Aseguradoras

Los accidentes sin culpa pueden también suponer un alza del precio del seguro

Los Bomberos de Barcelona rescatan a una víctima de accidente atrapada en el interior de un vehículo

Los Bomberos de Barcelona rescatan a una víctima de accidente atrapada en el interior de un vehículo / Bombers de Barcelona

EL PERIÓDICO

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Las aseguradoras de accidentes basan su existencia rentable y exitosa en la acertada evaluación del riesgo de los clientes. En consecuencia y como hecho no muy divulgado, el tener un accidente con el coche puede elevar la prima del seguro anual pese a no ser el culpable del siniestro. Los accidentes tienen consecuencias económicas también para el perjudicado y no culpable.

Normalmente, tras un accidente que los técnicos definen como no culposo, se presenta una reclamación a la compañía de seguros del conductor que causó el accidente. Tras esa reclamación a terceros se espera que las tarifas de seguro no se vean afectadas Pero en algunas situaciones, especialmente en el caso de que el culpable no tenga seguro, tenga una cobertura baja o no tenga recursos, la compañía del perjudicado puede verse salpicada y tener que cubrir gastos paralelos (por ejemplo, secuelas médicas no previstas inicialmente). Depende de lo que se pague de seguro y las coberturas propias, puede que la póliza del próximo año se vea afectada.

Existen ocasiones en las que la compañía de seguros del causante del accidente discute la responsabilidad o el alcance de los daños. En ese caso, se abre un litigio en el que la compañía propia asume los costes. Ante esa posibilidad, las compañías cubren ese riesgo en sus algoritmos de cálculo de prima.

Hay circunstancias en las que no es posible presentar una reclamación al seguro del conductor culpable. Esto puede ser debido a un incidente de atropello. O en el caso de fuga del conductor culpable o si carece de cobertura de seguro. En estos casos, es posible que se tenga que presentar una reclamación ante la propia compañía de seguros. El accidente del que no se es culpable supone una subida de la tarifa propia.

La conclusión inesperada es que presentar una reclamación en la que no se es culpable puede afectar a las tarifas del seguro, dependiendo también de la aseguradora. Las compañías evalúan los riesgos mediante modelos en los que aparece también que el cliente tiene un riesgo mayor al no eludir o evitar un accidente. El historial de conducción, la gravedad del accidente, cuantía del siniestro... todo influye.

Los proveedores de seguros varían en la forma de gestionar las reclamaciones. Algunas aseguradoras mantienen una política de no penalizar a los conductores por accidentes que no han causado. Sin embargo, otras pueden ajustar sus primas en función de sus propios criterios, que pueden incluir el número y tipo de reclamaciones presentadas, independientemente de la culpa. En el nivel de riesgo que analizan las aseguradoras se incluyen la edad, el sexo, la ubicación, el tipo de vehículo, el kilometraje y la puntuación crediticia. Algunas compañías de seguros pueden aumentar tus niveles de riesgo después de un accidente sin culpa, se considera un riesgo mayor y se paga más por el seguro.