más que el médico.

Cambios en Keonn

"Para ellos es hacer una apuesta por un sector en crecimiento", explica el hasta ahora presidente y consejero delegado de Keonn, Ramir de Porrata. Con la compra, él pasa a ser director general, pero seguirá vinculado a la compañía, que mantendrá toda su estructura actual en Barcelona y que, de hecho, prevé seguir creciendo aquí.

"El objetivo es ser los líderes mundiales en la tecnología RFID en el mundo del Retail, y es muy difícil conseguir esto con un presupuesto pequeño: estamos compitiendo en las grandes ligas con proyectos muy grandes para comercios muy grandes y nos veíamos frenados por nuestra capacidad financiera", explica el emprendedor y directivo. "Esto lo resolvemos con Novanta", afirma.

De entrada, ganan la posibilidad de empezar a fabricar a lo grande. Keonn subcontrata buena parte de su producción a socios locales y termina el producto internamente asumiendo el ensamblaje final. El plan es seguir haciéndolo así, pero sumar ahora la producción a más gran escala en otros países a los cuales les era muy difícil llegar. Además, ven al grupo estadounidense como la puerta de entrada a nuevos modelos de negocio. Por ejemplo, comenzar a vender sus sistemas como un servicio, algo para lo que necesitaban más pulmón del que tenían.