Menaje para el hogar

Lékué se prepara para volver a crecer tras culminar la integración con Brabantia

La empresa ha fichado a una nueva directora general, que se ha propuesto ser más fuerte en el exterior y lanzar nuevo producto

Acuerdo en el ERE de Lékué: 15 despidos y el almacén se deslocaliza a Bélgica

La nueva directora general de Lékué, Natalia Cabrera, en las oficinas de la empresa en Barcelona.

La nueva directora general de Lékué, Natalia Cabrera, en las oficinas de la empresa en Barcelona. / ELISENDA PONS

Paula Clemente

Paula Clemente

Barcelona
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Fueron una de las empresas que salieron ganando de la pandemia. O, más bien, del interés por la cocina que trajo el confinamiento. Sin embargo, cuando todo fue volviendo a la normalidad, no hubo forma de sostenerlo. "Quizás no se trajo toda la innovación necesaria o la estrategia comercial no acabó de funcionar", elucubran ahora desde Lékué. La cuestión es que a finales de 2021, esta marca catalana conocida especialmente por sus estuches de plástico para cocinar al microondas terminó comprada por la holandesa Brabantia, la de los cubos de basura redondos con pedal y otros menesteres para el hogar. Esta compañía atajó la crisis cerrando el almacén de La Llagosta (Vallès Oriental) –lo que se tradujo en 15 despidos–, abortando el deseo de la antigua propiedad de traer la fabricación de China a Barcelona, y fichando a una nueva directora general. Y, ahora, superada esta fase, es momento de volver a crecer.

La plantilla resultante se ha trasladado a unas oficinas en el centro de Barcelona, donde comparten espacio con la delegación española de Brabantia. Son unos 30 en total. Y allí se ha estrenado Natàlia Cabrera, una directiva con experiencia en Targus y Garmin, que lleva desde el verano pasado a cargo de este equipo y que tiene el rumbo puesto en expandirse por el extranjero y en lanzar nuevo producto para seguir creciendo en el mercado local, donde cuenta con un 80% de cuota de mercado.

Como cuenta ella misma en una conversación con EL PERIÓDICO, su llegada es fruto de la voluntad de Brabantia de mantener al frente de la operativa a una persona que comparta cultura de origen (Cabrera es catalana), que entienda bien este mercado y que sepa aprovechar las ventajas de formar parte del grupo holandés manteniendo intacta la idiosincrasia propia de la marca. "Nos encontramos en un momento muy positivo, porque tenemos una red comercial que lleva muchos años y que tiene hecho el contacto con el cliente", reflexiona la directiva, que otorga a Brabantia una facturación de 160 millones de euros anuales vendiendo en grandes almacenes o tiendas especializadas de 90 países de todo el globo.

Estados Unidos y Latinoamérica

Lékué se ha convertido en un producto más de su catálogo, lo que le abre puertas hasta ahora poco aprovechadas a la empresa. La marca se había centrado mucho en el sud de Europa, pero ahora ven mucho potencial de crecimiento en Estados Unidos y Latinoamérica, por ejemplo. Así, el plan de expansión fuera de la zona donde ya son fuertes pasa por apoyarse lo máximo posible en el camino ya recorrido por Brabantia, aunque no descartan explorar nuevos mercados por su cuenta.

"El crecimiento en España, Francia o Italia lo veo en innovación, en nuevos productos y en adaptarnos a nuevas tendencias; el crecimiento fuera lo veo en producto que aquí haya funcionado superbién", sintetiza esta directiva. "Hay un primer periodo, 2025-2026, en que nos focalizaremos en Europa, y luego iremos más allá", explica Cabrera, que confiesa que el departamento de exportaciones se ha propuesto elevar las ventas al extranjero de Lékué un 30% este 2025.

La opción de la tienda propia

De hecho, mientras este plan va tomando forma, la otra gran pata será la innovación en producto. "Es muy difícil llegar a nuevos clientes si no sale un nuevo mercado, una nueva oportunidad o un nuevo producto", teoriza Cabrera, que también admite que el consumidor ha cambiado mucho en los últimos 5 años. "Tenemos que estar muy conectados con las tendencias y lo que se busca, y si ahora lo que se lleva es la AirFryer, estar ahí; tenemos que innovar sin dejar de lado el 'good food made easy' [comida sana cocinada de forma fácil] y la originalidad: la funcionalidad es importante, pero somos Lékué, se nos pide un nivel de originalidad", resume la directiva.

Por ahora, no se ha marcado objetivos fijos de crecimiento. "Si cerramos más o menos como en 2024 estará bien, estaremos contentos, porque ahora tenemos que rodar los equipos: este primer año es de ver donde estamos y qué podemos lograr". Más adelante, están abiertos a todo, incluso a abrir tiendas propias. "Seguramente en el futuro nos lo tendremos que plantear".

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