ENERGÍA

Iberdrola, Endesa y Naturgy adelantan la cumbre de socios de Almaraz en plena guerra política por las nucleares tras el apagón

Los propietarios de la central nuclear cacereña se reunirán mañana con la vista puesta en avanzar hacia una propuesta conjunta al Gobierno para retrasar el cierre de la planta

Central Nuclear de Almaraz.

Central Nuclear de Almaraz. / Europa Press

David Page

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Madrid
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Las grandes eléctricas trabajan en una propuesta consensuada al Gobierno sobre la ampliación de la vida de la central nuclear de Almaraz, cuyos dos reactores están previsto que echen el cierre en 2027 y 2028. En plena guerra política sobre las nucleares tras el apagón histórico en España, con el Gobierno y el PP protagonizando un choque frontal a cuenta del cierre de las centrales, Iberdrola, Endesa y Naturgy -que comparten accionariado en la central cacereña- se dan cita este jueves para avanzar hacia una posición conjunta.

Iberdrola, accionista mayoritario de Almaraz con un 52,7% del capital de la planta, ha convocado a Endesa (36%) y Naturgy (11,3%) a una junta de administradores de la central para mañana en la sede madrileña de la sociedad CNAT, que controla simultáneamente las entrales de Almaraz y de Trillo, según confirman fuentes de las compañías a EL PERIÓDICO. Los socios tienen previsto reunirse de nuevo el próximo 27 de mayo para seguir trabajando en consensuar una postura sobre el futuro de Almaraz, aunque esta nueva junta aún no está convocada formalmente.  

Aunque Iberdrola tiene una participación mayoritaria en Almaraz, las decisiones estratégicas han de ser adoptadas por unanimidad con Endesa y Naturgy, según establece la regulación vigente de las denominadas agrupaciones de interés económico (AIE). Las grandes eléctricas buscan una propuesta consensuada sobre una revisión de los plazos de los cierres de las centrales nucleares, y tratan de dar a forma una posición conjunta de las compañías para solicitar una prolongación de la autorización de funcionamiento de Almaraz.

Desde CNAT se apunta que la de mañana se trata de una junta ordinaria de administradores de Almaraz, que se celebran habitualmente cada mes o mes y medio para analizar la evolución operativa de la central. Aunque los socios no revelan el orden del día previsto, desde la compañía conjunta se admite que la cumbre resulta especialmente relevante en un momento en que las eléctricas están analizando la posibilidad de presentar una solicitud al Gobierno para prorrogar la autorización de funcionamiento más allá de las fecha de cierre previstas.

Fuentes del sector eléctrivo ven probable que las eléctricas planteen una solicitud de una ‘miniprórroga’ de tres años para la central cacereña de Almaraz, alargando su funcionamiento al menos hasta 2030, lo que empujaría a revisar las fechas de cierre de todas las demás centrales. La ampliación de la licencia de Almaraz, sea sólo hasta 2030 o más allá, conllevaría una reordenación del resto de cierres -previstos de manera escalonada hasta 2035- para que no se solapen unos con otros, con lo que se retrasaría el apagón nuclear total y se prolongaría con carácter general los años de funcionamiento del parque nacional de reactores.

Las eléctricas también reclaman rebaja de tasas e impuestos estatales y autonómicos que pagan las centrales nucleares para hacer viable la continuidad de los reactores, e incluso lo plantean como una condición imprescindible para plantearse una prolongación de los años de funcionamiento de las plantas. El Gobierno rechaza la posibilidad de rebajar los impuestos a las centrales nucleares y revisar a la baja la tasa que pagan para las plantas para financiar los costes de sus residuos radiactivos y los trabajos de los desmantelamientos futuros. Pero el propio presidente Pedro Sánchez ha confirmado este miércoles en el Congreso que si las empresas acuerdan entre ellas" una propuesta para cambiar el calendario de cierre de las centrales "las escucharemos como escuchamos a todos los sectores".

Tiempo de descuento para Almaraz

Las grandes eléctricas pactaron en 2019 entre ellas y con Enresa, la empresa pública encargada de desmantelar las centrales y de gestionar los residuos radiactivos, un calendario de cierre progresivo de todos los reactores. El acuerdo con Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP -las eléctricas propietarias de las plantas- establece una clausura escalonada de las plantas que arrancaría en 2027 (con Almaraz) y culminaría con el último el cierre en 2035 (con Trillo).

La central nuclear de Almaraz, en Cáceres, está ya en tiempo de descuento. El calendario oficial vigente establece que el reactor I de la central dejará de funcionar en noviembre de 2027 y el reactor II lo hará en octubre de 2028. Sin embargo, las eléctricas necesitan que se adopte una decisión de manera urgente para revertir esas fechas fijadas para su clausura. Los tiempos para revisar las fechas de cierre no son ilimitados, porque los condicionantes operativos y económicos son muchos. Y la decisión si se quiere prolongar la vida de Almaraz debería adoptarse antes de junio.

El proceso previo de planificación de las inversiones necesarias para seguir funcionando exige tomar una decisión ya, para cerrar acuerdos de formación, asegurarse que los operadores en la sala de control cuentan con las licencias oficiales preceptivas y para la contratación del resto del personal, y también para pactar las compras de combustible nuclear y otros suministros.

Fuera de esos plazos, si se toma la decisión más allá del primer semestre de 2025, la central tendría que estar un tiempo parada antes de poder volver a arrancar y ese es el escenario del que quieren huir a toda costa las eléctricas propietarias de la central. Iberdrola, Endesa y Naturgy temen un escenario en que la central se quede durante años sin producir electricidad y sin generar ingresos a la espera de recibir la autorización para volver a funcionar. Y mientras, las compañías sí que acumularían costes millonarios de mantenimiento y de personal por tenerla hibernada.

Pasos hacia el cierre

El Gobierno de momento se ha venido sacudiendo las presiones y ha seguido adelante con el proceso para preparar el cierre y desmantelamiento de la central nuclear de Almaraz. El Consejo de Ministros aprobó hace dos semanas la activación del procedimiento para adjudicar el contrato millonario que debe diseñar los trabajos de desmontaje de la planta nuclear. El Ejecutivo autorizó definitivamente a Enresa a descongelar la licitación y a poner en marcha el primer gran contrato de cara al cierre de la central nuclear.

Enresa anunció el pasado junio su intención de contratar los servicios de ingeniería para el desmontaje de Almaraz, pero ha mantenido el procedimiento en estado de latencia desde entonces a la espera del ‘ok’ del Consejo de Ministros. Durante este tiempo se han multiplicado las voces que reclaman reabrir el debate sobre la prolongación de la vida útil de Almaraz y del resto de centrales nucleares, desde el sector energético (con Iberdrola, Endesa y Naturgy pidiendo renegociar el calendario de cierres) y desde el ámbito político (con el Partido Popular a la cabeza).

Tras diez meses con la licitación administrativa congelada en una fase de ‘anuncio previo’ -la ley establece un plazo máximo de 12 meses para esta figura-, el Gobierno dio el permiso definitivo al grupo público para poner en marcha el contrato. El Consejo de Ministros debe autorizar los contratos públicos que superen un importe de 12 millones de euros, y la licitación de los trabajos de ingeniería para diseñar el desmantelamiento de Almaraz tiene un coste previsto de 23,37 millones de euros (por lo que superará los 28 millones con impuestos).