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Glovo contrata a sus primeros repartidores 11 años después de su fundación
La empresa de reparto pone en marcha un programa piloto con 20 mensajeros y empieza a regularizar a miles de 'riders' tras las últimas sanciones de la Inspección de Trabajo

Repartidores de comida a domicilio de la empresa Glovo esperan, recogen y reparten comida en el centro comercial La Maquinista. / zowy VOETEN / EPC


Gabriel Ubieto
Gabriel UbietoRedactor
Periodista de economía, centrado en el mercado laboral. He crecido como redactor en El Periódico, antes hice prácticas en La Vanguardia y escribí durante seis meses desde Chile para Hemisfèria.cat. Ganador del premio Ramon Barnils (2015) por el reportaje "Els ultres prenen partit".
Más de una década después de su fundación, la empresa de reparto Glovo ha contratado a sus primeros repartidores. Hasta ahora la compañía dirigida por Óscar Pierre ha venido operando con grandes flotas de 'riders' autónomos, personal que no estaba en nómina si bien sustentaba su actividad.
Un modelo bajo el que hasta ahora operaban entre 20.000 y 25.000 'riders' y que ha sido censurado y sancionado por la Inspección de Trabajo, cuyas actuaciones han acabado obligando a Glovo a cambiar su operativa y empezar a contratar y subcontratar a sus mensajeros.
Estos últimos días centenares de repartidores han ido recibiendo en sus correos electrónicos una comunicación desde Glovo, a la que ha tenido acceso este medio, en la que, "con el objetivo de dar cumplimiento a distintos requerimientos de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS)" les reclama actualizar sus datos para proceder a regularizarlos. Ello no significa que todos pasarán a nómina de Glovo, pero como mínimo les deberá reconocer una antigüedad y si no quiere emplearlos, indemnizarles.
Glovo puso en marcha este pasado febrero, según confirman desde la compañía, un programa piloto con alrededor de 20 repartidores para que operen en Madrid o Barcelona y testeen cómo funciona la operativa con personal directamente contratado. Según documentación a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, la empresa está ofreciendo contratos a tiempo parcial y con un salario regulado por el último convenio estatal de mensajería vigente, que se remonta a 2006. Por lo que, de facto, paga a esos primeros ‘riders’ según el salario mínimo, a unos 888 euros a final de mes, dado que los integrantes del programa piloto están a 30 horas semanales, según precisan desde Glovo.
La corporación, propiedad del grupo alemán Delivery Hero, prometió contratar o subcontratar a sus repartidores el pasado 2 de diciembre, un día antes de que el consejero delegado declarara ante la jueza que le investiga por un presunto delito contra los derechos de sus trabajadores. Penado este con hasta seis años de cárcel. Desde entonces, la compañía ha estado preparando la transición, asumiendo que tardaría meses en empezar a contratar o subcontratar a sus repartidores y que el modelo laboral cohabitaría con el de autónomos hasta, como mínimo, julio, tal como ya avanzó este medio.
Hasta ahora Glovo operaba íntegramente su división de 'delivery', la más importante respecto a facturación y que se dedica a traer comida de restaurantes a casa o al trabajo de los clientes, así como hacer recados o distribuir la venta de productos concretos de marcas con las que la corporación tiene acuerdos comerciales, con autónomos. Los únicos repartidores contratados hasta ahora por Glovo eran los de su división de supermercados, una parte minoritaria de su operativa y que incluso forman parte de otra sociedad mercantil del grupo (Glovoapp Groceries SL).
Un convenio de 2006
¿Cómo son las condiciones de esos primeros 'riders'? Por el momento y a falta de cambios ya anunciados por la compañía, los repartidores que han entrado en nómina de Glovo se les aplica el convenio colectivo estatal de empresas de mensajería, publicado en el BOE el pasado 21 de noviembre de 2006. Un pliego de condiciones que cuando se pactó el primer Iphone, precursor de los 'smartphones', todavía no había salido al mercado.
Las condiciones salariales de ese convenio están totalmente obsoletas. Como muestra, según las mismas, un jefe de 1a -la máxima categoría- cobraba entonces 993,25 euros brutos al mes y hoy el salario mínimo es de 1.184 euros. Lo que, de facto, provoca que Glovo pague a esos riders directamente el SMI.
Más allá del salario -a pagar cada 15 días-, y según la documentación a la que ha tenido acceso este medio, Glovo veta que los repartidores puedan trabajar para otra aplicación durante el mismo horario que están repartiendo para ellos y que si quieren hacerlo fuera de horario, primero deben informarles.
En cuanto a material, el repartidor pone su teléfono móvil personal, que deberá estar activado y geolocalizable en todo momento durante su jornada laboral, y la empresa le compensa por ello con un pago de cinco euros mensuales. Glovo se compromete a dar una motocicleta eléctrica y, si no puede hacerlo, el repartidor podrá aportar de su propiedad "patinete eléctrico, bicicleta, bicicleta eléctrica o motocicleta". Como compensación, la empresa les pagará a 0,19 euros el kilómetro.
Red de subcontratas
Si bien Glovo ha arrancado este programa piloto, el sector presume que el grueso de su operativa se estructurará a través de flotas subcontratadas. Es decir, una vez Glovo culmine la transición del modelo, la mayoría de repartidores que repartan para Glovo no estarán contratados por Glovo, sino por segundas empresas. Estas venden sus servicios a Glovo y entregan sus pedidos. Tienen contratados a sus propios repartidores y, en teoría, organizan el reparto y la operativa con su propia autonomía.
Durante los últimos meses, especialmente desde que Glovo anunció el cambio de modelo, han ido proliferando las nuevas empresas creadas ex profeso para repartir para Glovo. Algunas de ellas constituídas por ex trabajadores de Glovo, tal como reconoció Pierre en una reciente entrevista en EL PERIÓDICO. El tipo de empresas a la que Glovo ya está subcontratando su operativa son de distinta índole.
Algunas grandes y ya con cierta experiencia en el sector de mensajería, como Aravinc o Closer Logistics. Otras con apenas unos pocos repartidores a cargo y capitaneadas por 'riders' que han participado durante años del modelo de autónomos, con nombres pintorescos como 'Feliz Entrega' o 'Travieso Logistics', según ha podido contrastar este medio.
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