Grandes fortunas catalanas

Jonathan Andic inyecta 96.900 euros en su firma de inversión para equilibrar poderes con sus hermanas

Los tres hijos del fallecido Isak Andic, fundador de Mango, han organizado recientemente su patrimonio personal. Judith y Sarah lo han hecho constituyendo Pitaya Capital y Kiwi Capital, y el primogénito ampliando capital de Black-Indigo

Los Andic avanzan en la gestión del testamento de Isak y del futuro de la empresa familiar

Mango nombra presidente a Toni Ruiz y se convierte en el relevo definitivo de Isak Andic

Jonathan Andic, en una imagen corporativa

Jonathan Andic, en una imagen corporativa / Mango

Paula Clemente

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Barcelona
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Es bien sabido ya que el deseo de Isak Andic era que sus hijos fueran buenos accionistas, no directores o gestores de su pequeño imperio llamado Mango. Para muestra, dos botones: que le cediera las riendas de esta cadena textil a un directivo ajeno a la familia (Toni Ruiz, a quien la compañía y la familia han nombrado presidente, además de consejero delegado) y que sus tres hijos hubieran empezado a estructurar y profesionalizar su patrimonio presente y futuro, poco antes del fallecimiento del empresario en un accidente de montaña el pasado diciembre. Las hermanas mediana y pequeña constituyeron sus primeras sociedades de inversión y el mayor, amplió capital en la suya.

El Boletín Oficial del Registro Mercantil ha empezado a plasmar estos movimientos en las últimas semanas, aunque fuentes cercanas a la familia aseguran que todos son previos al accidente y que nada tienen que ver con el testamento. En concreto, estas gestiones habrían empezado en verano, fruto del interés de las hijas por invertir sobre todo en inmuebles y fruto de las donaciones que hacía Isak para que pudieran hacerlo. De ahí la necesidad de empezar a poner orden.

El último movimiento en salir a superficie es la ampliación de capital de Black-Indigo, la firma de inversión de Jonathan Andic, primogénito de Isak. Este directivo de Mango (es el único de los hermanos implicado directamente en la compañía) ha invertido 96.900 euros en Black-Indigo para disponer de los mismos 100.000 euros con los que sus hermanas han constituido Pitaya Capital y Kiwi Capital. La primera corresponde a la hermana mediana, Judith Andic, y la segunda, a la menor, Sarah Andic.

"Lo que estaba intentando es que sus hijos tuviesen su patrimonio ordenado", resuelve una fuente cercana a la familia, que justifica el movimiento dentro de Black-Indigo como una muestra más de esto y del equilibrio que se intentaba lograr entre los tres hermanos. "Así pueden hacer inversiones similares", añade quien cree que el foco se pondrá sobre todo en el negocio inmobiliario.

A diferencia de las de sus hermanas, Black-Indigo lleva constituida desde 2015 con un capital inicial de 3.100 euros y con el objetivo de moverse en el sector de la construcción, las instalaciones y el mantenimiento; del comercio al por mayor y al por menor; de la distribución comercial; de la importación y la exportación; y de las industrias inmobiliarias, manufactureras y textiles.

De hecho, el otro cambio que figura este martes en este boletín es, precisamente, la modificación del objeto social de esta empresa, que pasa a ser "la compra, suscripción, tenencia, permuta y venta de toda clase de valores mobiliarios, nacionales y extranjeros, incluidos acciones, participaciones o intereses, cualquiera que sea la forma jurídica de la entidad emisora".

Es lo mismo que figuraba, hace aproximadamente una semana, en la nota que informaba de la constitución de Pitaya Capital. Igual que la que apareció semanas antes respecto a Kiwi Capital.

Distribución de funciones

En función de lo que ha ido trascendiendo de las decisiones tomadas las pasadas semanas, la voluntad de los tres (presuntos) herederos parece ser respetar tanto como se pueda este deseo de su padre. Primero, porque uno de los escenarios más plausible era que Jonathan Andic asumiera el cargo de presidente no ejecutivo de Mango. Es el único de los hijos que forma parte del consejo de administración, además de ser director de la línea Mango Man, con lo que era lógico prever que se pusiera al frente de este consejo, siendo, además, un cargo sin poderes ejecutivos. En cambio, lo ha acabado siendo Toni Ruiz, el directivo ajeno a la familia que ya tiene la máxima responsabilidad operativa al ser consejero delegado de Mango. Y lo es con el respaldo de la familia.

Además, los tres hermanos se han repartido a partes más o menos iguales los cargos dentro del resto de sociedades que conformaban el patrimonio empresarial de Isak Andic. Jonathan es, desde hace unas semanas, presidente de la firma de la que dependen todas las inversiones y empresas de la familia (Punta Na Holding) y sus hermanas, apoderada y secretaria; Sarah Andic se convierte en presidenta del negocio que concentra las inversiones inmobiliarias (Punta Na SA); y Mango Mng Holding –la firma a través de la cual gestionan el 95% que poseen de Mango– queda con Jonathan como presidente y sus hermanas como vicepresidentas.