Guerra comercial

Gonzalo Bernardos avisa de la repercusión de los aranceles de Trump: estos son los sectores más afectados

El economista analiza las consecuencias de la política económica del presidente de los EEUU

China responde a Trump con aranceles del 10% y el 15% a productos agropecuarios de EEUU

Gonzalo Bernardos en una conferencia.

Gonzalo Bernardos en una conferencia. / MARC MARTI

Eneko López Rico

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El economista Gonzalo Bernardos ha lanzado una advertencia sobre las repercusiones que podría tener la política económica de Donald Trump, especialmente en lo que respecta a la imposición de aranceles a las importaciones. Bernardos señala que estas medidas no solo afectarán a los países con los que Estados Unidos mantiene relaciones comerciales, sino que también tendrán graves consecuencias para la propia economía estadounidense, derivando en mayor inflación, menos beneficios empresariales y un aumento del déficit público. Como resultado, el experto prevé que, a medio plazo, se avecina una recesión económica en EEUU.

La estrategia de Trump se basa en dos tipos de medidas: las ideológicas y las deseadas. Las primeras reflejan la tradición del Partido Republicano, que busca reducir impuestos, disminuir el gasto público y desregular la economía para favorecer a las grandes empresas. Las segundas responden a las demandas de un electorado descontento, especialmente la clase media, que ha visto una disminución de su poder adquisitivo en las últimas décadas. Para satisfacer a estos votantes, Trump pretende recuperar empleos industriales con altos aranceles a productos extranjeros y restricciones a la inmigración. Sin embargo, Bernardos advierte que estas medidas pueden desencadenar efectos contraproducentes para la economía global.

Impacto en la economía estadounidense: ¿Un crecimiento insostenible?

Si Trump cumple con su programa económico, EEUU experimentará un crecimiento inmediato, impulsado por la reducción de impuestos y la desregulación de sectores estratégicos como la industria energética y las farmacéuticas. Sin embargo, Bernardos advierte que este crecimiento será insostenible y traerá consigo un aumento significativo de la inflación y del déficit público.

La imposición de aranceles de hasta el 60% a China y del 25% a México y Canadá, junto con un 10% a la Unión Europea, encarecerá los productos importados, generando un alza en los precios. Esto reducirá el poder adquisitivo de los consumidores estadounidenses, afectando directamente su capacidad de gasto. Además, la disminución de la competencia extranjera permitirá a las empresas nacionales elevar sus precios, lo que acelerará la inflación.

Xi Jinping y Donald Trump.

Xi Jinping y Donald Trump. / EFE

Por otro lado, la reducción de impuestos a empresas y ciudadanos, una de las principales promesas de Trump, disminuirá la recaudación fiscal. Esto, combinado con un aumento del gasto en defensa y subsidios selectivos, hará que el déficit público crezca de manera descontrolada. Como respuesta, la Reserva Federal podría verse obligada a subir los tipos de interés, lo que afectaría al crédito y la inversión, contribuyendo así a la recesión prevista por Bernardos.

China y la UE, principales afectados por los aranceles

Las medidas proteccionistas de Trump tendrán un impacto directo en China, una economía altamente dependiente de las exportaciones. Bernardos señala que el país asiático ya enfrenta una crisis inmobiliaria y una desaceleración del consumo interno, por lo que la pérdida de mercado en EEUU podría agravar aún más su situación económica. Si la globalización comercial se ve afectada por la imposición de aranceles, el PIB chino podría experimentar una caída, lo que generaría un aumento del desempleo y la reducción de los salarios reales.

Por su parte, la Unión Europea (UE) también se vería perjudicada, especialmente países con una fuerte dependencia de la exportación, como Alemania, Países Bajos, Italia y Bélgica. Alemania, en particular, sufriría las mayores consecuencias, ya que un alto porcentaje de su economía depende del comercio internacional. Además, una guerra comercial entre EEUU y la UE podría debilitar aún más a la zona euro, aumentando la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE) para implementar políticas monetarias expansivas.

España, ¿un impacto menor en la guerra comercial?

A diferencia de Alemania y China, España no se vería tan afectada por la política arancelaria de Trump. Bernardos explica que solo el 4,8% de las exportaciones españolas tienen como destino EEUU, un porcentaje muy inferior al de otros países europeos. De hecho, en un escenario de guerra comercial global, España podría beneficiarse de la situación si se flexibilizan las reglas fiscales de la UE y el BCE adopta medidas de estímulo económico.

Además, la industria española ya sufrió un proceso de deslocalización en décadas pasadas, con muchas empresas trasladando su producción al Sudeste Asiático. En este sentido, España no depende tanto del comercio internacional como otras economías europeas, lo que minimizaría el impacto negativo de las restricciones comerciales impuestas por EEUU.