Función pública
El Govern suprime el teletrabajo a sus altos cargos y directivos públicos
La conselleria de Presidència defiende que la medida busca mejorar la eficiencia de los servicios públicos y afectará a todos los empleados del rango de subdirector para arriba
Karina Gibert, Xavier Marcet y Carme Poveda, entre los 12 expertos que asesorarán al Govern para reformar la Administración
El teletrabajo reduce drásticamente el número de empleados que renuncian a su puest
Gabriel Ubieto
Gabriel UbietoRedactor
Periodista de economía, centrado en el mercado laboral. He crecido como redactor en El Periódico, pero antes hice prácticas en La Vanguardia y escribí durante seis meses desde Chile para Hemisfèria.cat. Ganador del premio Ramon Barnils (2015) por el reportaje "Els ultres prenen partit".
La Generalitat de Catalunya ha suprimido la posibilidad de teletrabajo a todos sus altos cargos y directivos públicos. La conselleria de Presidència, dirigida por Albert Dalmau, ha dictado una instrucción que explicita que el ejercicio a distancia queda vetado para todas aquellas personas que ostenten un cargo del rango de subdirector hacia arriba. Sean funcionarios o cargos elegidos discrecionalmente. La medida, que afectará a centenares de profesiones, es una práctica que otras administraciones, como el Ayuntamiento de Barcelona o la Diputació, no comparten.
La administración catalana, que hasta ahora permitía a algunas figuras ejercer a distancia uno o dos días a la semana, justifica formalmente que no es posible garantizar el buen funcionamiento de los servicios de la Generalitat si sus altos cargos ejercen, como máximo, un día desde sus casas. Dalmau, que desde que asumió el mando ha estado evaluando esta medida, hizo efectiva esta instrucción a la vuelta de las vacaciones de Navidad, el pasado 7 de enero, el primer día laborable tras la festividad de Reyes.
"Las personas titulares de altos cargos (secretarías generales, secretarías sectoriales y direcciones generales y asimilados orgánicamente), de acuerdo con las directrices del Govern de la Generalitat y atendidas sus especiales responsabilidades y su función de representación institucional, tienen que prestar sus servicios exclusivamente en régimen presencial", reza la instrucción.
Funció Pública les ha dado a sus altos cargos y directivos un plazo de 15 días para agotar si tenían autorizado algún día de teletrabajo y a partir de la última semana de enero ya les quedará vetado. Una decisión que ha sentado mal entre parte del colectivo, según ha podido contrastar este medio de distintas fuentes consultadas. "La tarea de los directivos públicos es liderar equipos, supervisar a las personas y atender a los ciudadanos y a las empresas, y eso no se puede hacer desde casa", afirman esas mismas fuentes.
Algunos lo ven califican como una vuelta de tuerca al "presencialismo" y a la "cultura de calentar la silla" y no entienden que mientras en otras administraciones o empresas privadas el teletrabajo de los directivos es habitual y viable, en la Generalitat ahora ya no lo sea. "No me imaginaba que la promesa del Govern de 'modernizar' la administración fuera eso", afirma una fuente consultada.
Y es que esta decisión de vetar el trabajo a distancia entre los cargos directivos llega en paralelo al proceso puesto en marcha por el actual Govern para, entre otros, reforma la figura del directivo público. En propuestas para ello está la comisión de expertos liderada por Carles Ramió, que desde finales del año pasado lleva perfilando posibles cambios en la administración.
"Comunicación fluida" y "supervisión efectiva"
La plantilla de subdirectores la Generalitat, según ha contabilizado este medio de los organigramas oficiales, cuenta con 261 profesionales, a los que luego cabe sumar los cargos asimilados y los designados de mayor rango. Según estimaciones de Govern, esa cúpula afectada por la medida ronda el 0,2% del total de empleados públicos. Desde Presidència defienden que gran parte de las personas afectadas ya no hacían uso de la posibilidad de ejercer a distancia.
Se da la particularidad de que los subdirectores son, a diferencia de directivos de rangos superiores que son designados por criterios políticos y escogidos sin necesidad de oposición previa, son funcionarios con plaza ganada vía oposición. “Estas funciones requieren la presencia efectiva y constante para garantizar una comunicación fluida y una supervisión efectiva”, justifica la conselleria de Presidència en su instrucción.
Desde la conselleria recuerdan que la medida contó con el beneplácito del consejo técnico, donde participan todos los secretarios generales y que votaron afirmativamente a quedarse sin poder trabajar a distancia.
La Generalitat de Catalunya fue pionera en introducir el trabajo a distancia en el sector público. En febrero de 2020, antes de la pandemia y bajo la batuta del entonces conseller de Polítiques digitals i Funció Pública, Jordi Puigneró, la administración catalana habilitó la posibilidad de ejercer desde casa hasta dos días a la semana a unos 40.000 de sus empleados públicos.
Concretamente a su personal administrativo, ya que gran parte de las plantillas públicas requieren de presencialidad, desde maestros hasta policías o bomberos. No obstante, la posibilidad de teletrabajar en la Generalitat está sujeta al criterio de los supervisores o jefes de equipo, que pueden negar dicha posibilidad si consideran que existe necesidad de presencialidad para prestar el servicio.
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