Así funciona el 'despido silencioso', la técnica de algunas empresas para echarte sin indemnización

Cada vez son más los trabajadores que acuden a asesorías legales con el mismo problema: no han sido despedidos, pero tampoco pueden seguir en su puesto. Se sienten arrinconados, desgastados emocionalmente y forzados a presentar su baja voluntaria.

Esta práctica, conocida como despido silencioso, está ganando terreno en el panorama laboral español, según advierte el abogado laboralista Juanma Lorente bajo su usuario @juanmalorentelaboralista en un vídeo que se ha hecho viral en redes sociales.

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No te despiden, pero quieren que te vayas

“Jamás te vamos a despedir, aunque hagas una barbaridad”. Es el mensaje que, según Lorente, algunas empresas trasladan a sus empleados. Pero detrás de esa aparente estabilidad se esconde una presión constante, un entorno laboral hostil que busca minar la moral del trabajador día tras día. El objetivo: que sea el empleado quien, incapaz de soportar la situación, decida abandonar su puesto sin derecho a indemnización ni prestación por desempleo.

El precio emocional de aguantar lo inaguantable

Cambios injustificados en las condiciones laborales, cargas de trabajo desmedidas, aislamiento o desmotivación constante son algunas de las tácticas utilizadas para provocar la salida voluntaria. Todo esto resulta en empleados que terminan “con una mano delante y otra detrás”, según expresa Juanma Lorente. La jugada de las empresas concluye con un despido legal a costa de la salud mental del trabajador.

La importancia de asesorarse y reclamar

Ante este tipo de abusos, el mensaje es claro: es necesario asesorarse, moverse y reclamar. Si no se actúa a tiempo, el desgaste mental puede llevar al trabajador a presentar la baja voluntaria sin haber explorado sus derechos. “O te asesoras, o terminas abandonando por agotamiento”, sentencia el abogado. En muchos casos, iniciar un proceso legal o acudir a una inspección de trabajo puede frenar esta dinámica.

¿Qué dice la ley?

Aunque el despido silencioso no está recogido como concepto específico en el Estatuto de los Trabajadores, la legislación laboral española sí contempla mecanismos para proteger al empleado ante situaciones de acoso o presión sostenida por parte de la empresa.

Uno de los principales recursos legales que puede invocar el trabajador es el artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores, que establece que el contrato puede extinguirse por voluntad del trabajador cuando el empleador incurra en un incumplimiento grave de sus obligaciones. Esto incluye situaciones como:

• Modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo sin justificación.
• Reducción deliberada de funciones o responsabilidades.
• Aislamiento o marginación dentro del entorno laboral.
• Acoso moral o psicológico (mobbing).

Si el trabajador consigue demostrar estos hechos ante un juez y la extinción del contrato es aceptada, tendrá derecho a la misma indemnización que si se tratara de un despido improcedente: 33 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades.