Innovación alimentaria

Plesh, la chocolatina con esencia Flax&Kale y Disfrutar que han apadrinado Piqué, Gasol o los hermanos Boix (Noel)

La marca se ha fundado sobre una ronda de 1 millón de euros y negocia para entrar en supermercados de Catalunya ahora, de España en otoño y de fuera del país a partir de 2026

Catalunya roza las 2.300 ‘startups’, con casi un 50% más de ‘empresas gacela’ que hace un año

Juan Umbert, Jaume Betrian y Adrià Colominas creadores de Plesh, la chocolatina con esencia Flax&Kale Foto: Cedida

Juan Umbert, Jaume Betrian y Adrià Colominas creadores de Plesh, la chocolatina con esencia Flax&Kale Foto: Cedida / CEDIDA

Paula Clemente

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Barcelona
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Esta historia se vende sola. Trata de la nueva aventura de un emprendedor ya de éxito –etiqueta fácil de colocar a quien ha vendido una empresa–, Jaume Betrian, quien empezó su carrera por PepsiCo, Mondelez y ChupaChups, decidió lanzarse al emprendimiento con Ofertia y ha liderado los últimos años la estrategia de Flax&Kale para dar el salto de la restauración a los platos preparados o la kombucha. También es el relato de cómo dentro de esta empresa de alimentación catalana colaboró puntualmente con Makeat, un estudio de innovación y desarrollo de producto para el sector gastronómico que cuenta entre sus clientes con los restaurantes Disfrutar y Lasarte. Y, sobre todo, de que decidiera asociarse con sus fundadores, Juan Umbert y Adrià Colominas, con el fin de lanzar al mercado una chocolatina saludable. Es decir, que permita satisfacer un ataque de gula sin pasar por la ingesta de 50 gramos de azúcar.

Lo han logrado con Plesh, una marca que lanzan oficialmente este jueves pero que ya cuenta con el respaldo de los hermanos Boix (familia propietaria de Noel Alimentación), de los fundadores de Incapto, Matcha & Go y Grupo Confitería, de los deportistas e inversores Marc Gasol, Rudy Fernández y Gerard Piqué, y de las firmas de capital riesgo Demium y BStartup10 de Banc Sabadell. Entre todos han puesto el millón de euros que ha permitido a la empresa empezar a funcionar con el vigor con el que lo hará, un apoyo que Betrian relaciona con la trayectoria que suman los fundadores.

Además, “hay mucha gente que conecta con la propuesta de valor: a mí me fastidia mucho querer premiarme y que el premio sean 50 gramos de azúcar, o que me hayan inculcado desde pequeño que el día que me dan un premio, es algo que me hace daño”, contextualiza Betrian. “[Los inversores] han probado el producto y les ha encantado, además que nos conocen y les apetece mucho estar a nuestro lado y ayudarnos, colaborar y participar, porque además del millón de euros, cada uno de los perfiles que ha entrado nos aporta algo”, justifica

No será la última ronda de inversión que cierre esta marca de ‘snacks’ de chocolate saludable (tienen tanto barritas como grajeas), que es consciente de que para llegar a su meta, necesitará mucho capital y muy rápido, pero con este millón han podido estar un año diseñando y desarrollando producto, llegar a un acuerdo con dos fabricantes de Tarradell (Barcelona) y Bellpuig (Lleida) para empezar a producir con ellos y comenzar a negociar con las principales cadenas de supermercados de la comunidad, máquinas de vending, gasolineras o universidades. “No tenemos ningún contrato firmado, por lo tanto no puedo asegurarlo, pero tengo muy buenas perspectivas de que a finales de abril o principios de mayo estaremos empezando a distribuir”, afirma el cofundador de la compañía.

Receta secreta del producto

Su convencimiento radica especialmente en la buena acogida que está teniendo el producto entre quienes ya lo han probado. Su obsesión era que el sabor y experiencia de comerlo fueran lo más parecido posible a marcas convencionales como Twix o M&M. Lo han logrado fichando a Lluc Dalmau, quien trabajó junto al conocido repostero Jordi Bordas en todo su universo de pastelería saludable, y con investigación, innovación y mucho ensayo y error cociendo, mezclando y emulsionando fibras vegetales y oligofructosas.

“Hemos tenido que adaptar su maquinaria [la de los fabricantes] para nuestro tipo de formulación e ingredientes, lo que ha sido un reto enorme”, prosigue Betrian, que explica que una parte del proceso se hace de forma artesanal y que con el acuerdo actual con sus socios industriales puede producir unas 20.000 chocolatinas al mes. Hay mucho margen para ampliar esa cifra solo con ellos pero, si se llegara a quedar corta, buscarían formas de seguir produciendo desde aquí.

La intención es crecer mucho y muy rápido. “Lo que queremos hacer es ir acelerando progresivamente y llegar a un punto que no sea solo España, sino ir hacia Portugal y luego a toda Europa”, confiesa Betrian, que piensa en Reino Unido (que ya tiene una ley que limita la venta en determinados sitios de productos altos en azúcar o sal), Francia o Holanda, de cara a 2026. Para entonces, cuando cumplirán un año completo de actividad, esperan estar facturando lo suficiente al mes como para cerrar el ejercicio por encima de los 2 millones de euros de ingresos.