¿Y si ser fontanero fuera el trabajo mejor pagado del futuro? José Elías lo tiene claro

La inteligencia artificialestá cambiando el mundo, y con ella, el mercado laboral. Mientras unos temen perder su empleo por culpa de las máquinas, otros ven en la tecnología una aliada para mejorar la productividad. Sin embargo, hay un consenso creciente: los trabajos manuales, los oficios tradicionales, están en peligro de extinción... y precisamente por eso, serán los más cotizados.

Así lo afirma José Elías, empresario multimillonario, presidente de Audax Renovables y dueño de La Sirena, quien en uno de sus últimos podcasts ha lanzado una advertencia: los oficios como la fontanería, electricidad o carpintería serán los empleos mejor remunerados en las próximas dos décadas. El motivo es claro: cada vez hay menos jóvenes interesados en estas profesiones, lo que provocará un aumento en su demanda y, en consecuencia, en sus salarios.

“Cuando intentas ir en contra de las leyes del mercado, el mercado te pone en tu sitio siempre”, sentencia Elías, quien asegura que el fenómeno será tan inevitable como lo fue la implantación del teletrabajo tras la pandemia.

El auge de los oficios en la era de la IA

La reflexión de Elías parte de una hipótesis inquietante: ¿qué pasaría si mañana desaparecieran todos los fontaneros? La respuesta no es otra que el caos. La carencia de profesionales manuales está comenzando a notarse en muchos sectores. Desde los mercados tradicionales hasta las obras, encontrar personal cualificado se ha vuelto una tarea difícil. “Hoy en día sobran arquitectos y faltan albañiles”, apunta.

Mientras tanto, el mercado ya reacciona: productos más fáciles de montar, procesos automatizados, y una sociedad cada vez más dependiente de tecnologías que no sabe manejar. “Habrá una grúa que cambiará pieza por pieza”, advierte Elías. Pero hasta que eso ocurra —y en muchos casos, aunque ocurra— seguirán haciendo falta personas con habilidades prácticas.

Fin de la titulitis: ¿más estudios, menos ingresos?

El discurso de José Elías también desmonta una vieja creencia: que a mayor formación, mayor salario. Hoy, dice, eso ya no se cumple. “Ser arquitecto o ingeniero ya no aporta nada. Hay muchísimos”, asegura. Según su análisis, los empleos que antes eran símbolo de éxito hoy apenas permiten llegar a fin de mes, incluso ganando entre 1.500 y 2.000 euros.

Esto se traduce en un cambio social profundo. La “titulitis” pierde fuerza y cada vez más jóvenes se decantan por ciclos formativos o formación profesional, ante un mercado laboral universitario saturado y precario.

¿Un futuro sin jóvenes en los oficios?

Eric Ponce, informático y colaborador habitual de Elías en el canal de YouTube Búscate la Vida, pone el foco en un problema estructural: el envejecimiento de los trabajadores manuales. “Todos estaban contentos con sus puestos en los mercados, pero no encontraban a nadie nuevo”, señala. La falta de relevo generacional en los oficios podría derivar en una crisis de servicios básicos en pocos años.

Adaptarse o quedarse atrás

El mensaje de José Elías es contundente: quien tenga un oficio, tendrá una buena vida. La sociedad del futuro no solo valorará, sino que necesitará urgentemente a los trabajadores manuales. Y aunque la inteligencia artificial pueda hacer mucho, no podrá sustituir la habilidad humana en ciertos ámbitos clave.

Así, mientras unos buscan el próximo boom tecnológico, otros miran al pasado para entender el futuro. Porque como dice el gurú financiero: “El mercado siempre se regula solo”.