Inserción sociolaboral

La Tavella: agricultura sostenible con impacto social

La organización accedió a un microcrédito que le ha permitido expandir su modelo de negocio vendiendo fruta a 150 oficinas de la provincia de Barcelona

El paso de la adversidad a poder abrir un negocio propio

España lidera la concesión de microcréditos a emprendedores y familias en Europa

Meritxell e Ivan, trabajadores de La Tavella, preparan los pedidos de frutas y verduras de proximidad.

Meritxell e Ivan, trabajadores de La Tavella, preparan los pedidos de frutas y verduras de proximidad. / Anna Mas

Glòria Ayuso

Glòria Ayuso

Barcelona
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La Tavella vende y prepara cestas de fruta y verdura de proximidad para repartirlas a domicilio desde hace 15 años. Su objetivo es la inserción sociolaboral de personas con discapacidad: seis de las 12 personas que trabajan en esta empresa social son personas con trastorno de salud mental.

“Cada pedido son 36 minutos de trabajo para una de estas personas”, destaca Alfredo Resines, el responsable del proyecto, que parte de la Fundació Viver de Bell-lloc de Cardedeu y de Sant Tomàs de Vic, ambas dedicadas a la inclusión social y laboral de personas con discapacidad. Al año recibe unos 25.000 pedidos que reparte por la provincia de Barcelona. La verdura procede del Maresme y el Vallès Oriental y la fruta de toda Catalunya.

Dos personas trabajadoras de La Tavella, junto a Alfredo Resines, responsable de la empresa social.

Ivan y Meritxell, dos de las personas trabajadoras de La Tavella, junto a Alfredo Resines, responsable de la empresa social. / Anna Mas

Necesidad de inversión

Sin embargo, “hubo un momento, hace cuatro años, en que necesitábamos hacer inversiones imprescindibles: una web, instalaciones propias, mejoras en la cadena logística y una apuesta de personal a largo plazo para desarrollar nuevas líneas de negocio”, cuenta Resines. También “para una refinanciación de deuda a más largo plazo, porque puntualmente nos estaba ahogando el corto plazo”, recuerda.

El proyecto logró salir adelante gracias a su inclusión en el programa de economía con impacto social de MicroBank, que facilitó el acceso a financiación, con un crédito de 200.000 euros. El negocio no solo se mantuvo, sino que pudo expandirse. "Además de realizar mejoras internas, hemos lanzado una nueva línea: ahora también llevamos fruta a las oficinas. Vendemos a 150 oficinas de la provincia de Barcelona", destaca Resines. La Tavella facturó 1,25 millones el último año y sus planes son alcanzar los 1,45 millones en 2025, afirma su promotor, satisfecho de haber incorporado recientemente a una persona más en plantilla. “Es el objetivo de todo esto”, señala Resines.