Iniciativas

Illa lanza un plan de 18.500 millones hasta 2030 para que Catalunya lidere España

Los Comuns ven "muy inconcreto" el plan económico de Illa

Salario mínimo catalán, macro proyectos industriales y boom de renovables, el plan económico de Illa en 5 claves

Illa insiste en que Catalunya debe volver a liderar "económicamente" España

Illa lanza un plan de 18.500 millones hasta 2030 para que Catalunya lidere España

EFE

Agustí Sala

Agustí Sala

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Era uno de los mensajes clave del president Salvador Illa desde que llegó a la presidencia de la Generalitat en agosto pasado: Catalunya debe volver a liderar España. Y, en esta línea, ha lanzado un plan con inversiones previstas de 18.500 millones de euros hasta 2030, suma equivalente al 5,8% de la riqueza que se genera en la comunidad autónoma destinada a navegar en un entorno de transformaciones globales y volver a ser líderes en sintonía con Europa. Del total 13.700 millones procederán de créditos del Institut Català de Finances (ICF) y el resto, de la Generalitat a través del presupuesto ordinario.

Presentado con toda solemnidad mediante la conferencia 'Catalunya lidera. Un model econòmic de prosperitat compartida' en el paraninfo de la Escola Industrial de Barcelona, para dejar constancia de la importancia que le otorga a la tradición industrial del país, con asistencia de todos su gobierno y representantes del mundo económico, político y social, el jefe del Ejecutivo catalán ha resumido la iniciativa que recoge un conjunto de 200 medidas que ejecutará un operador exclusivamente dedicado a ello, denominado Lidera.

Illa ha destacado como caracerísticas catalanas la ambición y la capacidad transformadora y de consensos y ventajas y carencias tras una gira por toda Catalunya para determinar las líneas estrategias a seguir. Y a nivel español detecta respeto a Catalunya, aunque con cierto "recelo" que requiere pedagogía.

Los efectos acumulados de este conjunto de medidas para afrontar una etapa de transformaciones globales con avances como la inteligencia artificial que suponen unos 3.000 millones por ejercicio, sobre el producto interior bruto (PIB) catalán serán del 5,7% a 6 años vista y podrían llegar al 9,5% en 10 años e incluso más al mejorar la productividad.

Este plan cuya perspectiva trasciende una legislatura se pone sobre la mesa en un momento en el que Catalunya se ha visto forzada a prorrogar de nuevo los presupuestos de 2023 aspira a exprimir al máximo los fondos europeos para recuperar un liderazgo que Catalunya ha cedido en los últimos años. Según las previsiones del Govern, permitirá crear 78.000 empleos entre 2025 y 2030. Son pasos que suponen "una gran oportunidad para recuperar el papel histórico de Catalunya como motor de crecimiento en España y Europa".

Y todo ello mediante un modelo de crecimiento "de prosperidad compartida frente a otros modelos de acumulación insolidaria". El análisis del Govern, en su afán de situar a Catalunya "a la vanguardia de la agenda europea", se nutre de los informes de Enrico Letta sobre el mercado único europeo o de Mario Draghi, con su plan para el futuro económico de la Unión Europea.

Illa no ha escondido su preferencia con los republicanos y los Comuns como socios, aunque haya cuestiones en las que discrepan y ha esgrimido que el Govern cuenta con la "política de vivienda más ambiciosa de España", con la previsión de 50.000 pisos hasta 2030, entre otras iniciativas sociales.

200 actuaciones

En total son 200 actuaciones de las que la décima parte se identifican por su carácter estratégico en una iniciativa que supone "uno de los programas de inversión pública en Catalunya más importantes del siglo XXI". Los pilares en los que se apoya la iniciativa del Ejecutivo catalán son las infraestructuras, que son "clave para el progreso económico". Y ahí se incluyen desde asegurarse los recursos hídricos suficientes a fomentar las energías renovables, mejorar las conexiones de transporte, construir instalaciones para la transición digital y agilizar el uso del suelo para captar inversiones y apoyar a las empresas.

Otro pilar es la modernización productiva, dirigida a aumentar la productividad, estancada en los últimos años. Y para ello el objetivo es priorizar la inversión en sectores de alto valor añadido, innovadores y que fortalezcan la autonomía estratégica en colaboración con las instituciones europeas. Una de las prioridades ha de ser descarbonizar de la economía, reforzar el perfil industrial y avanzar en su digitalización. Todo ello mediante fondos públicos y privados y fomentando una mayor dimensión empresarial y el desarrollo económico territorial.

También destaca el conocimiento y la innovación, mediante el reforzamiento del nivel formativo de la población, la mejora y reformas de las universidades catalanas, del sistema de investigación y desarrollo (I+D) y de los activos científico-técnicos; así como la igualdad de oportunidades, a través de empleo de calidad y las políticas activas de ocupación; y el buen gobierno, con finanzas públicas sostenibles, la simplificación y digitalización de la administración o el impulso de la compra pública innovadora.

Retos: productividad y PIB por habitante

El plan trazado por Illa radiografía también la economía catalana, que tacha de "dinámica, diversificada y abierta", pero con algunas debilidades, pese a un crecimiento más equilibrado tras la crisis financiera, con el aumento "limitado de la productividad y del PIB por habitante". En todo caso, la diversificación del tejido económico "ha permitido una mayor resiliencia ante los choques económicos, mientras que el impulso de la internacionalización y la atracción de la inversión extranjera "han consolidado a Catalunya como un actor clave en el comercio global". Pero siguen habiendo asignaturas pendientes como una presencia "insuficiente" de los servicios avanzados, la necesidad de mejora en el capital humano y la cohesión social, así como la transición energética.

El documento elaborado por el Govern concluye que es necesario mejorar la productividad, mediante la inversión en capital físico, tecnológico, actividades de innovación, reforzar la industria y fomentar el aumento de dimensión de las empresas. También hay que reforzar la resiliencia del mercado de trabajo ante los retos de la digitalización, el envejecimiento y los flujos migratorios, así como abordar retos sociales con el fomento de empleos de calidad, apostar más por la industria y los servicios avanzados y el acceso a bienes básicos como la alimentación y el transporte o el acceso a la vivienda para un crecimiento más inclusivo.

Otros ámbitos de mejora son el impulso a la descarbonización de la economía y aumentar la resiliencia ante el cambio climático con actuaciones encaminadas no solo a la electrificación sino a la gestión sostenible de los recursos hídricos para la agricultura y los sectores productivos, y potenciar la calidad y la confianza en las instituciones y el autogobierno de Catalunya para lo que es esencial la sostenibilidad de las finanzas públicas, así como una administración "más ágil, moderna y eficiente, con menos trabas burocráticas, mejor uso de los datos, las herramientas digitales y la inteligencia artificial", que "ha de facilitar una gestión más efectiva y cercana a los ciudadanos". El plan insta a mantener el diálogo social, la colaboración púbico-privada y la coordinación enter instituciones. "La receta del éxito pasa por grandes consensos, la estabilidad política y la seguridad jurídica", concluye.