Empresa en crecimiento

La cadena que quiere hacer de la pasta el próximo ‘hit’ de la entrega a domicilio

Brutalia ya tiene dos locales en Barcelona, prepara su llegada a Madrid y estima que superará los 2,5 millones de euros de facturación este año

Electrodomésticos inteligentes, 'delivery' y platos preparados reducen el consumo alimentario fuera de casa

Filippo Teofili y Enrique Garay, cofundadores de Brutalia, frente a uno de sus restaurantes en Barcelona / JORDI OTIX

Filippo Teofili y Enrique Garay, cofundadores de Brutalia, frente a uno de sus restaurantes en Barcelona / JORDI OTIX / JORDI OTIX

Paula Clemente

Paula Clemente

Barcelona
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Hay hamburguesa, pizza y sushi por doquier. Empiezan a ser habituales burritos y quesadillas. Y ya asoma alguna marca que quiere entrar al juego con el kebab. Pero en el negocio de la comida entregada a domicilio faltaba la pasta. “Somos los primeros en España en hacer algo como esto”, afirman Filippo Teofili y Enrique Garay, cofundadores de una marca que se ha propuesto ser el siguiente ‘hit’ en este sector. Lo han llamado Brutalia, lo han montado en Barcelona (pese a ser el uno italiano y el otro madrileño), han facturado 1 millón de euros tras su primer año entero de actividad y ya han empezado los movimientos para convertirse oficialmente en una cadena al estilo de Vicio, Deleito o Gonzalez&Co.

“El producto es seguramente lo que ha marcado la diferencia y ha fidelizado, y también todo el esfuerzo que hemos hecho los fundadores: hemos pasado 70 horas a la semana en la cocina, y al salir, nos poníamos a inspeccionar que todo estuviera bien como empresa. No nos lo hemos dicho mucho, pero es muy meritorio haber estado trabajando 26 horas al día”, reflexiona Teofili, al ser preguntado sobre a qué atribuye haber triplicado su volumen de negocio en un año y a tener expectativas de más que duplicarlo en 2025.

Curiosamente, este emprendedor llegó a Barcelona para desarrollar su pasión por el boxeo. Pero, un poco porque el covid lo interrumpió todo, un poco porque vio que aquello no le daría para vivir, decidió repensar su plan y apostar por el emprendimiento. La idea que más le convenció fue montar un restaurante italiano, pero mucho más acorde con lo que buscan las nuevas generaciones. Él, al fin y al cabo, tenía 20 años. Antes de ponerse manos a la obra se fue a Australia, donde es muy fácil encontrar trabajo en la industria de la restauración a cambio de un sueldo muchísimo más alto que el de España. Y en sus ratos libres, fue trabajando en el plan de negocio de lo que sería Brutalia.

“La hostelería de hoy en día ya no es la hostelería de nuestros padres, que abres un restaurante y funciona; hoy la clave es la restauración organizada: alguien con cabeza para la operativa, apostar por la tecnología y los ‘software’ de gestión, la gestión financiera…”, resume Teofili. Y ese alguien, para él, fue Garay. Se conocían gracias a varios amigos en común del Colegio Europeo de Bruselas y de veranear juntos en un pueblo de Italia, donde el cofundador madrileño de Brutalia llegó gracias a una de las muchas paradas a las que le obligó el trabajo de sus padres: Bruselas, San Francisco, Ciudad de México, Cuba… y Barcelona, donde se reencontraron años más tarde. Garay había estudiado nutrición y andaba algo cabizbajo sintiendo, tras su primer contacto laboral con el sector, que no se veía toda la vida haciendo menús infantiles para colegios. Y Brutalia fue también su respuesta.

Enrique Garay y Filippo Teofili, fundadores de Brutalia, dentro de uno de sus restaurantes en Barcelona

Enrique Garay y Filippo Teofili, fundadores de Brutalia, dentro de uno de sus restaurantes en Barcelona / JORDI OTIX

Es él quien más acérrimamente defiende que la pasta no es 'fast food'. "Hay que educar en que la pasta es una comida súper sana, lo único que puedes decir es que es calórica, pero, además, es que nuestro producto es muy 'gourmet'", insisten ambos, quienes reconocen que venden más al mediodía que por la noche, pero que van a 300 pedidos por domingo. "Nos hemos metido en un nicho de mercado que es gigante: solo en España tenemos un mercado a disposición valorado en 300 millones de euros".

Planes a corto plazo

Constituyeron oficialmente la compañía en julio de 2023. Y ya tienen un local en un pasaje entre las calles Muntaner y Aribau, casi colindando con Travessera de Gràcia, y otro establecimiento solo de recogida y envío de pedidos en la calle Cristóbal de Moura, entre los barrios de Poblenou y Sant Martí. Aún abrirán un tercer punto en Barcelona este año, antes de dar el salto a Madrid. Así, en total, prevén estar facturando 2,5 millones de euros a final de año

También trabajan en montar unas oficinas en la capital catalana que sirvan de cuartel general para todo lo que esperan que venga. No descartan aliarse con algún fondo de inversión que les ayude a crecer más rápido de lo que podrían de forma independiente, aunque dicen que lo harán solo si encajan con él a la perfección y sienten que puede aportar algo más que dinero. “La idea es hacer una expansión agresiva, pero preferimos ir más lentos si no encontramos al socio adecuado”, concluyen ambos. 

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