Gastos hormiga

Este es el principal motivo por el que llegamos al estrés económico, según una gurú en finanzas personales

Los gastos más pequeños pueden convertirse en un dolor de cabeza para nuestra economía

Archivo - Monedas de euro.

Archivo - Monedas de euro. / EUROPA PRESS - Archivo

Pedro Sanjuán

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Michela Alloca es una experta estadounidense en finanzas personales que apuesta por comprar menos y mejor y que en sus libros y publicaciones señala a esas compras y gastos invisibles y cotidianos que hacemos -y a los que no damos importancia- como los responsables, en muchos casos, de la mala marcha de nuestra economía.

De lo que está hablando Alloca es de los llamados gastos hormiga, un sumidero por el que escapan buena parte de nuestros ahorros y a los que, afortunadamente, se les puede poner freno prestando un poco de atención, según la analista.

Acciones cotidianas como desayunar fuera de casa, tomar un café o un té por la tarde, comprar cualquier cosa en máquinas expendedoras, comprar tabaco, etc, son gastos que nos suponen poco esfuerzo económico pero que van sumando a la vez que minan nuestras finanzas sin que seamos conscientes de ello.

La propuesta de Alloca para ahorrar pasa por adoptar hábitos como el de devolver aquello que hemos adquirido pero que no vamos a usar; por no comprar en rebajas cosas que no necesitemos por muy baratas que estén o por estar atentos a cada gasto efectuado. "Guardar cosas que no te gustan o que no usarás es básicamente como tirar dinero por el inodoro", afirma la experta, quien también ofrece consejos para mejorar nuestras finanzas personales en su cuenta de TikTok.

Entre los consejos que ofrece para ahorrar también destaca el de apuntar en una tabla todos esos gastos hormigas de los que venimos hablando para ser conscientes, al verlos negro sobre blanco, de la cantidad que se nos está yendo en cosas prescindibles, en muchos casos.

Otro 'tip' que reivindica es el de no tener nuestro dinero en cuentas de ahorro tradicionales, que casi no generan intereses, y optar, por ejemplo, por cuentas de ahorro de alto rendimiento: poco riesgo, disponibilidad inmediata de dinero, pero mayor rentabilidad.

Además, advierte sobre el uso de las tarjetas bancarias, abogando por usar aquellas que no permiten gastar el dinero que no tenemos en una cuenta, por lo que apuesta por tarjetas de débito antes que por las de crédito.

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