Entrevista
Oscar Pierre (Glovo): "Decidimos cambiar de modelo porque no podíamos operar con más multas"
El cofundador y consejero delegado de la plataforma reflexiona sobre las consecuencias de la contratación de 15.000 repartidores: no descarta tener que subir tarifas o no poder entregarlo todo a todas horas
Glovo promete contratar a sus repartidores un día antes de que su fundador declare ante el juez
Glovo asume que seguirá repartiendo con autónomos al menos hasta julio

Foto: Jordi Otix | Vídeo: Jordi Otix y Patricio Ortiz


Paula Clemente
Paula ClementePeriodista
Periodista del equipo de economía. Escribo sobre cuestiones relacionadas con el Consumo, las empresas (especialmente las medianas y pequeñas), el emprendimiento y el tejido tecnológico local.


Gabriel Ubieto
Gabriel UbietoRedactor
Periodista de economía, centrado en el mercado laboral. He crecido como redactor en El Periódico, antes hice prácticas en La Vanguardia y escribí durante seis meses desde Chile para Hemisfèria.cat. Ganador del premio Ramon Barnils (2015) por el reportaje "Els ultres prenen partit".
Cumplida su primera década de vida, Glovo se encuentra en un momento crucial. Se ha consolidado como un claro caso de éxito para el ecosistema emprendedor catalán y barcelonés, pero también está en el ojo del huracán por su modelo laboral y el proceso judicial que tiene abierto a su alrededor. Sobre todo ello habla con EL PERIÓDICO Oscar Pierre, cofundador y consejero delegado de la 'app' ahora propiedad del gigante alemán Delivery Hero.
¿En qué momento está Glovo actualmente? ¿Cómo ha cerrado el año?
Ha sido un buen año. Estamos operando en 23 países y vemos que en todos aceleramos el crecimiento. Creo que es porque llevamos dos años muy enfocados en cuidar mucho la experiencia de usuario: los tiempos de entrega, la gestión de incidencias… Hemos llegado a nuestro pedido 1 billón, y casi todos nuestros países crecen entre el 20% y el 30%. A nivel de Gross Merchandising Value (GMV) [Valor Bruto de la Mercancía] hemos superado los 6.000 millones de euros al año.
¿Eso a qué equivale, en facturación?
A un tercio, más o menos. En torno a 2.000 millones de euros. Tenemos tres fuentes de ingresos, una es lo que paga el usuario, otra lo que pagan los restaurantes y la tercera, que es la que más crece, la publicidad dentro de la plataforma: restaurantes y marcas comprando espacios publicitarios y palabras clave para aparecer cuando el cliente busca.
¿Glovo termina finalmente 2024 con ebitda positivo?
Casi, pero no. La tendencia era muy buena, porque llevamos muchos años creciendo en volumen y porque poco a poco vamos mejorando márgenes. Somos un negocio de micro-optimizaciones. Cada minuto de entrega que optimizamos tiene un impacto de decenas de millones de euros. El primer año con resultados positivos será 2025. Nuestra previsión era terminar con un ebitda superior a los 100 millones de euros, pero no será el caso, porque hemos reservado más o menos 100 millones para invertir en la transición [del modelo laboral].
Cada minuto de entrega que optimizamos tiene un impacto de decenas de millones de euros
¿En cuánto quedará?
Cerca del ‘break-even’ [la rentabilidad], pero en positivo.
¿Y 2024 como ha quedado?
Cerca del ‘break-even’, pero en negativo.
¿Cuántos repartidores están hoy dados de alta y operan en la plataforma, y, de estos, cuantos pasarán a ser asalariados de Glovo?
Que estén trabajando de manera mensual en España, entre 20.000 y 25.000. Que pasen a un modelo 100% laboral serán muchos menos. No sabemos exactamente cuantos, porque estamos empezando este proceso, pero estimamos que serán entre 10.000 y 15.000.
¿Todos en nómina?
Combinaremos dos modelos. Contratación directa y trabajar para flotas de mensajería.
¿Y cuántos serán en cada caso?
No lo sabemos todavía, porque estamos lanzando los dos modelos a la vez. Es un mundo tan nuevo para nosotros, que tenemos que saber cuál funcionará mejor.

Entrevista a Oscar Pierre, consejero delegado de Glovo, en sus oficinas. / JORDIOTIX / EPC
Glovo también está promoviendo la creación de flotas con mensajeros que están operando actualmente con la compañía. ¿Por qué lo hace?
Es una industria nueva y muy grande y vemos que mucha gente está montando flotas. Hemos tenido trabajadores de la oficina que han decidido dejarlo para montar una. No sé si lo estamos promoviendo activamente, pero nosotros no estamos preparados para internalizar a 12.000 o 13.000 personas en 6 meses, así que todas las flotas que se creen, mejor.
¿Cuánto se le pagará a los 'riders' contratados?
No sé los detalles aún. Sé que estamos hablando con sindicatos para establecer las condiciones. Hay mil variables: nocturnidad, número de entregas que hagan…
Todo esto impacta en las cuentas… ¿Subirá el coste del reparto?
La idea y objetivo que tenemos es que nadie se entere de este cambio. Ni usuarios, ni restaurantes. Que no se tenga que subir tarifas a nadie. Pero no descarto que este nuevo modelo nos dé problemas que ahora no sepamos identificar y que tengamos que acabar subiendo tarifas.
No estamos preparados para internalizar a 12.000 o 13.000 personas en 6 meses
Como decía, es un sector que va al detalle, ¿hay margen para subir ese coste sin perder clientes?
Nosotros podríamos cobrar 10 euros por entrega y habría quien nos seguiría pidiendo. Es un tema de cómo hacer que esta industria sea lo más grande posible para todos. Claro que una subida tiene un impacto, hay una elasticidad muy evidente, pero nosotros hemos estado operando con unos tarifas que permiten crecer y pagar bien a los mensajeros, con un modelo que estábamos convencidos de que era legal.
¿Los repartidores saldrán ganando con el nuevo modelo?
Supongo que tendremos otro perfil de ‘riders’. Sé de muchísimos a los que les gustaba el antiguo modelo. El hecho de tener flexibilidad, abrir la ‘app’ cuando quisiesen, no tener relación de exclusividad… habrá una masa laboral a la que no podremos satisfacer, pero confío en que el nuevo modelo satisfaga a los ‘riders’ que vendrán.
Hace cinco años, comentaba que contratando a los repartidores, Glovo sería rentable, pero tendría problemas para cubrir la demanda. ¿Mantiene esta afirmación?
Estamos empezando, no tengo certeza todavía de que sepamos operar un modelo laboral. Soy optimista y creo que tenemos el talento para hacerlo bien, pero es un paradigma muy nuevo para nosotros. Lo que está claro es que nuestra industria es una industria con muchos picos de demanda. Cuanto menos flexible sea una flota, menos momentos tendrás de no poder cubrir toda la demanda de una ciudad. Creo que con este cambio habrá muchos momentos donde habrá ventas no servidas. Habrá más momentos en que la 'app' deba decir ‘tu Glovo no ha podido ser servido’.
Creo que con este cambio habrá muchos momentos de demanda no servida
¿Por qué decidieron anunciar el cambio de modelo laboral un día antes de declarar ante la jueza?
Fue una mala coincidencia, la verdad. Llevábamos muchos meses trabajando en ello porque veníamos de muchos meses de presión y discrepancia con el Ministerio. Hasta el punto que, entre presión económica y presión por la vía penal, acabamos decidiendo estar en paz y con estabilidad política en el país más importante que tenemos, que es España. Hasta que un tribunal decida si este modelo es legal o no, preferimos tener estabilidad política.
¿Cuál fue el detonante que les llevó a cambiar de modelo laboral?
No es algo que se decidiera la semana antes del juicio. Se fue posponiendo. No lo gestionamos bien. Como empresa de interés público teníamos que medirlo muy bien, porque [Delivery Hero] tenía que anunciar resultados justo antes o después de que yo declarara y luego me pospusieron la declaración hasta tres veces... Coincidió.

Entrevista a Oscar Pierre, consejero delegado de Glovo, en sus oficinas. / JORDIOTIX / EPC
Pero la fecha de su declaración los medios la sabíamos con más de un mes de antelación.
Fue casualidad, no tenía ninguna lógica anunciarlo justo un día antes porque no nos favorecía ni a nivel reputacional, ni a mi proceso. Entiendo que dio un mensaje a la gente de “Mira, son culpables y se están rindiendo”. Si esa hubiera sido la intención lo hubiéramos hecho con más margen para que la jueza pudiera leer todas las noticias que se publicaron. Tuvimos esa ventana de tiempo para anunciarlo y pensamos que mejor hacerlo que no hacerlo.
¿Cuál fue, entonces, el detonante que les llevó un modelo laboral en el que llevaban años insistiendo?
El inicio del caso criminal fue bastante bestia. Cuando cambiaron el código penal ya intuíamos algo, pero hasta que no te ves delante del toro no te das cuenta de la gravedad del asunto. Y luego fue un tema económico. Pese a que hemos ganado todas las sentencias sobre el nuevo modelo, que ya son 14…
Desde que salió la 'ley Rider' hemos ganado 14 sentencias y no hemos perdido ni una
¿Se refiere a su actual modelo?
El actual es todavía mejor. Hemos tenido tres. El primero perdimos en el Tribunal Supremo, pero del segundo hemos tenido 14 sentencias favorables…
¿Ninguna en contra?
Ninguna. Y desde que salió la ley ‘Rider’ estamos operando con un tercer modelo que resta todavía más elementos de laboralidad.
Si han ganado todas las sentencias del segundo modelo, ¿por qué vieron necesario un tercero?
Pese a que hemos ganado todas las sentencias vimos que podía tener algunos puntos… Por ejemplo, los riders no podían fijar su precio por entrega y ahora sí. Cuando la Inspección de Trabajo te abre actas y encima te quiere sancionar, lo que dobla la potencial multa, tienes que depositar el dinero como fianza y esperar hasta cinco años hasta que la justicia te diga si realmente tienes que pagar o no esas multas.
Aunque los tribunales nos estén dando la razón, no teníamos caja para seguir operando
Entonces, cuando ves la vía penal, por un lado, y a nivel económico que tienes que poner todo ese ‘cash’ y congelarlo llega un punto que no puedes más. Aunque creamos que estamos operando un modelo que es legal, aunque los tribunales nos estén dando la razón, la caja no te da para operar. Encima, de la parte penal, la ley está escrita en un sentido muy amplio y habla de directivos. Hoy he ‘pillado’ yo, pero hablo con todo mi equipo y saben que ellos también están acusados. El CEO de Delivery Hero entiendo que también podría ‘pillar’ de alguna manera.
¿Se siente perseguido por el Ministerio de Trabajo?
Creo que tienen una opinión muy fuerte y muy clara sobre cómo debería operar esta industria, con la que nosotros discrepamos.
El Gobierno nos ha puesto en el ojo del huracán, a diferencia de a Just Eat o Uber
¿Piensa que les han dado un trato diferencial respecto a otras plataformas?
Eso está claro, nos han puesto en el ojo del huracán. Somos la única que ha sido inspeccionada por Inspección de Trabajo y Fiscalía. Just Eat, que tiene una cuota muy pequeña, sí opera un modelo laboral, pero Uber Eats opera en un 90% igual que nosotros. Entiendo que somos los más grandes, que la Inspección tiene recursos limitados y los tiempos de la Administración son los que son… pero que a nuestro competidor le inspeccionen con dos o tres años de retraso le da una ventaja competitiva bestia y ya no te digo reputacional.
El planteamiento que tenía Glovo en sus inicios era novedoso y la promesa de que el repartidor tuviera flexibilidad horaria atractiva. Pero la mayoría de repartidores que uno ve por la calle han acabado siendo migrantes con una alta vulnerabilidad. ¿Es así?
No, yo hablo con muchísimos mensajeros cada semana y cuando hablas con ellos te valoran la libertad que tienen, la flexibilidad horaria, que pueden aceptar y rechazar pedidos. Cuando alguien ve que un rol está ocupado por personas inmigrantes ya lo asocian a cierto tipo de condiciones que no tienen por qué ser así. El tiempo medio que está un rider en la plataforma son tres meses, es una solución muy temporal y después se mueven a otra cosa.
¿Definiría su trabajo como precario?
¿Qué entiende como precario?
Un repartidor de Glovo no tiene un trabajo precario
Un trabajo que implica trabajar muchas horas, con una incertidumbre sobre cuánto ganarás a final de mes y que, en cómputo, por todas las horas que trabajas no llegues, por ejemplo, al salario medio.
Nosotros el que miramos mucho es cuánto ingresan por 60 minutos trabajando y esto tiene que ser superior en el salario mínimo
Pero este cálculo no cuenta todo el tiempo que esperan entre pedido y pedido.
No creo que tengan un trabajo precario, pagamos por encima del mercado por minuto trabajado y que además tienen la flexibilidad.

Entrevista a Oscar Pierre, consejero delegado de Glovo, en sus oficinas. / Jordi Otix
¿Dónde ve Glovo de aquí a cinco años?
Estamos convencidos que la mayoría del comercio online se moverá a la inmediatez y ahí tenemos dos ventajas. Una: tenemos una flota y una tecnología para entregar de manera más rápida y eficiente que nadie. Dos: Nuestra marca es un intangible bestial. Inmediatez no es Zalando, Amazon o Ebay, es Glovo. Cada vez hay más marcas que quieren ofrecer entregas inmediatas con nosotros y la demanda es bestial. Cuando quieres comprarte algo de Decathlon y entras en el catálogo de Glovo y ves que lo puedes comprar al mismo precio, pero con una entrega de 30 minutos y no de dos días, la gente prueba y repite.
¿Cómo evolucionará el sector?
Miramos mucho a China. El Glovo de allá se llama Meituan y lo utiliza el 30-40% de la población. Nosotros estamos muy contentos porque Italia está creciendo mucho y en enero nos utilizó un millón de italianos, pero es que hay 60 millones de italianos. Si nos vieran los chinos dirían “¿Qué está pasando? ¿Cómo es que no lo utilizan 10-20 millones de italianos?”.
Hasta un 20% de los hogares españoles usan con mayor o menor frecuencia Glovo
¿Aquí qué porcentaje de población usa Glovo?
Más o menos entre el 15-20% de los hogares, pero hay muchos que lo usan con poca frecuencia.
¿Se ve usted al frente de Glovo en cinco años?
Me gustaría, siempre que me hago esa pregunta me cuesta mucho pensar en una industria que me atrajera tanto.
Glovo se ha convertido en un referente del emprendimiento catalán, pero todo el debate sobre el modelo laboral le ha hecho un poco de sombra a lo conseguido. ¿Lo siente así?
No lo sé, quizás depende mucho de con quien estés hablando. Siempre me ha costado entender cómo es que el gobierno no tiene en cuenta también el impacto económico que estamos teniendo aquí en Barcelona más allá del que tiene nuestra plataforma la operativa de la plataforma en España que es la misma que en Italia, que en Polonia, etc.
A mi me ha costado mucho moverme en el terreno de la Administración
Pero es que además aquí estamos creando todo por todos los países y entonces es como que sí creo que es un factor que se ha tenido poco en cuenta desde parte de la administración. No para tener un trato preferente, sino para tener un trato igual al resto de competidores que tenemos a la industria. Eso sí que me ha desagradado. Después cuando hablo con la comunidad más emprendedora creo que en general sí que entienden la magnitud del que hemos creado y sí que sentimos bastante admiración y un poco de factor inspiracional por otros emprendedores.
Diferencia mucho la administración y después el tejido emprendedor, ¿cree que son casi dos galaxias que no se hablan?
Son muy diferentes. A mí, por ejemplo, me ha costado mucho navegar y entender que, cuando empecé en Glovo, tendría que hacer todo esto. Siempre que te metes en terreno de la Administración es un terreno muy diferente a nuestro día a día.
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