Estudio de CaixaBank Research
Los extranjeros que visitaron España en 2024 gastaron en restaurantes un 20% más que en 2023
El tíquet pagado por los viajeros españoles también creció un 10% en servicios de restauración, por encima del alojamiento y el ocio
España bate su récord histórico de turistas: 94 millones y 126.000 millones de gasto en 2024

Grupos de turistas en el Pont de Pedra de Girona, este mes de enero. / MARC MARTI FONT


María Jesús Ibáñez
María Jesús IbáñezPeriodista
Redactora en EL PERIÓDICO DE CATALUNYA desde el año 2002. Especialista en Alimentación.
El sector de la restauración es el que mayor tajada parece haber sacado del récord de turistas que España batió el año pasado, cuando la visitaron 94 millones de extranjeros. Los viajeros llegados de fuera incrementaron en un 20% su gasto en bares y restaurantes, por encima del dinero que destinaron a alojamiento y a actividades de ocio. Y eso no se explica solo porque los precios hubieran subido, ya que la inflación turística fue del 5,4%. Los datos, presentados este jueves por los economistas de CaixaBank Research, Judit Montoriol y Pedro Álvarez, se obtuvieron a partir de las transacciones realizadas en los cajeros de la entidad bancaria con tarjetas de crédito. Entre los turistas españoles hubo también una subida de gasto en este mismo ámbito, el de la restauración. Fue, eso sí, algo más moderada, del 10%.
"Nos encontramos en un contexto en el que la renta de los países emisores, es decir de los lugares de origen de nuestros turistas, están aumentando y, además, los precios en España, aunque han subido, no lo han hecho en mayor medida que los destinos competidores, como Portugal, Italia o Grecia", ha argumentado Montoriol para tratar de explicar el porqué de este aumento.
Los viajeros extranjeros pagaron un tíquet medio de 31,2 euros en cada transacción con su tarjeta de crédito, lo que representan unos seis euros más que el gasto de los turistas residentes, constata el mismo estudio. Además, aunque los dueños de bares y restaurantes siguen teniendo en el consumidor local a su cliente más fiel, ya que le aporta el 62% de la facturación anual, lo cierto es que, en las provincias más turísticas, los visitantes foráneos suponen ya un 25% de la caja, mientras que los turistas nacionales, los residentes en España que visitan otros lugares, suponen el 13% restante.
Los españoles vuelven a viajar fuera
Así, mientras el peso de los extranjeros fue clave para los negocios de fronteras para dentro, el estudio de CaixaBank ha visto también cómo el año pasado aumentaban de nuevo los viajes de españoles hacia destinos internacionales, que superaron por primera vez a los de 2019.
"Tenemos un sector turístico español con un ritmo de avance elevado, sin signos de agotamiento cíclico, aunque la previsión para 2025 es que muy posiblemente ese ritmo se ralentice", ha señalado la economista de CaixaBank Research. Así las cosas, mientras en 2024 el PIB turístico se estima que ha crecido un 6%, es de prever que para el ejercicio que ahora empieza este aumento sea de un 3,6% en términos reales. "De esta manera, el PIB turístico pasaría a suponer el 13,2% del total de la economía", ha agregado la investigadora.
El ejercicio turístico de 2024 ha venido a confirmar otra de las tendencias ya detectadas los últimos años: la desestacionalización, especialmente en los destinos urbanos costeros. "Si se compararán las tendencias a largo plazo, desde 1999, se puede comprobar cómo las llegadas de turistas internacionales entre julio y agosto han aumentado un 63,5 entre 1999 y 2024, pero lo han hecho más de un 115% en el resto de meses del año", ha subrayado por su parte Álvarez.
También se hace evidente la desestacionalización en el gasto de los turistas internacionales durante julio y agosto, que ha disminuido un 4,5% en los últimos cinco años, con retrocesos especialmente marcados en el gasto de los procedentes de Italia (-7,3%), del Reino Unido (-6,5%) y de Alemania (-6,2%). "Hay sectores, como el denominado turismo verde o de naturaleza, que es uno de los que más crecen y, en ese caso, se trata también de un tipo de actividad que se presta a la desestacionalización", ha indicado el economista. Más que hacia la primavera, crece el número de viajeros que llegan en otoño e, incluso, en invierno.
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