Sector vitivinícola

España acelera las exportaciones de vino a Estados Unidos para esquivar posibles aranceles

Los distribuidores americanos compraron un 29,5% más de litros en diciembre, para así ampliar sus existencias antes de la hipotética subida de impuestos de Trump

El sector español del vino apunta a México y al Mercosur como 'plan b' si Trump le sube los aranceles

Una mujer sostiene una botella de vino en la última edición de la Barcelona Wine Week, el salón del vino español, celebrado en la Fira de Barcelona en Montjuïc.

Una mujer sostiene una botella de vino en la última edición de la Barcelona Wine Week, el salón del vino español, celebrado en la Fira de Barcelona en Montjuïc. / Enric Fontcuberta / Efe

María Jesús Ibáñez

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Barcelona
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Las bodegas españolas han pisado el acelerador las últimas semanas y han empezado a enviar masivamente sus estocs a Estados Unidos, antes de que el presidente Donald Trump decida subir los aranceles a este producto. Los distribuidores norteamericanos han aumentado sus pedidos de cajas de botellas hasta el punto de que, según los datos de la aduana de EEUU, en diciembre pasado se registró "un fuerte aumento de las exportaciones, con un alza del 23% en valor y del 29,5% en volumen", ha informado la Interprofesional Vino de España (OIVE), la entidad que agrupa a los exportadores vinícolas y que atribuye este comportamiento a "una posible estrategia de acopio por parte de los importadores estadounidenses, ante la incertidumbre generada por la amenaza de aranceles".

"Nosotros hemos agilizado los pedidos para que los distribuidores de Estados Unidos tengan suficientes existencias de producto para al menos seis meses, de este modo ahora cuentan con un estoc de seguridad", explicaba el pasado viernes Luisa de Paz, directora de exportaciones de la bodega Protos, de la denominación de origen Ribera del Duero. "Comenzamos a prepararnos a finales del año pasado, después de que Trump ganase las elecciones", precisó De Paz en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Reuters. Con este depósito de reserva, los comercializadores norteamericanos podrán escalar sus precios de cara a sus consumidores finales, si finalmente se produce el incremento arancelario.

Ya en 2019, también con Trump en la Casa Blanca, EEUU aplicó aranceles al vino envasado (solo al no espumoso) producido en distintos países europeos, entre ellos, España. Entonces, a diferencia de "Francia que sufrió una caída drástica en sus exportaciones, las empresas españolas mostraron mayor resiliencia y lograron mantener una posición estable en el mercado", recuerda Begoña Olavarría, responsable del área de Inteligencia Económica de la interprofesional.

"En estos momentos, el interés de los compradores estadounidenses por el vino español es muy alto y esto hace que, pese a la incertidumbre arancelaria del momento, los contactos comerciales con las bodegas de aquí sean intensos", corrobora Céline Perez, directora de la Barcelona Wine Week (BWW), que celebró su quinta edición entre los pasados 3 y 5 de febrero. Durante esos tres días de salón, más de 300 operadores de EEUU aprovecharon para cerrar operaciones con proveedores españoles, "y los índices de satisfacción que han mostrado han sido altos, con buenas puntuaciones", subraya Perez. "Vinieron varias misiones comerciales, con perfiles que se consideran clave, porque, pese a todo, Estados Unidos es uno de los principales mercados del sector y, en concreto, si hablamos de espumosos, es el primero", prosigue la directora del certamen, que es ya el mayor salón del vino español que se celebra en España.

"La verdad es que ha sido una edición de récord, con un crecimiento de superficie del 38%, que supone haber duplicado el espacio en los apenas cinco años que llevamos de existencia", señala. Por el recinto pasaron 25.700 visitantes, "de los que un 20%, es decir unas 5.000 personas, eran extranjeros de 69 países distintos", indica Perez, que está convencida de que, en caso de que finalmente la Administración Trump decida revisar los gravámenes aduaneros, "el sector del vino está suficientemente diversificado como para seguir adelante".

La decisión de acelerar los envíos, con todo, no ha sido generalizada. Hay empresas que han preferido esperar a ver qué decide el gobierno norteamericano y siguen operando como hasta ahora. "El tema se puso sobre la mesa en noviembre, pero en aquel momento Trump amenazaba con aplicar aranceles a productos de China, Canadá y México, no a Europa ni a España, por lo que nuestros asociados decidieron no comprar por adelantado", informan fuentes de la firma Família Torres, que comericaliza vinos y destilados. 

Un buen 2024 en exportaciones

Los exportadores de vino españoles cerraron el ejercicio de 2024 con un crecimiento del 7% en valor y en volumen en sus transacciones con Estados Unidos, lo que les consolidó dentro del grupo de principales proveedores de ese mercado, según los datos de aduanas elaborados por la OIVE. Así, España alcanzó un total de 391,4 millones de dólares en ventas y los 67,3 millones de litros exportados, lo que la coloca como el cuarto proveedor en valor y el séptimo en volumen. En el segmento específico de los espumosos, el americano es el principal destino de los productores españoles, ya que según el interanual a noviembre 2024, se alcanzaron los 21 millones de litros (lo que supuso un incremento del 7,7%) y 73,6 millones de euros (una subida del 9,6%). En cuanto a los vinos envasados no espumosos, se exportaron 39,7 millones de litros en el interanual a noviembre 2024 (que implicó un crecimiento del 2%) por un valor de 243,1 millones de euros (un 4% más).

En global, sin embargo, las ventas a países extranjeros se resintieron de la caída de producción provocada por la sequía y las malas cosechas en muchas denominaciones de origen. El sector anda también preocupado por la paulatina bajada de consumo que se está registrando, pero eso, como advirtió en la presentación de la BWW la directora e Industria Alimentaria del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), "hay de convertirse en oportunidad y saber aprovechar, por ejemplo, el auge del vino blanco entre el público más joven o el hecho de que el rosado se haya puesto de moda en países como Estados Unidos o Japón". Otro de los caminos que debería explorar (y explotar) la producción vinícola española "es la de los productos con menos graduación o sin alcohol, que son tendencia en todo el mundo", agregó.

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