Mercado de trabajo

La jornada laboral tardará hasta 30 años en bajar a 37,5 horas semanales sin una ley que la reduzca, según UGT

Un informe del sindicato alerta de que las patronales allí donde pueden están aumentando el tiempo máximo de trabajo de su personal

Junts enfría las opciones de Díaz de aprobar la reducción de jornada: "Ahora mismo no avalamos su proyecto de ley"

El sector de la construcción es el único que ha incrementado el paro en la demarcación, con 11 personas más.

El sector de la construcción es el único que ha incrementado el paro en la demarcación, con 11 personas más. / El Periódico

Gabriel Ubieto

Gabriel Ubieto

Barcelona
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En 2005, la jornada laboral media de un trabajador cubierto por convenio en España era de 1.751 horas al año, lo que semanalmente equivalía a 38,4 horas. Hoy, en 2025, 20 años más tarde, la jornada laboral media es de 1.749 horas al año, dos horas menos que hace 20 años y apenas unos minutos menos al día, según los últimos datos actualizados por el Ministerio de Trabajo. A este ritmo y si no hay una norma que lo regule, según los cálculos elaborados por la UGT de Catalunya, la jornada laboral media no disminuirá hasta las 37,5 horas semanales hasta de aquí 30 años.  

El sindicato ha presentado este lunes un informe en el que analiza cómo ha evolucionado por propia autonomía el tiempo de trabajo pactado durante los últimos años y, en base a eso, ha realizado una proyección sobre cómo evolucionará en las próximas décadas. El resultado es que la jornada laboral media tardará entre 13 años, en el escenario más optimista, 18 años, el escenario moderado, y 31 años, en el peor de los casos para la central, en reducirse hasta las 37,5 horas semanales.

Y ese es el resultado que les da a la hora de trazar la media. Sus estimaciones para determinar cuándo el último de los catalanes pasaría a trabajar 37,5 horas semanales por la propia autonomía negociadora empujan ese horizonte hasta el año 2150, es decir, de aquí 125 años.

 “La patronal cuando puede y la negociación colectiva no es suficientemente fuerte lo que hace es ampliar la jornada laboral”, ha declarado el secretario de política sindical, Óscar Riu, en rueda de prensa. Y es que en esa media de horas pactadas por convenio que hoy es prácticamente igual que hace 20 años hay sectores dónde sí ha disminuido el tiempo máximo de trabajo, pero hay otros en los que ha aumentado.

Desde la central pretenden así desmentir el argumento utilizado por las patronales para criticar la ley que pretende aprobar el Gobierno. Y es que, según los patronos, la jornada laboral ya se va reduciendo progresivamente en las sucesivas renovaciones de los convenios colectivos y no es necesaria una ley que establezca un nuevo tope. 

“Hasta en convenios con una fuerte presencia sindical todavía nos cuesta avanzar en la reducción de la jornada. Las patronales no quieren entrar en el debate, es una necesidad social y no podemos esperar 20 o 30 años para que se produzca”, ha insistido Riu. 

Desde el sindicato alertan de que los sectores hoy más precarios son los que más tardarían en lograr ver reducida su jornada laboral hasta ese hito de las 37,5 horas semanales, como el sector de transporte de mercancías por carretera, los trabajadores de pastelerías, los de la industria del pan o la gente de las tintorerías, por citar algunos ejemplos de convenios que hoy en día están en el tope de las 40 horas semanales.

Bloqueo de la negociación colectiva

A día de hoy no está claro que la ley que pretende aprobar el Gobierno para reducir la jornada laboral vaya a sumar los apoyos necesarios para prosperar. El voto de Junts para reeditar la precaria mayoría parlamentaria que hizo posible la investidura de Pedro Sánchez es imprescindible y, por el momento, los posconvergentes están más por el 'no' que por el 'sí'.

Los sindicatos ya organizaron hace un mes una protesta en Barcelona con miles de sus delegados para presionar a Junts y tratar de arrastrarlos hacia el 'sí'. Está previsto que ese calendario de movilizaciones siga y este Primero de Mayo la reivindicación de la ley para la reducción de la jornada laboral tendrá un carácter central en las distintas manifestaciones que tradicionalmente se convocan en las principales ciudades del país.

Esa incertidumbre sobre qué pasará con la jornada y si bajará o no por ley está frenando la renovación de convenios, con la consecuente congelación temporal de sueldos. Algo que ya han ido alertando las patronales y que reconocen los sindicatos. "Tenemos el convenio del SAD [Servicio de Atención Domiciliaria] parado", ha apuntado el secretario de política sindical de UGT. "Y el del metal empezará a negociarse en breve", ha añadido, asumiendo problemas ya con este tema.