Perfil

Teresa Fernández (Ibercaja): La gestora de los eres persigue acelerar el crecimiento

Directora de banca de empresas de Ibercaja. Gestionó tres expedientes de regulación de empleo entre 2015 y 2021, años de tipos de interés al 0%

Teresa Fernández, directora de Banca de Empresas de Ibercaja, en la sede de la entidad en Madrid.

Teresa Fernández, directora de Banca de Empresas de Ibercaja, en la sede de la entidad en Madrid.

Pablo Gallén

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Teresa Fernández Fortún (Zaragoza, 1967) lo ha sido todo en Ibercaja. Porque 34 años dan para mucho, pero no "para aburrirse" asegura. Esta licenciada en Derecho (1990) y Ciencias Económicas (1993) por la Universidad de Zaragoza lleva los últimos cuatro años en la dirección de banca de empresas y en el comité de dirección de la décima entidad financiera española con la tarea principal de crecer, en un segmento que cuando llegó suponía el 19% del balance del banco y ahora significa el 26%. Antes de ocupar esta responsabilidad, fue directora de recursos humanos, entre 2015 y 2021, y directora de la obra social otros seis años. "He dado la vuelta entera en Ibercaja, pero nunca me he aburrido", sostiene. 

Fernández gestionó tres eres (expedientes de regulación de empleo) y la reducción de personal que tuvo que acometer el banco tras la crisis financiera, la etapa de tipos de interés al 0% y la integración en 2014 de CAI, Cajacírculo y Caja Badajoz en el radar de Ibercaja y su obra social. "En los eres puse en práctica mi formación jurídica. Es un proceso muy protocolario de negociación con los sindicatos y todos los empleados salieron con las mejores condiciones a través de prejubilaciones. Fue una derivada lógica y natural de los bajos tipos. La banca no estaba acostumbrada a trabajar sin márgenes, vivíamos de las comisiones", detalla.

Pero antes de asumir estos cargos, Fernández llegó al banco como becaria en 1991, como analista de riesgos después de estudiar el Máster en Comunidades Europeas, en el que obtuvo el Premio Fernández Ordóñez del Ministerio de Asuntos Exteriores por su trabajo Las cajas de ahorros en Europa. Siete años como analista de riesgos que le valieron para foguearse con el tejido empresarial aragonés, comunidad de origen de Ibercaja. "Visité muchas empresas en ese momento y estuve durante cuatro años destinada en Huesca", revive. 

Defensora del márketing

De ahí pasó a ser la responsable de factoring y confirming entre 1997 y 2001, un segmento que estaba dando sus primeros pasos en una banca todavía de libreta de ahorros y ventanilla para sacar efectivo. Los años de la burbuja inmobiliaria le pillaron como responsable de márketing de banca de empresas. "Soy una firme defensora del márketing, la vida es márketing más allá del precio. En la banca se crece gracias a las relaciones de confianza que construyes con los clientes y la recomendación que estos hacen de ti a otros", tercia. 

Una mujer que lo ha sido todo en Ibercaja, ¿se ve al frente de la presidencia o en el puesto de consejera delegada? "No. Nunca he tenido una aspiración concreta, en cada puesto he intentado aprender y aprovechar las oportunidad que van apareciendo. Aunque animo a las mujeres a dar un paso al frente, creo que nos resta la falta de ambición", responde la aragonesa. 

Con todo, considera que el talento no entiende de género, aunque es partidaria de establecer cuotas en los órganos de dirección con el objetivo de que los avances vayan más rápido. "La igualdad es una cuestión del conjunto de la sociedad, no solo de las empresas. Me preocupa no retroceder", remarca. "La mujer aporta una visión diferente al negocio y en Ibercaja somos un ejemplo de ello, porque el 50% de la plantilla son mujeres", añade. La directiva recibió en 2020 el premio a la Trayectoria Profesional de la Asociación Aragonesa de Mujeres Empresarias (ARAME), un colectivo del que también forma parte. 

Más allá de los premios, uno de los mayores motivos de orgullo de esta banquera es ser socia de honor de la Asociación Tutelar Aragonesa de Discapacidad Intelectual (Atades) desde 2018 cuando conoció la labor de esta organización mientras dirigía la obra social de Ibercaja. "En 2013, me incorporé a título personal como patrona de una nueva fundación, Fundat, dedicada a la tutela de discapacitados. Esta fundación trata de paliar un problema creciente: muchos discapacitados intelectuales se quedan sin padres que puedan cuidarles y tutelarles. Fundat asume su tutela, y con voluntarios nos ocupamos de su bienestar en la institución donde estén, y de que tengan una referencia humana como familia", cuenta. Fernández valora los años en la obra social por el vínculo que mantuvo con el tercer sector y el Gobierno de Aragón y llega a definir esta etapa como un "regalo". "Llegué con el objetivo de transformar y modernizar un departamento que vivía hasta ese momento muy centrado en la caridad, pero que en poco tiempo le dimos un gran cambio", sentencia.

"Cursoadicta"

La banquera se declara como "una cursoadicta" tras haber aprobado el programa de administración del IE, el de alta dirección en negocios digitales del ESIC, el de digitalización de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y la acreditación en consejos de administración del Instituto de Gobernanza Empresarial. "Con el deporte, en cambio, no he tenido tanta constancia como con los estudios", comenta. Teresa Fernández juega al pádel e intenta escaparse cada invierno al Pirineo para esquiar y también ha hecho "pinitos" saliendo a correr. En su tiempo libre aprovecha para viajar con sus hijos, de 22 y 19 años, y leer algo que no sea sobre economía.