Empresas

Catalunya siguió en 2024 perdiendo más sedes empresariales de las que ganó

El mundo de la empresa y la política esperan que el regreso del Sabadell anime a muchas compañías a imitarle tras un año pasado en el que se marcharon 351 sociedades más de las que llegaron

El Sabadell celebrará el 20 de marzo su primera junta de accionistas en Catalunya en ocho años

Edifici del Banc Sabadell a Sant Cugat del Vallès

Edifici del Banc Sabadell a Sant Cugat del Vallès / PABLO ALLENDESALAZAR

Agustí Sala

Agustí Sala

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La decisión del Banc Sabadell de devolver su sede social a Catalunya después de 7 años en Alicante y de celebrar su primera junta de accionistas en la cocapital del Vallés occidental por primera vez en 8 años ha disparado los ánimos desde la Generalitat presidida por el socialista Salvador Illa hasta el ministro de Economía, Carlos Cuerpo pasando por el presidente de la patronal catalana Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre. A ellos se suma el presidente de Pimec, Antoni Cañete, quien en declaraciones a EL PERIÓDICO, de manera muy descriptiva, considera que el paso dado por la entidad financiera tenía que darse un día u otro porque "no era lógico que la 'cabeza' y el 'cuerpo' del banco estuvieran separados".

La mayoría tienen la esperanza de revertir una tendencia, la pérdida de sedes empresariales, que se disparó con el referéndum independentista en 2017 y luego se fue moderando, pero siempre arroja un saldo de más salidas que llegadas. En 2024, Catalunya siguió sin salir de esa evolución perdiendo más sedes empresariales de las que ganó: el saldo fue de 351 sociedades menos, como consecuencia de 926 salidas y 575 nuevas incorporaciones procedentes de otros territorios. En Madrid, con la excepción de tercer trimestre, con saldo negativo, el conjunto del ejercicio acabó con 206 incorporaciones netas como consecuencia de 1.549 mudanzas frente a 1.755 llegadas, según los datos del Registro Mercantil.

Desde 2017, el año del referéndum del 1-O y de la declaración unilateral de independencia, el resultado entre llegadas y marchas de sedes sociales en Catalunya se acerca a las 3.000 en favor de las salidas. En concreto, 2.989 por la marcha más de más de 6.000 y la llegada de unas 3.300. En cambio, en Madrid, durante el mismo periodo, es favorable a las que han optado por instalarse en esa comunidad, con 1.982, como resultado de más de 10.100 llegadas y unas 8.100 marchas, según se desprende de los datos de los registros mercantiles. En general las de Catalunya suelen mudarse a Madrid y las de esta comunidad, a Catalunya, aunque también hay traslados a Andalucía o la Comunitat Valenciana.

El peor ejercicio fue el de 2017, con 2.536 salidas de Catalunya, y la llegada de apenas 548, que fue cuando se vivió el momento más convulso de fugas que inició Oryzon entre las compañías más medianas y lideró precisamente Banc Sabadell entre las empresas del Ibex, a las que siguió CaixaBank, que situó su sede social en València, así como la fundación que tiene el 31% del capital y su brazo inversor, Criteria, que ubicaron en Palma de Mallorca.

A estas se sumaron Abertis, Cellnex o Colonial, que optaron por la capital de España y siguieron los anuncios de SegurCaixa Adeslas, el 9 de octubre; o al día siguiente, Catalana Occidente (hoy rebautizada como Occident), Planeta, Indukern o Edreams, todas ellas a Madrid; así como Idilia Foods (Cola-Cao, Nocilla), el 11 de octubre, que optó por València, por poner solo unos ejemplos.

Y esta, desde entonces, es una cuestión que sigue preocupando al mundo empresarial, aunque no se ha traducido en la marcha de sedes operativas, pero sí en la pérdida por ejemplo de juntas de accionistas. Desde el mundo de la empresa consideran importante atraer de nuevo sedes que se marcharon, pero sin coacciones, tal como proponía Junts, que llegó a plantear penalizar a las que no regresaran.

Hace unas semanas, fue Laboratorios Ordesa la que decidió devolver su sede social a Barcelona. En concreto, en la zona de negocios de BCN Fira District. Más recientemente fue un grupo de mayor dimensión, la cementera Molins, que se había mudado a Madrid e incluso vivió un cisma entre las ramas familiares con disputa en los tribunales, porque alguna de ellas no quería llevarse la sede a la capital de España. Hace unos meses decidió cambiar su nombre y marca y, hasta la decisión del Sabadell, era una de las primeras grandes compañías que había decidido revertir la decisión de mudar su sede social tras el 1-O. El hecho de que regresen sedes de grandes compañías, aunque a nivel numérico, es decir, una a una, puede que no sume mucho, en cuanto a imagen y sensación de normalidad y actividad sí que supone un gran salto, según los expertos.

El presidente Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, que ha hecho de esta cuestión uno de sus retos, afirmaba en una entrevista con EL PERIÓDICO que "una política fiscal como la de Madrid o la de València haría más atractivo que volvieran las empresas". Entendía que no hacen falta medidas ni coercitivas ni incentivos porque las empresas volverían cuando realmente se den las condiciones políticas y económicas idóneas. El consejo del Sabadell argumentaba tras aprobar el regreso de su sede a la cocapital del Vallès que "ahora ya no se dan las circunstancias que motivaron su traslado", en referencia implícita al 'procés'. Sánchez Llibre, por su parte, se aventuró esta semana tras la noticia del Sabadell a "avanzar que habrá más noticias de retorno de empresas próximamente”.