Mercadona

Quién es Bacalao Giraldo, el proveedor de Mercadona del que todo el mundo habla

Bacalao Giraldo al borde de la insolvencia: el proveedor de Mercadona pedirá el concurso de acreedores

Instalaciones de Bacalao Giraldo en la localidad alavesa de Legutio.

Instalaciones de Bacalao Giraldo en la localidad alavesa de Legutio.

Esther Chapa

Esther Chapa

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La compañía alavesa Bacalao Giraldo, proveedor de Mercadona y otras grandes cadenas como Carrefour, El Corte Inglés, Eroski y Makro, se encuentra al borde de la insolvencia. La empresa pedirá en los próximos días el concurso de acreedores tras no haber logrado cerrar su venta a la guipuzcoana Angulas Aguinaga, propietaria de marcas como La Gula del Norte, Krissia, Aguinamar y Royal, según fuentes cercanas a la operación.

La compañía tiene de plazo hasta el 25 de febrero para presentar este procedimiento legal después de que el preconcurso de acreedores no haya servido para encontrar una solución a su grave crisis financiera. El periodo preconcursal concluyó el 27 de enero y actualmente la empresa se encuentra en la fase de prórroga.

Origen de los problemas: la crisis de 2020 y la inversión en Legutio

Los problemas financieros de Bacalao Giraldo se remontan a 2020, cuando decidió emprender la construcción de una planta en Legutio (Álava). Esta nueva instalación de 9.000 metros cuadrados, que se puso en marcha en mayo de 2024, supuso una inversión de 10,2 millones de euros, de los cuales 4 millones provinieron de fondos públicos. Su objetivo era expandirse en el mercado de los platos preparados, pero la inflación en los materiales de construcción elevó los costes, lo que obligó a la empresa a solicitar una ampliación de capital para finalizar la obra.

A este sobrecoste se sumaron otros factores adversos, como la reducción de pedidos por parte de clientes clave como Mercadona, la erupción de un volcán en Islandia y la disminución de las cuotas de pesca en el Atlántico Norte, lo que agravó aún más su situación económica.

Deuda millonaria y una situación financiera insostenible

Bacalao Giraldo, empresa familiar fundada en 1976 en Vitoria por el padre de los actuales gestores, Patxi y Adolfo Giraldo, arrastra actualmente una deuda superior a su facturación. En 2022, la compañía registró ingresos de 17 millones de euros, según los últimos datos del Registro Mercantil recogidos por Informa D&B. En 2023, la empresa sufrió pérdidas de 19.664,85 euros, tras haber obtenido un beneficio de 124.488 euros en 2022.

La delicada situación ha llevado a la empresa a dejar de pagar a sus proveedores y acreedores bancarios. “De momento, los 120 trabajadores estamos cobrando las nóminas, pero la de febrero ya veremos”, explicó Gorka González, presidente del comité de empresa y delegado de LAB.

Denuncias sindicales y críticas a la gestión empresarial

Desde el sindicato LAB han denunciado la mala gestión de la empresa en los últimos años, señalando medidas ineficaces para contener las pérdidas, la falta de control del gasto y una excesiva dependencia de un solo cliente. También critican el despido del antiguo director financiero, quien advirtió sobre la difícil situación económica de la compañía.

“En este tiempo de dificultades, la empresa ha pasado de tener tres directivos a diez e incluso doce durante un tiempo, con los correspondientes sueldos”, sostienen desde el sindicato.

Un referente en Euskadi que se tambalea

Bacalao Giraldo opera bajo la estructura de Giraldo Food Group SL, que engloba las sociedades Bacalao Giraldo SLU, Giraldo Cocinamos Por Ti SL y Giraldo Asistencia SL. Además de su fábrica en Legutio, cuenta con dos tiendas en Vitoria y exporta a países como Portugal, Italia, Francia, México, Emiratos Árabes, Hong Kong, Taiwán, Tailandia, Croacia, Colombia y Estados Unidos.

La planta de Legutio fue inaugurada en 2024 con la presencia del lehendakari Iñigo Urkullu y la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia. En ese acto, Urkullu calificó a Bacalao Giraldo como “un ejemplo y una referencia” y elogió su trayectoria de más de tres décadas en el sector.

Sin embargo, la situación actual pone en entredicho el futuro de la empresa y deja en el aire el destino de sus más de cien trabajadores, que ahora enfrentan la incertidumbre de un inminente concurso de acreedores.