Administración

El Govern prorroga los presupuestos de 2023: ¿Qué supone para las cuentas públicas?

El decreto prevé un aumento del 3% de la renta de suficiencia y la "amnistía" a 30.000 familias que percibieron ingresos de más por error de la propia administración

El Govern confía en que Junqueras garantice la estabilidad de la legislatura

La consellera d’Economia, Alícia Romero, i el conseller de Presidència, Albert Dalmau, ahir al Parlament. | ANDREU DALMAU / EFE

La consellera d’Economia, Alícia Romero, i el conseller de Presidència, Albert Dalmau, ahir al Parlament. | ANDREU DALMAU / EFE

Agustí Sala

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De nuevo la Generalitat tiene que prorrogar sus presupuestos ante la imposibilidad de que salgan adelante unas cuentas nuevas para 2025 por falta de los apoyos suficientes. El Govern ha aprobado este martes la medida que supone funcionar con los presupuestos de 2023, ya que en el ejercicio actual tampoco salieron adelante. En esencia, una prórroga supone que se tiene que mantener el mismo nivel de gasto que en las cuentas del ejercicio prorrogado. El límite de gasto no financiero establecido para 2023 fue de 33.113 millones de euros. Lo cierto es que la cifra está muy por debajo de los 37.783 millones, que el Ejecutivo de Salvador Illa tenía previsto aprobar antes de que acabara 2024. En concreto son unos 4.600 millones menos con los que no se podrá contar para funcionar adecuadamente hasta que el Parlament ratifique las cuentas de 2025.

La medida incluye la subida del 3% del indicador de renta de suficiencia de la ciudadanía (IRSC), hasta los 778,49 euros al mes, hasta 9.341,92 euros anuales, que deberá convalidar el Parlament. La subida del IRSC supone unos 27 millones que benefician a más de 235.000 personas. A su vez se incluye la "amnistía" a unas 30.000 familias de que deberían devolver cobros indebidos, pero que fueron por errores de la propia administración. Se trata de pagos derivados de la RGC o del ingreso mínimo vital (IMV) "siempre que sean causas imputables a la administración y que los importes no superen el 50% del IRSC mensual en vigor".

La inversión en carreteras e infraestructuras es una de las víctimas de este tipo de medidas. Al igual que con las cuentas de 2023, aprobadas ya iniciado el ejercicio en marzo pasado después de lograr aprobar las de 2022 en tiempo y forma por primera vez en una década, la Generalitat vuelve a funcionar con el piloto automático. Las inversiones sufrieron varios ejercicios de parálisis con la década de prórrogas y presupuestos fuera de plazo aplicada por la Generalitat entre 2010 y 2021, la etapa del 'procés' y la intervención de la Generalitat por el artículo 155 de la Constitución.

El problema esencial en el caso de prórroga son los recursos adicionales que le corresponden a la comunidad por la financiación autonómica, que no se pierden, pero que se tienen que gestionar con menos agilidad a través del Parlament. Y eso afecta esencialmente a las inversiones. El decreto prorroga los créditos iniciales de todos los departamentos de la Generalitat y su sector público, a excepción de aquellos destinados a programas o actuaciones que finalizan a finales del 2024, y de los fondos Next Generation. Los gastos de personal se ajustarán a lo presupuestado a 31 de diciembre de 2024 y el resto de gastos (capítoles del 2 al 9), se prorrogan los créditos iniciales de 2023.

También se adapta la organización para que los departamentos de Esports y Política Lingüística tengan dotado un crédito inicial prorrogado para iniciar su actividad de manera autónoma. Por ello, se autoriza a la Conselleria de Economia a acometer las adaptaciones técnicas y modificaciones de crédito necesarias para adecuarlos a los cambios organizativos aprobados.

Herramientas de gasto

Tanto políticos en activo como otros que ya han dejado la vida pública coinciden en que lo ideal es que todo esté planificado desde el 1 de enero para poder gestionar con más agilidad. Si no, existen herramientas para poder gastar más de lo previsto a pesar de la prórroga a través de ampliaciones de crédito. Según los expertos, con la prórroga, el Consell Executiu puede realizar un expediente de modificación de crédito y hacerlo a través de traspasar recursos de una partida a otra, lo que se denomina transferencia de crédito. Es la vía más fácil y la que se empleó durante la pandemia del covid para destinar a gastos sanitarios y sociales.

Más compleja es la opción de los créditos extraordinarios o los suplementos de crédito, que aumentan el gasto y que requieren pasar por el Parlament, a través de un informe justificativo, lo que ralentiza la gestión. Si el resto de partidos no apoyan los presupuestos podrían frenar algunas iniciativas de mayor gasto que plantee el Govern o hacérselas modificar. Los fondos europeos, en cambio, requieren la generación de crédito, que implica más gasto como consecuencia de unos mayores ingresos, pero se pueden usar a medida que van llegando, afirman los expertos.

La ley de Presupuestos de la Generalitat afirma que no se pueden llevar a cabo iniciativas legislativas o administrativas que supongan un aumento del gasto público presupuestado si no se proponen, a la vez, los recursos adicionales necesarios o las reducciones proporcionales de gasto. Tampoco se pueden tramitar ampliaciones de plantilla nuevas ni otras reestructuraciones que comporten un aumento global del gasto de personal.

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