Guerra comercial

De créditos blandos a ayudas para abrir filiales fuera de EEUU: las 5 claves del plan 'anti aranceles' de Illa

El Govern moviliza 1.500 millones en crédito y ayudas contra los aranceles de Trump: "La situación es inédita e imprevisible"

El president de la Generalitat, Salvador Illa, durante una declaración institucional para anunciar el plan de respuesta a los aranceles de Trump.

El president de la Generalitat, Salvador Illa, durante una declaración institucional para anunciar el plan de respuesta a los aranceles de Trump. / Mariona Puig / ACN

Gabriel Ubieto
Sara González
Barcelona
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El president del Govern, Salvador Illa, ha anunciado un plan de 1.500 millones de euros para tratar de amortiguar el impacto negativo de los nuevos aranceles de Donald Trump. La respuesta de la administración catalana pasa por volcar avales y crédito en condiciones favorables, tanto a medio como a largo plazo, para las empresas afectadas, así como ayudas directas para reforzar a aquellas compañías que busquen diversificar sus negocios y abrir filiales en países alternativos.

Illa ha presentado su plan sin detallar, no obstante, elementos clave como el calendario de ejecución. Es decir, las empresas todavía no pueden saber cuándo estarán disponibles las nuevas ayudas. En la reunión mantenida con patronales y sindicatos para dar cuenta de las mismas, el Govern se ha mostrado abierto a añadir nuevas medidas en las próximas semanas o meses. Por el momento, estas son las claves del plan de Illa contra la guerra comercial de Trump.

La gran mayoría de los 1.500 millones de euros anunciados por el Govern no los pondrá el Govern. Alrededor de 900 millones de euros serán movilizados vía avales y créditos, la mayoría de los cuales los gestionará el Institut Català de Finances (ICF), una entidad financiera pública pero oficialmente autónoma. La Generalitat, por su parte, se ha comprometido a avalar parte de esos créditos en caso de que las empresas no los puedan retornar, pero no ha especificado que porcentaje.

El ICF ofrecerá a las empresas afectadas por la guerra comercial y que necesiten de una inyección de capital para mantener su actividad o redirigirla hacia otros mercados dos tipos de créditos. Por un lado, a corto plazo, con un horizonte de retorno de cinco años y que estarán "destinados a cubrir necesidades inmediatas de tesorería y operaciones corrientes de la empresa", según les han explicado desde Govern a los agentes sociales.

Y, por el otro, créditos a largo plazo, para aquellas empresas que tengan que invertir cantidades considerables para reinventarse y abrir en otros mercados o, directamente, dedicarse a otro producto. Dichos créditos se devolverán a un horizonte de 15 años. Todos los créditos se bonificarán a un tipo de interés del 1,5%.

El grueso de los recursos que pondrá la Generalitat de su bolsillo y con recursos propios los canalizará su agencia pública de promoción económica, Acció. Estos irán destinados a dar ayudas directas a empresas que quieran abrir filiales en el extranjero, ya sea delegaciones comerciales, fábricas o almacenes logísticos.

En total, movilizará 300 millones de euros. Una parte de los mismos irán destinados a pagar el 50% de los costes de apertura de una nueva filial en un país extranjero, como contratación de personal, alquiler de locales o asesoría local. Con la idea de contribuir a que las compañías catalanas puedan diversificar su negocio y así no estar tan expuestas.

Otra porción de esos 300 millones de euros irán específicamente destinados al sector agroalimentario, más concretamente vía ayudas a fondo perdido y a las industrias del vino y el aceite, especialmente damnificadas por los aranceles de Trump.

Patronales y sindicatos han recelado de parte de los anuncios que les ha transmitido Illa este lunes, principalmente porque algunas de las medidas ya estaban contempladas en su actuación ordinaria de gobierno y lo que ha hecho ahora es encuadrarlas y enunciarlas en el marco de la guerra comercial de Trump.

Prueba de ello es la promesa de Illa de entrar en el capital de empresas debilitadas por los aranceles y que necesiten un empujón público para seguir adelante. El fondo 'Avançsa Catalunya Lidera' ya lo anunció hace semanas el president en el marco de su presentación del plan 'Catalunya Lidera' y parte de estas ayudas formaban parte de los 18.500 millones de euros que quería movilizar hasta 2030.

Ahora el Govern focaliza dichas inversiones en clave arancelaria y quiere, por un lado, ayudar a empresas extranjeras que quieran invertir en Catalunya. Les financiará parte de dicha inversión o añadirá dinero público para ampliarla. Y, por otro lado, ampliará el capital de empresas que ya estén en Catalunya y, bajo criterio gubernamental, sean estratégicas.

"La situación es inédita e imprevisible", ha resumido el president Illa. La incertidumbre es grande y condiciona las futuras decisiones de las empresas. Para tratar de reducirlas, el Govern reforzará sus oficinas en el extranjero para ayudar a aquellas compañías que quieran invertir en otros países y no sepan cuál es la legislación allí o cómo de expuestos está ese mercado a los nuevos aranceles.

El Govern invertirá hasta 130 millones de euros en programas como el "Adapta’t als nous EUA", así como reforzar la red de 40 oficinas que tiene Acció repartidas por el mundo. 

El Govern se gastará 20 millones de euros en campañas de difusión de los productos catalanes, tanto en Catalunya como en Estados Unidos. La Generalitat quiere que los consumidores norteamericanos sigan comprando la mercancía que hasta ahora llegaba desde Catalunya, pese al previsible aumento de precios que la nueva política comercial de Donald Trump implicará.

Dentro de ese paquete de 20 millones otra parte irá a promocionar el consumo de productos de proximidad en Catalunya, para que los productores vean reforzada la demanda y encuentren una salida alternativa a lo que hasta ahora vendían fuera.

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