Sector bancario

Pimec pide a la CNMC que vete la opa del BBVA sobre el Banc Sabadell: "Solo beneficiaría a una minoría"

La patronal critica el test de mercado realizado por el regulador y considera que subestima el impacto negativo que tendría la operación

BBVA promete mantener el crédito a las pymes entre tres y cinco años para que la CNMC apruebe su opa al Sabadell

El presidente de Pimec, Antoni Cañete.

El presidente de Pimec, Antoni Cañete. / Ángel García Martos

Gabriel Ubieto

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Barcelona
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La patronal catalana Pimec ha reclamado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que vete la opa del BBVA sobre el Banc Sabadell. El regulador preguntó hace unas semanas a una veintena de bancos y otra veintena de patronales o asociaciones empresariales sobre cuál era su opinión sobre los potenciales efectos de la operación. Y la entidad presidida por Antoni Cañete ha sido contundente con su respuesta: "Solo beneficiaría una minoria de empresas, dejando a la gran mayoría del tejido empresarial en situación de vulnerabilidad", ha manifestado este miércoles en un comunicado.

Desde Pimec se han mostrado contrarios desde el primer día -y en consonancia con gran parte del asociacionismo empresarial catalán- con la posibilidad de que el BBVA acabe adquiriendo el Banc Sabadell. Consideran que ello repercutiría negativamente en la capacidad de las pequeñas y medianas empresas para acceder a crédito a precios competitivos, ya que, según alegan, la concentración bancaria acabaría redundando en un endurecimiento de las condiciones.

"Esta operación supondría una pérdida de oferta de financiación, agraviaría la exclusión financiera en zonas rurales y concentraría un exceso de poder económico en pocas manos. Todo esto impactaría negativamente en la inversión y la capacidad de crecimiento de las empresas", han afirmado desde la patronal.

La operación tendría una repercusión especialmente elevada en Catalunya, donde hay mayor duplicidad de ambas entidades, y, en menor medida, en Valencia. Así se deriva del test de mercado que realizó la CNMC y que desde Pimec consideran que infraestima el impacto real de la adquisición. Según los cálculos de la entidad presidida por Cañete, entre la nueva entidad y CaixaBank pasarían a controlar siete de cada 10 oficinas bancarias ubicadas en Catalunya, lo que reduciría la disponibilidad de crédito en un 8%, según esos mismos cálculos.

A lo que debería sumarse el impacto en el empleo que mantienen las dos entidades bancarias en Catalunya, que podría saldarse en más de 10.000 despidos, según ya alertaron los sindicatos. "Implicaría un deterioro estructural del sistema bancario y un grave perjuicio para el tejido empresarial y la equidad territorial", han sostenido desde Pimec.

Pendientes de la CNMC

La opa se encuentra actualmente pendiente del dictamen de la CNMC, que deberá autorizar si esta puede arrancar o no. No existe una fecha concreta sobre cuándo hará público esta organismo su decisión, si bien algunas informaciones apuntan hacia el mes de mayo, aunque también podría retrasarse.

Una vez que la CNMC emita su dictamen, el Ministerio de Economía dispondrá de 15 días para pronunciarse. De momento, el ministro Carlos Cuerpo se ha mostrado contrario a la operación, pero también se manifestó antes de conocer los argumentes de la CNMC. Si la operación es elevada al Consejo de Ministros, este tendrá un plazo máximo de un mes para resolver. Posteriormente, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) deberá aprobar el folleto definitivo de la opa.