Funcionariado
Esta oposición solo tiene 12 temas y para aprobarla el único requisito es la ESO
Tras un solo examen y un temario manejable se encuentra el sueño de muchas personas: un puesto de trabajo de funcionario

Una cartera de Correos. / Ferrran Nadeu
Ser funcionario en España tiene varias ventajas y, como tal, es el sueño laboral de muchas personas. El principal pro de ser funcionario es la estabilidad en el puesto de trabajo. Los funcionarios tienen una gran protección frente a despidos, ya que, en general, solo pueden ser despedidos por causas muy específicas (como la comisión de faltas graves o la supresión de su puesto por reorganización administrativa).
Los horarios de trabajo en la administración pública suelen ser bastante regulares y predecibles, con pocas horas extra en comparación con otros sectores. Esto puede ayudar a equilibrar mejor la vida personal y profesional, por lo que es otra de las ventajas que presenta el ser funcionario.
Los funcionarios, por lo general, también disfrutan de buenas condiciones laborales, con permisos por asuntos personales, enfermedades, etc.. Además, en muchoso casos, tienen acceso a planes de pensiones y otros beneficios sociales, como seguros médicos o ayudas para la formación continua.
El sistema de promoción y ascenso suele estar bien establecido en el ámbito público, basado en la antigüedad, méritos o convocatorias de oposiciones internas. Esto permite a los funcionarios planificar su carrera profesional a largo plazo.
También, en algunos casos, los funcionarios pueden optar a una jubilación anticipada con condiciones favorables, lo que puede suponer una ventaja frente a otros trabajadores del sector privado.
Los funcionarios están sujetos a un régimen jurídico que regula sus derechos y obligaciones, lo que proporciona un marco de seguridad respecto a sus condiciones laborales.
Oposiciones
Aunque aparentemente todo son ventajas, el lograr un puesto de funcionario suele ser complicado por el requisito de tener que superar unas oposiciones, un sistema que asegura que los puestos se asignen según el mérito y la capacidad, evitando discriminaciones. La competencia es dura y, normalmente, exige de un largo periodo de una preparación específica de cara a superar la prueba con la mejor nota posible.
Teniendo en cuenta esta complejidad, hay oposiciones más difíciles que otras. Las de Correos pasan por ser de las más sencillas: constan de un temario de únicamente 12 temas, hay que superar un solo examen tipo test y para presentarse a ellas a los aspirantes no se les exige más que estar en posesión de la ESO, graduado escolar o equivalente.
De este modo, se antoja una gran oportunidad para cualquier español, o ciudadano de un país de la UE, mayor de 18 años que no haya sido inhabilitado para trabajar en una entidad pública ni tenga una enfermedad o limitaciones físicas o psíquicas para el normal desempeño de las tareas y funciones a realizar: reparto, agente de clasificación o atención al cliente.
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