Repsol eleva el dividendo pese a ganar un 62% menos por tensiones geopolíticas

Repsol comienza 2025 navegando en aguas agitadas. La compañía obtuvo un beneficio neto de 366 millones de euros entre enero y marzo, un 62% menos que en el mismo periodo del año anterior. La caída se explica por un contexto global marcado por la volatilidad, los conflictos geopolíticos y el descenso tanto de los precios del crudo como de los márgenes en refino y química. “Durante el primer trimestre de 2025, en un entorno volátil, marcado por los anuncios de aranceles y las decisiones de la OPEC, hemos ido cumpliendo con nuestros objetivos del año, optimizando inversiones y mejorando nuestro portafolio de activos” explica Josu Jon Imaz, Consejero Delegado de Repsol.

Aun así, la petrolera mantiene firme su hoja de ruta y logra cerrar el trimestre con un resultado ajustado —el que mide la marcha real de sus negocios— de 651 millones de euros. El dato es inferior al del año pasado, pero en línea con el difícil entorno internacional que condiciona a todo el sector.

En lugar de frenar, Repsol ha aprovechado estos primeros meses del año para avanzar en su plan estratégico 2024-2027. Ha puesto en marcha desinversiones por valor de 700 millones de euros, dando entrada a nuevos socios tanto en sus activos de exploración y producción como en los proyectos de renovables. Entre los movimientos más destacados, figura una alianza con NEO Energy para integrar sus operaciones en Reino Unido y la incorporación de Schroders Greencoat y Stonepeak a proyectos verdes en España y Estados Unidos.

Por el lado financiero, el flujo de caja operativo ascendió a 1.142 millones de euros, una cifra que, aunque menor a la del año pasado, ha permitido cubrir inversiones, dividendos, intereses y un ambicioso programa de recompra de acciones. Las inversiones netas del trimestre rondaron los 1.000 millones, mientras que la deuda aumentó hasta los 5.830 millones, elevando el ratio de apalancamiento al 16,9%.

La empresa no solo ha seguido invirtiendo, sino que también ha reforzado su compromiso con los accionistas. En enero repartió un dividendo de 0,475 euros brutos por acción y propondrá otros dos pagos de 0,50 euros en julio de 2025 y enero de 2026. En total, se espera un retorno al accionista de 0,975 euros por acción este año, un 8,3% más que en 2024.

Escenario "ácido"

Todo esto ocurre mientras Repsol anticipa un "escenario ácido" para el resto del ejercicio, con un Brent estabilizado en torno a los 65 dólares el barril y un margen de refino más ajustado. Sin embargo, la energética confía en cerrar el año con un flujo de caja operativo de entre 5.500 y 6.000 millones de euros y unas inversiones netas de hasta 3.500 millones, gracias en parte a su política activa de rotación de activos.

Además, la compañía ha logrado sumar 127.000 nuevos clientes de luz y gas en estos tres meses, una cifra que refuerza su apuesta por diversificar y consolidarse también en el segmento minorista de energía. “En un contexto complicado, seguimos cumpliendo nuestros objetivos, optimizando inversiones y reforzando nuestro portafolio”, resumió Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol.