Crisis del automóvil

Volkswagen recortará más de 35.000 empleos en Alemania hasta 2030

Volkswagen recortará más de 35.000 empleos en Alemania hasta 2030

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EFE

Fráncfort
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El grupo automovilístico Volkswagen recortará más de 35.000 puestos de trabajo en Alemania hasta 2030. Volkswagen y el sindicato IG Metall han alcanzado un principio de acuerdo en Alemania, que contemplaría la venta, cambio de producción o posible clausura de dos de sus diez fábricas en el país con el objetivo de ahorrar unos 4.000 millones, según ha publicado el medio económico 'Handelsblatt'.

Compañía y trabajadores pueden haber pactado, según la fuente, la venta de su planta de Osnabrück y el cambio en la producción o cierre de la fábrica más pequeña de Dresde. Pero ese acuerdo no es definitivo. Sus defensores opinan que permitiría alcanzar el objetivo de ahorro anunciado por la compañía, de 4.000 millones, y supondría reducir las pretensiones de la automovilística, que en un primer momento había planteado el cierre de, al menos, tres de sus diez fábricas en el país, según denunció el comité de empresa.

Volkswagen y los trabajadores llevan negociando desde el pasado septiembre el convenio colectivo y un plan de recortes en Alemania, en un contexto de desplome de sus ventas en China y una transformación hacia la movilidad eléctrica más lenta de lo esperado.

Su acercamiento se intensificó esta semana, con el inicio de la quinta ronda de negociaciones el lunes, la cual se ha alargado hasta este mismo viernes, con sesiones hasta altas horas de la madrugada y el objetivo de llegar a un acuerdo antes de Navidad.

Tanto el comité de empresa como el Consejo de Administración tendrán que dar ahora el visto bueno a este principio de acuerdo, por lo que "todavía puede fracasar", han señalado fuentes del periódico. El Consejo de Supervisión de Volkswagen se reuniré de forma extraordinaria a las 15.00 horas (14.00 GMT), según ha publicado Bild.

Volkswagen cuenta con unos 120.000 trabajadores en Alemania y 10 fábricas: Wolfsburgo, Emden, Osnabrück, Hannover, Zwickau, Dresde, Kassel, Salzgitter, Braunschweig y Chemnitz.

Según IG Metall y el comité de empresa, la reconversión de la actividad requerirá importantes recortes en las bonificaciones a los empleados y en el pago de participaciones sobre los beneficios. En cuanto al futuro de las plantas sobre las que pesaba la sombra de un cierre anticipado, Volkswagen ha accedido a reutilizar las instalaciones de Dresde en otras actividades distintas a la construcción de vehículos en la capital de Baja Sajonia, mientras que para la fábrica de Osnabrück arrancará un proceso de búsqueda de un inversor externo. Todas las demás ubicaciones de Volkswagen en Alemania permanecerán intactas.

En el futuro se cerrará una línea de montaje en Zwickau, donde únicamente se fabricará el vehículo eléctrico Q4-etron de Audi, mientras que la producción del ID.3 y el Cupra Born se trasladará a Wolfsburgo y el ID.4 a Emden.

El pasado mes de septiembre la empresa automovilítica rescindió varios convenios colectivos en Alemania, entre los que se encontraba la garantía que protegía hasta entonces --y estaba previsto que lo hiciera hasta 2029-- a los trabajadores contra el despido por motivos operativos, abriendo la puerta a despidos dentro del grupo a partir de julio de 2025.

Fue entonces cuando la dirección de la firma y los sindicatos se sentaron en la mesa de negociación para discutir un plan de ajuste que buscaba una reducción de costes por valor de hasta 10.000 millones de euros, algo que los representantes de la plantilla dijeron no estar dispuestos a aceptar.

A día de hoy, el principal objetivo de Volkswagen sigue siendo el inicial: recuperar la rentabilidad de su marca homónima de turismos, cuyos márgenes de beneficio se están reduciendo en medio de una transición a los vehículos eléctricos, una desaceleración del gasto de los consumidores y la llegada de competencia procedente de China. El fabricante de automóviles, que emplea a casi 300.000 personas en Alemania, alega que el descenso de las ventas de automóviles ha provocado un exceso de capacidad al que tienen que hacer frente.

A principios de diciembre casi 100.000 empleados dejaron sus puestos de trabajo y se declararon en huelga después de que la dirección rechazara una propuesta sindical que incluía reducir los pagos de dividendos y recortar algunas bonificaciones.

Todavía está por ver qué pasa con la producción del modelo Golf que, la semana pasada se supo que podría trasladarse de Wolfsburgo (Alemania) a México en un intento por reducir los costes salariales de la compañía. Considerado uno de los modelos insignia del grupo europeo, Volkswagen apenas vendió 10.000 Golf en América del Norte en 2023 y la versión eléctrica no está previsto que llegue al mercado hasta, al menos, finales de 2028.

Actualmente, la producción del Golf únicamente se lleva a cabo en la sede mundial de la empresa en el Estado alemán de Baja Sajonia. En México el grupo tiene una fábrica en Puebla, donde hace años también producía el modelo Beetle para el mercado norteamericano.

Tras ocho generaciones de este vehículo, Volkswagen ha vendido más de 37 millones de unidades en todo el mundo, por encima de los registros de cualquier otro coche de la empresa.

Hasta septiembre, el grupo Volkswagen contabilizó un beneficio neto de 8.917 millones de euros, un 30,7% inferior a la del mismo periodo de 2023, por el impacto de los mayores costes operativos y las provisiones destinadas a la reestructuración.

No obstante, entre enero y septiembre Volkswagen registró un incremento del 0,9% de la facturación, hasta los 237.279 millones de euros, en tanto que su beneficio operativo se situó en 12.907 millones de euros, un 20,5% menos en términos interanuales, con un margen del 5,4%. De cara a cierre de ejercicio, Volkswagen prevé que las entregas a los clientes asciendan a unos 9 millones de vehículos (9,24 millones de vehículos en 2023) lo que le generaría unos ingresos por ventas a nivel grupo en el entorno de los 320.000 millones de euros, con un margen del 5,6%, aunque por debajo de los 322.000 millones con los que cerró 2023.

En su división automotriz, el grupo espera que el flujo de caja neto alcance unos 2.000 millones de euros.Desde que se dieran a conocer los recortes y la crisis financiera por la que atraviesa la empresa, la cotización de la acción ha caído más de un 16%, hasta los 88,8 euros por título desde los casi 109 euros por acción. De esta manera, la capitalización del grupo Volkswagen se sitúa en estos momentos en los 49.000 millones de euros.

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